Un mundo casi perfecto

~ ¿Familia? ~

Melody

Por fin amaneció, había dormido extrañamente bien, por una vez en la vida no había tenido aquella pesadilla, es más... no había soñado con nada en específico, era realmente muy raro, corrí las cortinas de la ventana de mi habitación y suspiré mientras recordaba lo que había sucedido el día anterior, todo esto era algo nuevo para mí ¿Realmente eso estaba pasando? había tenido un día de lo más normal en la escuela y había compartido mi almuerzo con dos personas como suelen hacer los amigos –¿Realmente merezco sentirme así de feliz?- Suspiré mientras iba a la cocina para tomar mi desayuno, al pasar por la sala me quedé observando aquel sobre en la mesa, la cual tenía la invitación para el baile "de la paz", yo realmente no tenía deseos de ir a ese lugar, cada año era lo mismo... aunque nunca había visto al joven Yoh ni al joven Hao en aquellos bailes, o quizá yo no me había percatado de su presencia, aunque era extraño pues el señor Yohmei siempre asistía a ese evento... quizá porque son sus nietos no tienen la obligación de ir, tomé la caja de cereal que ya estaba casi vacía y había colocado la caja de leche a la par para poder servirme.

~Ding dong~

Escuché el timbre sonar -¿Eh? Qué raro...- Observé mi plato y coloqué la caja nuevamente sobre la mesa, dejando aquel plato vacío mientras iba a ponerme los zapatos para salir, bajé el escalón y abrí la primera puerta, por un momento dudé en si continuar ¿Quizá había sido mi imaginación?

~Ding dong~

­Definitivamente no era mi imaginación, por fin me acerqué al portón y abrí lentamente la puerta -¡BUENOS DÍAS!- Me espanté durante unos segundos mientras me apartaba, por su parte aquel castaño tan jovial abrió el portón, cuando vi venía acompañado por su hermano y una joven rubia muy hermosa... -B-Buenos días...- Dije con timidez mientras ellos entraban a la casa con toda confianza, estaba un poco desconcertada por lo que estaba sucediendo en ese instante ¿Quizás seguía dormida?

Los tres se dirigieron adentro y yo los seguí, me quité mis zapatos y me puse las pantuflas subiendo aquel escalón el joven Yoh y aquella joven rubia se fueron a sentar en el comedor, Hao traía una pequeña caja pero dirigió sus pasos hacia la sala, la mesa había quedado llena de bolsas que el joven Yoh venía cargando, eran de color blanco –Yo...- Presioné mis manos con nerviosismo, pues no sabía que decir...

Narradora

-Me llamo Anna, soy la prometida de Yoh, mucho gusto- Le dijo aquella rubia tan hermosa a la joven azabache –Mu-mucho gusto- Dijo casi tartamudeando, su sorpresa había sido bastante al escuchar que ambos estaban comprometidos a tan corta edad, pues aún eran jóvenes, al verlos a ambos sonrió levemente pues se miraban realmente bien juntos, Cuando Yoh descansó unos segundos, el se puso de pie y empezó a sacar las cosas que llevaba en aquellas bolsas –Te hemos traído todo esto para que puedas tener comida para la semana- Dijo con una gran sonrisa mientras Hao observaba con curiosidad su hogar, él estaba explorando por su lado.

-No... no tenían por qué molestarse- Dijo apenada la joven mientras sonreía levemente –Yoh supuso que para ti sería muy difícil ir a la despensa- La joven rubia hablaba con mucha seriedad mientras se recargaba en aquella mesa –Bueno sí... un poco- La joven bajó la mirada, pues ella siempre debía colocarse un tapabocas y camuflarse el cabello para poder ir a la despensa, de esa forma nadie la reconocía... sin embargo no podía hacer lo mismo para ir a estudiar pues en ese lugar está determinantemente prohibido el acudir con prendas extras.

-También, Hao te ha traído otro regalo- Dijo Yoh mientras sonreía, la azabache por su parte giró su mirada al castaño quien se había acercado con la caja, la joven sostuvo la caja con curiosidad y al bajar la mirada pudo ver lo que había dentro –Esto es...- Dijo totalmente ilusionada, se trataba de una pequeña gata color negro con ojos verdes y a su lado había otro gatito color blanco y ojos color grises -Hao pensó que un poco de compañía no te haría daño- dijo nuevamente Yoh pues Hao había desviado la mirada totalmente avergonzado, la joven por su parte estaba totalmente ilusionada con aquellos preciosos animalitos –Yo... esto es...- Aquellas palabras no salían de su boca -¿por qué...?- Preguntó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas -¿por qué... son tan buenos conmigo? sí siguen de esa forma, todos....- Volvió a decir mientras levantaba la mirada nuevamente y los observaba a los tres –Lo que la gente piense de ti no debería importarte y respecto a nosotros, no debes preocuparte también- Dijo la rubia mientras suspiraba –¿Sabes? yo siempre he pensado que aquellos que pueden ver espíritus se tratan de buenas personas... - Dijo Yoh mientras terminaba de colocar aquellos productos en su lugar ¿Realmente existían personas así? Aquella imagen de su hermosa madre apareció en la mente de la joven pues ella era la única persona que había podido decirle aquellas palabras... "Tú, algún día estarás rodeada de buenos amigos.... Mi querida hija... y perdóname, perdóname por todo" Su madre estaba llorando en esa ocasión, le dio un cálido beso en la frente a su pequeña hija y salió de aquella habitación... ese es el último recuerdo que la joven azabache albergaba de su madre, pues después su abuelo le dio la noticia de que ella había fallecido...