|Capítulo 5|

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Después de despedirse de Jimin, Kim NamJoon regresó a la cafetería para terminar de limpiar y ayudar a Hoseok con el recuento del dinero de caja. Como era habitual entre ellos, conversaron sobre los últimos programas de televisión que habían sido emitidos y algunas de las nuevas canciones que se repetían en la radio. Cuando todo quedó ordenado y preparado para que al día siguiente pudieran abrir sin contratiempos, recogieron sus mochilas y salieron de la tienda asegurándose de que la alarma estaba bien puesta.

— Oye NamJoon. — La voz de Hoseok interrumpió los pensamientos del recientemente nombrado — ¿Jimin te dijo algo cuando le fuiste a buscar?

— ¿Algo como qué?

—No sé, algo extraño o fuera de lo normal. — Inquirió — En verdad tampoco sé por qué te lo pregunto pero se le veía tan mal a la tarde que me quedé preocupado. ¿No te diste cuenta? Me dieron ganas de acercarme a su mesa y sentarme con él a hablar, pero hubiera sido muy raro hacerlo. — Levantó los hombros haciendo un gesto de extrañez — Después de todo lo acababa de conocer horas atrás. 

— Claro que me di cuenta Hobi, tendría que ser ciego para no hacerlo. — NamJoon se apoyó en la pared de la calle mientras Hoseok terminaba de colocar el candado de la persiana — También quise preguntarle si necesitaba algo o podíamos ayudarle, pero estábamos trabajando. Cuando salí detrás suyo casi lo atropellan por cruzar el semáforo en rojo, no sé en qué mierdas estaría pensando para no darse cuenta de algo así.

— ¡¿Qué dices?! — Hoseok se dio la vuelta de inmediato, mirando hacia NamJoon con una mezcla entre preocupación y sorpresa en su rostro — ¿Pero no le pasó nada, no?

— No, no. Por suerte llegué a tiempo de evitarlo.

— Joder, era lo último que me imaginaba.

Ambos se quedaron durante algunos segundos en silencio, Hoseok asimilando la información que acababa de recibir y NamJoon recordando lo que una hora atrás había sucedido.

— Sabes, cuando les atendí me pareció que Jimin se llevaba bien con su amigo. Quiero decir, que estaban hablando tranquilamente y parecía que se reían, por eso no termino de entender por qué se marchó tan de repente.

— Tienes razón, yo también me fijé en eso. — Hoseok le lanzó las llaves del candado a NamJoon y éste las guardó en el bolsillo de sus tejanos — Parecía muy enfadado cuando se fue y ni si quiera había probado el café que le preparé, aunque cuando llegó estaba entusiasmado con la idea.— Meditó durante algunos segundos más antes de llegar a su propia conclusión — A lo mejor simplemente fue una discusión de pareja.

— ¿Pareja? —NamJoon se sorprendió ante el comentario de su amigo. ¿Podrían ser Jimin y Jin novios? — ¿Viste que se dieran la mano o que hicieran algo de pareja?

— No realmente, pero ya sabes que muchos chicos prefieren ocultarlo. No todos son como yo Joonnie~ — Canturreó alegremente mientras le guiñaba un ojo — Sabes que es casi imposible que vuelvas a encontrar a alguien parecido a mí~

— Doy gracias por ello, Hobi. — Respondió entre risas NamJoon siguiéndole el juego e iniciando su camino de vuelta a casa — Nos vemos mañana no te pierdas ni entretengas por el camino y avísame si tienes cualquier problema. 

A pesar de que se sabía el trayecto hasta su casa de memoria y estaba acostumbrado a recorrerlo cada noche, ese día se le hizo eterno. No podía dejar de pensar en el aspecto tan decadente de Jimin durante la tarde, en el momento del accidente y en los ojos tan apagados con los que lo había mirado. Sentía todavía el cuerpo del pelinegro entre sus brazos, temblando por el miedo y el frío, pegado contra el suyo. Sus manos aferrándose a su cintura, sus respiraciones agitadas por la adrenalina.

Roto. » [NamMin] EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora