~La boda~

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Melody

- ¡Ya es tarde! – No me lo podía creer, salí a toda prisa de casa, el auto ya me estaba esperando, subí con dificultad por los tacones altos, quizás debí ponerme zapatos bajos para poder caminar mejor, sin embargo, casi antes de terminar de entrar pude sentir como alguien me sujetaba del brazo y me jalaba hacia atrás, sentí que caería y el vestido se arruinaría –Ah...- Por suerte no fue así, Hao me sujetaba de la cintura mientras seguía sosteniendo mi brazo, debí imaginar que sería él –Hao... ¿Qué haces aquí? ¡tú deberías estar en la aldea! - Le repliqué, estaba totalmente nerviosa y ansiosa... -Mira quien lo dice, la que ha salido totalmente tarde, sabes que sí vas en auto no llegarás a tiempo ¿verdad? – Suspiré resignada mientras asentía derrotada, él tenía razón, aunque el auto llegara a toda velocidad, no podría llegar a tiempo... -Sí, bueno...- No pude terminar de hablar pues Hao me había sostenido ya en sus brazos, su espíritu de fuego apareció, me sostuve del cuello de Hao en ese instante mientras podía sentir que íbamos a una velocidad inimaginable... luego de un rato me pude acostumbrar.

Transcurrió como dos horas aproximadamente desde que habíamos salido de la ciudad, por fin, de un momento a otro ¡habíamos llegado!, respiré aliviada pues las personas no se habían aglomerado para tan importante evento, por lo que suponía que estábamos a tiempo, las pocas personas que se encontraban nos observaban mientras murmuraban

~Vaya, es el señor Hao, tan apuesto como siempre~ ~El joven Hao se ve tan atractivo~ ~Realmente en traje se ve tan apuesto, es increíble cómo pude verse tan bien~

Por lo regular los comentarios de las mujeres siempre iban dirigidos a Hao, solían admirar mucho lo atractivo que era, suspiré en ese instante mientras sentía como de la nada era arrastrada por alguien, Hao se quedó parado en aquel lugar mientras movía su mano de un lado hacia otro, despidiéndose de mí.

- ¡Por suerte apareciste a tiempo! – Me replicó aquella joven de cabellos rosados, Tamao, así se llamaba, era muy encantadora pero demasiado enérgica en ocasiones, sonreí con nerviosismo mientras les hacía una reverencia a Anna y a Tamao –Lo siento mucho, no he podido salir antes, pero gracias a Hao pude llegar a tiempo- Me excusé, realmente sí no hubiera sido por que Hao fue a traerme, seguramente hubiera llegado demasiado tarde...

-No te preocupes, has llegado a tiempo- Anna hablaba con seriedad y calma mientras yo asentía, sonreí suavemente mientras me observaba en el espejo, -Estoy hecha un desastre, pero lo arreglaré después- Me acerqué a Anna mientras empezaba a cepillar su cabello,luego pasé a aplicarle un poco de maquillaje, en realidad fue casi nada lo que le puse, aun así se miraba tan hermosa, sonreí mientras la ayudaba a ponerse de pie, ella vestía un kimono color rojizo con blanco, luego le alcancé un ramo de flores... sin embargo cuando salimos nos soprendimos por un cambio repentino de ¿clima? ¡estaba nevando...!

-Pero ¿Qué significa esto? - Las tres intercambiamos miradas, luego sonreímos mientras ayudábamos a Anna a caminar en aquel lugar, cuando llegamos por fin a aquel lugar, dimos aviso para que diera inicio el acto ceremonial...

El acto fue simplemente precioso, Yoh y Anna deslumbraban tanto, eran simplemente la pareja perfecta, yo tomé todas las fotografías que pude para atesorar aquellos recuerdos, estábamos en el santuario de las flores así que los pétalos junto con la nieve que recién empezaba a caer y el viento creaban una danza realmente maravillosa, todo tan hermoso.

-Te ves tan emocionada- Hao se acercó a mí una vez el acto terminó pues él se la pasó al lado de Yoh durante todo el acto, levanté la mirada para sonreírle y le tomé una foto de sorpresa –Vaya, hasta cuando te tomo fotos así sales realmente bien- Le dije mientras él se limitaba a desviar la mirada y un leve sonrojo se formaba en sus mejillas, coloqué la cámara a un lado y lo abracé  con todas mis fuerzas...–Melody- Murmuró Hao mientras yo seguía abrazándolo, momentos después el correspondió mi abrazo, en realidad no había podido verlo después de aquella noche... pues tenía otros "asuntos" que atender, pero me prometió que era lo último que haría, no tenía relación con su madre, pero su abuelo estaba muy enfermo así que le confió algunas tareas que sólo él podía realizar.

Un mundo casi perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora