|Capítulo 9|

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Igual que JungKook y YoonGi, Jimin tampoco asistió a sus últimas clases. Descartó la idea teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba después de la discusión que había tenido durante el almuerzo, recogiendo sus pertenencias y escabulléndose por la puerta trasera hasta que el aire fresco le dio de lleno en la cara.

Tras alejarse lo suficiente como para que ningún profesor se lo encontrara y le hiciera regresar al aula, comenzó a pensar hacia dónde debería dirigirse. Notaba todo su cuerpo en tensión, sin embargo sus piernas y manos no dejaban de temblar por la ansiedad. Todavía se encontraba apretando inconscientemente sus puños con fuerza, intentando aliviar así la rabia que le había provocado la actitud de JungKook, fallando en el intento.

— ¿Jimin?

Una peculiar pero conocida voz pronunciando su nombre sobresaltó al susodicho, que rápidamente se dio la vuelta encontrándose con NamJoon, situado a escasos centímetros de su espalda.

— ¿NamJoon? — Lo llamó con una mezcla entre sorpresa y curiosidad, analizando la vestimenta casual que llevaba y las dos bolsas de la compra que sostenía en su mano derecha — ¿Qué haces aquí?

— Eso debería preguntarlo yo. — Se rió mostrando una hilera de dientes perfectamente ordenada y haciendo aparecer unos pequeños hoyuelos cerca de sus mejillas — Estaba de camino al trabajo, mi turno empieza en una hora.

El peli negro analizó entonces el lugar en el que se encontraban, dándose cuenta de que efectivamente la cafetería en la que trabajaba NamJoon estaba en la siguiente calle si seguía caminando en la misma dirección. 

— Oh, cierto. — Se unió contagiosamente a la risa del castaño — No me di cuenta de que estaba tan cerca, puede que me haya perdido un poco.

— ¿No ibas hacia allí? — Jimin podría jurar que por el tono de voz que había utilizado el mayor, había algo de decepción en sus palabras — Oye, ¿tú no deberías de estar en clase?

Mierda. 

— Sólo es una posibilidad eh, pero puede que también me haya perdido las últimas clases.

NamJoon comenzó a reír más fuerte ante el intento de mentira del menor. — Te guardaré el secreto sólo porque eres tú y me caes bien. — Le revolvió el pelo — Aunque no deberías de estar en la calle con el uniforme puesto, pueden sancionarte si te pillan. La próxima vez asegúrate de cambiarte o ven a la cafetería hasta que sea la hora de salir.

— ¿No vas a regañarme y decirme que no vuelva a hacerlo o algo así?

— ¿Para qué voy a decirte que no lo hagas? Si quieres hacerlo, lo harás de todas formas. — Argumentó — Es tu vida, no soy nadie para impedírtelo.

— Eres extraño, hyu-... — Jimin se detuvo sin saber si estaba bien llamar a NamJoon "hyung". Intuía por su aspecto que era mayor que él, pero no se habían presentado formalmente ni dicho la edad para saber cómo debía referirse al castaño. — ¿Está bien llamarte hyung? ¿Eres mayor que yo, cierto?

— Teniendo en cuenta de que todavía vas al instituto, sí, soy mayor que tú. — Sonrió de nuevo formando los mismos hoyuelos, que le empezaron a parecer demasiado tiernos a Jimin — Tengo veintidós años, puedes llamarme hyung si quieres.

— Yo tengo dieciocho.

— ¿Y aún estando en el último curso antes de la universidad te saltas asignaturas? En ese caso debes de ser muy buen estudiante.

A pesar de que la pregunta no contenía segundas intenciones ni pretendía herir a Jimin, la culpabilidad lo azotó de nuevo por no estar esforzándose al máximo para conseguir la beca. — La verdad es que suelo pasar de curso con matrículas de honor, pero últimamente no saco muy buenas notas. — Se avergonzó — Si le dedicara más tiempo mejoraría, al menos eso me repiten siempre mi padre y Jin. — Suspiró — Por eso me sorprendió tu respuesta antes.

Roto. » [NamMin] EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora