I'll find you » Shawn Mendes©

Capítulo 24

XXIV: Pequeña y débil

Me asomé por la ventana tratando de ver algo, pero afuera todo era oscuridad, no había ni una señal de luz, mas que la luna iluminándonos con su resplandor como cada noche. Shawn se encontraba frente a mí, sostenía con ambas manos la pistola que le había quitado a uno de nuestros secuestradores, también decidió tomar la otra, pero esa me la había entregado a mí; me había dado unas indicaciones sobre cómo usarla antes de salir de la habitación en la que estábamos encerrados, y aunque lo había entendido sentía que no podría darle uso, no iba conmigo disparar un arma, y mucho menos para herir a alguien, aún así fuera en defensa propia no podría hacerlo.

Nos encontrábamos dentro de la casa en la que Shawn había estado por más de dos meses y yo por tan solo un día, abandonamos el pequeño sótano luego de esconder los cuerpos de los hombres dentro de las cajas vacías que habían ahí, incluso tomamos sus celulares en caso de tener que fingir ser ellos por medio de mensajes para no levantar sospechas. Teníamos que salir de ahí para buscar la manera de regresar a la ciudad, pero primero debíamos de averiguar en donde estábamos, o terminaríamos perdidos, pero principalmente debíamos estar seguros de que no había nadie más dentro de la casa, no queríamos que el haber dejado a dos hombres muertos bajo nuestros pies fuera en vano.

Shawn, a pesar de todo lo que estaba sucediendo lucía tranquilo, todo lo contrario a mí, me encontraba nerviosa y no podía parar de temblar, las ganas de llorar no desaparecían y mi conciencia no dejaba de torturarme, él había matado a dos personas frente a mis ojos como si ya lo hubiera hecho antes, ellos habían accedido a llevarme al hospital, todo pudo haber salido bien y de una manera más pacifista, pero de nada servía pensar en lo que pudo haber pasado, las cosas ya estaban hechas, y temía que yo también corriera riesgo estando junto a Shawn, después de lo que había visto, ya no sabía si realmente en algún momento él necesitó ser rescatado.

— Riley, cálmate —Shawn me ordenó luego de dejar de avanzar para girarse a verme, en cuanto lo escuché decirme eso me sorprendí a mí misma llorando, estaba tan perdida en mis pensamientos que no podía escuchar mis leves sollozos y tampoco sentía las lágrimas saliendo de mis ojos, una tras otra.— hey, si hay alguien más aquí, nos escuchará y será tu culpa.

Agaché la cabeza y miré mis manos temblorosas que sostenían el arma, las calmé pegándolas a mis piernas y presioné los labios para dejar de emitir sonidos involuntariamente por los nervios. Las palabras de Shawn me dolían, en el tiempo que llevaba estando con él ya había logrado herirme un par de veces, era tan duro conmigo que pensé que probablemente también deseaba deshacerse de mí y escapar con más facilidad, tal vez me veía como una carga a la cual no podía dejar por más que quisiera, aunque tarde o temprano podría deshacerse de ella.

Shawn comenzó a avanzar nuevamente, pero se detuvo en cuanto el motor de un auto hizo ruido afuera de la casa, las luces de un carro se vieron por las ventanas y después alguien estacionó frente a la puerta. El castaño rápidamente me tomó del brazo y me jaló hasta que mi espalda quedó pegada a su torso, y la suya a la primera pared que encontró para cubrirnos.

— ¡Ricky! ¡Óscar! —Una voz femenina ronca sonó después de escuchar como abrían la puerta, mis pelos se pusieron de punta y aferré mis manos al mango de el arma que sostenía.— ¡traje la cena! ¡Y más pan para los niños!

Pude ver su sombra por las luces del auto entrando por la puerta, era claramente la silueta de una mujer alta y esbelta. Escuchamos como dejaba unas llaves sobre una mesita y después unos cuantos pasos que resonaban, y entonces se detuvo justo a un lado de nosotros, pero debido a la ausencia de luz dentro de la casa no logró vernos. Todo mi cuerpo comenzó a temblar más de lo normal en cuanto vi que ella también estaba armada, mordí mi labio inferior tratando de mantenerme calmada y respiré hondo de manera silenciosa.