I'll find you » Shawn Mendes©

Capítulo 25

XXV: Anzuelo

Un parte en mi interior había logrado calmarse un poco, logré avisarle a Tyler que estaba en riesgo, tomando en cuenta la situación y sabiendo que estaba secuestrada estaba segura de que mi mejor amigo tomaría con seriedad cada palabra que le dije, y habría corrido a esconderse y ponerse a salvo, además puede ser que le haya dicho algo a Christine, pero como mi madre pudo relajarse al saber que dentro de lo que cabe estaba bien, también pudo haber pasado todo lo contrario, y ¿qué tal si enloqueció?, esperaba que fuera la primera opción, y que Cameron siguiera asegurándose de que ella estuviera bien y lejos de las garras de rufianes en busca de hacerle daño con tal de perjudicarme a mí.

Seguía los pasos de Shawn a un lado de la carretera, el sol estaba a punto de salir y nosotros habíamos caminado toda la madrugada, estaba tan exhausta y lo único que quería era detenerme a descansar aunque fuera por unos segundos. El frío me estaba consumiendo, la blusa que traía puesta me dejaba tan expuesta al frío y fuerte viento de esa mañana, me costaba mantener mi cuerpo en calor con la llovizna que caía sobre mi cabello y mis hombros descubiertos debido al escote de mi prenda.

Sin aguantar más mis pies caminando sobre el disparejo suelo lleno de ramas y piedras decidí parar, me detuve en seguida de un árbol y coloqué mi mano contra el tronco para poder recargarme y tomar algo de aire. A los pocos segundos el castaño que iba unos dos metros adelante de mí dejó de escuchar mis pasos detrás de los suyos, así que se detuvo y me miró esperando a que avanzara nuevamente, pero no lo hice, sino que dejé mi espalda pegada al tronco y pasé un poco de saliva por mi garganta, necesitaba agua.

— Riley, no tenemos tiempo para esto —Dijo mirándome como si estuviera cometiendo la cosa más atroz del mundo, lo miré indignada y me puse en una postura derecha frente a él luego de caminar unos pasos más.— ¿qué?

— "¿Qué?" —Repetí lo que dijo de forma incrédula.— Shawn, estoy asustada. ¡Mírame! estoy cubierta de sangre por todas partes, no tengo idea de qué es lo que está sucediendo, y por más que te pido que me cuentes todo, no lo haces, no confías en mí.

Shawn se quedó callado sin saber dónde mantener sus ojos, me miraba, después dirigía su mirada hacia algún punto perdido, y luego a otro, se notaba que no sabía que hacer ni que decir.

Era extraño, después de decirme que lo estaba volviendo loco simplemente me ignoró, era la primera vez que cruzábamos palabra después de horas de una larga caminata en la cual se suponía que estábamos regresando a San Diego. No sabía en qué sentido lo volvía loco, no me permitía hacerme más ilusiones, sabía que no lo decía de una manera romántica, como solía pasar en las telenovelas; lo decía porque estaba harto de mí, y lo entendía, sólo estaba quejándome la mayor parte del tiempo, pero a la vez me entendía también a mí, y me justificaba, había presenciado y actuado en tres asesinatos en menos de un día, ¿cómo podría estar bien después de eso? sin contar que había sido cruelmente maltratada y sufrí un intento de violación dentro de un secuestro.

Y como era de esperarse, el castaño sin decir una sola palabra se dio la media vuelta y siguió caminando. Apreté mis manos en puños y antes de marcharme en otra dirección le grité:

— ¡Perfecto, sino confías en mí no veo porque debería seguir contigo!

Sin esperar palabras o alguna reacción de su parte me giré a la derecha y crucé corriendo la carretera frente a mí, un auto pasó segundos después y sonó el claxon en cuanto me vio, lo ignoré y seguí con mi camino pensando qué demonios haría. Debía de seguir en la misma dirección que Shawn, no tenía opción, debía volver a casa para reunirme con Tyler y mi madre, además una enorme herida en mi nuca me daba fuertes punzadas constantemente y hacía que quisiera mocharme la cabeza, definitivamente también debía de visitar el primer hospital que encontrara, y después de eso trataría de ir con un psicólogo antes de que mi mente explotara. Un momento...