Los últimos diez minutos de clase se le hicieron insoportables. Lo único que tenía en la cabeza Jimin era la inminente conversación que le esperaba con JungKook en cuanto saliera por la puerta. Las manos comenzaban a sudarle ante el simple pensamiento de tener que intercambiar más de diez palabras seguidas con él, no se sentía preparado ni sabía si podría escuchar lo que tenía que decirle hasta el final.
Cuando el profesor cerró el libro y apuntó en la pizarra los ejercicios que debían hacer para el siguiente día, Jimin pensó en ir a preguntarle alguna duda para tener una excusa y poder quedarse en clase. Sin embargo, no tenía ni idea del temario que habían dado por estar pensando en otras cosas.
Ni para esto eres bueno, Jimin. ¿Qué debería hacer?
¿Me marcho corriendo y evito que me hable? No joder, seguramente corre más rápido que yo... ¿Le digo que me encuentro mal? ¿Me escondo en el baño? No, no.
Bueno puede funcionar, pero no por mucho tiempo.
Jimin se revolvió el pelo ofuscado ante las opciones sin sentido en las que había pensado. Todo era inútil, sabía que tarde o temprano tendría que hacerle frente a esa situación y el hecho de alargarla lo único que provocaba era más angustia.
La mano de YoonGi sobre su hombro lo sobresaltó. — ¿Jimin? Joder, ¿me estás escuchando o le estoy hablando a la pared?
— Perdona hyung, tenía la cabeza en otra parte. — Sonó nervioso, de hecho lo estaba. Sus manos se aferraban a la chaqueta del uniforme como si le fuera la vida en ello. — Dime, qué necesitas.
— Te estaba diciendo de ir a comer juntos a la cafetería, ya sabes, como hacíamos antes con Jin. — Propuso YoonGi mientras terminaba de guardar los libros y cuadernos en la mochila — Hace varias semanas que no comes conmigo.
En ese instante a Jimin no le importó que el plan de YoonGi incluyera comida, de hecho ni si quiera pensó en ello. Se le olvidaron sus problemas con las calorías, la ansiedad que le daba tener que comer frente a otras personas y los platos grasientos de la cafetería. Todo sonaba mejor que tener que hablar con JungKook.
— Lo siento Suga, pero Jimin se viene conmigo.
Tanto Jimin como YoonGi observaron a JungKook, apoyado sobre su pierna izquierda frente a ellos. Al parecer ya había cogido su mochila y estaba esperando a que Jimin se levantara del pupitre para llevárselo.
YoonGi se levantó de su asiento y ayudó a Jimin a recoger los libros y la libreta, guardándolas cuidadosamente. En el fondo, sentía que no podía dejarlos a solas aunque no sabía el por qué. Tal vez la mirada asustada de Jimin suplicándole que se quedara le había convencido de que era mejor acompañarlo. —No hace falta que te pongas así de chulito, no te pega nada ese rollo Kookie.
JungKook le sonrió con ironía a YoonGi y dejó que el peli azul ayudara a Jimin a ponerse de pie, tendiéndole la mano. Éste pudo notar como los dedos del menor apretaban su mano con fuerza, agradeciéndole el estar ahí y no abandonarlo a su suerte.
— JungKook, no sé el motivo pero tal y como está Jimin no creo que quiera quedarse a solas contigo. — Sentenció YoonGi ante la atenta mirada del moreno — Pero por lo que a mí respecta, no me importa comer juntos. Después de todo llevas una semana sin venir y hemos tenido vacaciones de verano por lo que imagino que tendrás muchas cosas que contarnos, ¿no es así?
JungKook soltó un bufido, fastidiado ante la decisión de YoonGi con la que obviamente no estaba conforme, pero se veía obligado a aceptar. — Tampoco te creas que ha sido tan genial, apuesto a que tus vacaciones han sido mejores.
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Roto. » [NamMin] EN EDICIÓN
Teen FictionPark Jimin estaba roto y no era consciente del momento en que comenzó a quebrarse. Su vida se había convertido en el peor de los infiernos con apenas dieciocho años, siendo él mismo su propio y más peligroso enemigo. La única manera de aliviar su...