Capítulo 21

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Maratón 2/3

XXI: Último grano de arena

Al abrir mis ojos pude sentir un fuerte dolor de cabeza que me torturaba con fuerza, adaptándome a la poca luz que había en el lugar en el que me encontraba comencé a parpadear con lentitud un par de veces hasta que por fin pude ver con más claridad; habían luces tenues y movimiento por todas partes, a los pocos segundos de volver a estar consciente me di cuenta de que estaba en la parte trasera de una camioneta, ya que podía ver el cielo al aire libre y mi cuerpo temblaba debido al viento fresco que chocaba contra mi cuerpo, me percaté de que ya no tenía puesto mi saco, donde tenía las cosas que pensé que podrían ser necesarias, y en ese momento pensé ¿acaban de secuestrarme?

Cuando la pregunta apareció en mi mente me negué, no podían haberme secuestrado, si eso pasaba cómo podría ayudar a Shawn, de ninguna manera; intenté pellizcarme el brazo para despertar, pero no lo logré, en cuanto intenté mover mis brazos me quedé inmóvil, mis manos estaban atadas detrás de mi espalda, al igual que mis pies. El pánico empezó a invadirme, ¿que debía de hacer? las lágrimas comenzaron a amenazar con salir de mis ojos, y un nudo se había formado en mi garganta, me preocupe tanto por proteger a los demás, pero nunca pensé ¿quién me protegía a mí?

Junté las fuerzas que tenía en ese momento, y logré enderezar mi espalda hasta que pude sentarme, en seguida me sentí fatigada y todo me dio vueltas, me sentía más mareada que la última vez que decidí subirme a uno de los juegos mecánicos del parque de atracciones al que fui en mi viaje de vacaciones. Sacudí mi cabeza tratando de hacer que todo se estabilizara, pero sólo lograba que mi estado empeorara.

Aún seguía intentado hacer algo, no sabía que quería lograr, pero no quería seguir en ese lugar, ¿cómo escaparía de una camioneta en movimiento sin matarme en el intento?

— Vaya —Una ronca voz se escuchó a mi lado, solté un grito por la sorpresa e intenté alejarme en cuanto vi a un hombre con capucha a unos centímetros de distancia, mis sentidos estaban tan mal que no me había percatado de su presencia.— pobrecilla.

Intenté responderle, quería gritar por auxilio, pero entonces me di cuenta de que algo me lo impedía, y era que habían puesto una mordaza a mi boca y estaba tan bien ajustada que podía sentir la tela presionando mi lengua. Retiré mi mirada de la suya y observé a mi alrededor, estábamos en una carretera, intenté buscar algo que me permitiera ubicarme pero todo era monte, no había ninguna señal o algún letrero.

— ¡Hey! —El hombre exclamó enojado, y rápidamente me estiró del cabello para ponerme una venda sobre los ojos, impidiéndome seguir viendo el lugar por el que pasábamos. Me quejé y comencé a moverme, pero de inmediato sentí unos grandes brazos tomar los míos.— quédate quieta, o volveré a dejarte inconsciente.

Hice caso omiso a sus advertencias y seguí moviéndome de manera brusca y desesperada, tratando de zafarme de su agarre, hasta que acabé con la paciencia del tipo y un golpe fue proporcionado en mi nuca, logrando dejarme lo suficientemente mareada como para que mi cuerpo se soltara por completo y caí de espaldas de nuevo en la caja de la camioneta. Sentí como la tela sobre mis ojos se humedecía por las lágrimas que salían de estos y la sensación de sangre escurriendo por mi cuello me alarmó ¿me había abierto la cabeza?

Durante minutos estuve luchando contra mí misma para no cerrar mis párpados y quedar inconsciente, el dolor de cabeza que sentía se había intensificado y me costaba trabajo mantenerme firme, hasta que sentí como la camioneta se detuvo y eso de alguna manera logró ponerme a alerta. Intenté ponerme de pie para poder saltar de la caja del automóvil, pero fue imposible porque volví a caer, esta vez el hombre detrás de mi me sujetó con brusquedad y evitó que cayera.

I'll find you » Shawn Mendes©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora