Capítulo 28

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XXVIII: ¿Por qué?

Shawn Mendes

16 de Agosto, 2017.

Una vez más me encontraba saliendo de la universidad de música en la que cursaba mi octavo semestre, dentro de poco tiempo terminaría la carrera y podría dedicarme por completo a trabajar, deseaba que la presión que sentía en esos momentos disminuyera por mucho y pudiera volver a Woodside junto a mis padres y mi hermana menor, mover mi pequeño local hacia allá e impartir clases a las personas del pueblo que quisieran saber tocar diferentes instrumentos y otros que anhelarán poder cantar como un cantante, sabía que no era un profesional, pero la música me apasionaba tanto que no quería dedicarme a nada más, solo quería trabajar e inspirarme con ella.

Luego de caminar unas cuantas cuadras escuchando la misma canción en mis audífonos durante todo el trayecto desde el lugar de mis estudios hasta mi establecimiento (en una de las plazas más reducidas y menos conocidas de la ciudad) por fin llegué y solté el estuche que guardaba mi guitarra para relajar mi hombro. Mientras observaba a mis alrededores introducía la llave dentro de la puerta, todo lucía muy vacío, los demás locales comenzaban a abrir después de la hora de comida, pero yo era un joven universitario que no tenía un buen sitio al cual llegar después de clases, estaba completamente solo y solía tener dificultades para poder pagar la renta de mi sitio, a veces impartir clases no era suficiente; por eso no podía tener una mejor locación, pero no podía quejarme, por algo tenía que comenzar.

Minutos después, me encontraba tendido sobre la silla con ruedas detrás de mi escritorio, observaba la guitarra en el estuche abierto que había dejado a un lado de la puerta y escuchaba mis tripas rugiendo, puse una mano sobre mi estómago e hice una mueca dolorosa. Tenía tanta hambre, pero tendría que esperar a recibir el dinero de la primera clase para poder comprar algo, lo que me quedaba de aquella semana lo había gastado en mi almuerzo durante el receso en la universidad. Vaya vida, extrañaba las comidas de mi madre y además comerme las sobras del plato de Aaliyah, mi hermana era extraña, siempre dejaba algo en su plato, mientras que yo lo dejaba reluciente de tanto pasarle el dedo y eliminar el más mínimo rastro de comida en él.

Miré mi celular esperando ver alguna señal del chico al que se suponía que debía darle clases a partir de las dos de la tarde, pero para mi desgracia había pasado una hora entera y no había señal de que mi cliente llegara en algún momento, suspiré resignado y pude escuchar como mi estómago lloraba. Me di ánimos internamente yo solo, estaba acostumbrado a que la gente me cancelara la mayoría del tiempo, pero no entendía por qué lo hacían, a veces pensaba que era porque me veían tan joven e ingenuo que nadie podía tomarme en serio, o había una pregunta que siempre rondaba por mi cabeza y me atormentaba que la respuesta fuera un cruel no, ¿era un buen profesor de música? ¿lograba dejar alguna enseñanza en mis alumnos?

Unas risas fuera de mi local llamaron mi atención cuando estaba a punto de quedarme dormido en mi silla, me tallé los ojos y me acomodé en mi lugar para luego de unos segundos ver como una chica entraba en mi local, seguida de un acompañante suyo que mantenía las manos en su cintura, deduje que eran pareja por su comportamiento y sonreí agradablemente hacia ellos, aunque en realidad quería vomitar de verlos dándose tanto amor, no me gustaban tanto las pruebas de afecto, ni siquiera mi novia Lara lograba sacar mi lado cursi tan seguido, tenía una manera extraña de demostrar mi cariño y no era con mimos y caricias.

— Buenas tardes —La morena me robó las palabras de la boca, volví a juntar mis labios en una sonrisa media mientras que la veía mostrándome una hilera de dientes derechos y blancos, su color de piel hacía que su dentadura luciera aún más y logró hipnotizarme por unos segundos.— quería informarme sobre las clases de... ¿qué será bueno, amor?

I'll find you » Shawn Mendes©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora