XXXIX: El ruido más fuerte.
Sentada junto a mi mejor amigo en una de las tantas mesas del comedor de mi instituto observaba a cada estudiante, mi mirada se perdía en algún punto y después se dirigía a otro sin mirar algo exactamente, mis ojos miraban todo sin control de un lado a otro mientras que los recuerdos invadían mi cabeza como si quisieran hacerme estallar en mil pedazos.
Había regresado al colegio, después de tantos días mi rutina volvió a normalizarse, mis días eran "normales" como lo eran antes de que Shawn Mendes comenzara a ser parte de mi aburrida vida, esa aburrida vida que por un momento se volvió oscura y abrumadora por fin comenzaba a tener algo de luz, luego de tantas noches eternas y mañanas en las que parecía que el sol no quería saludarme para desearme un buen día, comenzaba a sentir amor por mi vida tan ordinaria que antes odiaba y quería cambiar.
Aunque mis días comenzaban a mejorar, no todo dentro de mí estaba sanando como yo lo esperaba, en realidad era inevitable llorar todas las noches hasta quedarme dormida pensando en todas las vidas que arrebaté, no lo hice directamente, pero fui partícipe y eso me hacía querer confesarme con todo el mundo, podría tomar un megáfono y gritarlo a los cuatro vientos, "¡Soy una asesina!", era lo que mi subconsciente me repetía todos los días, todas las horas, todos los minutos, todos los malditos segundos.
No sabía nada de Shawn, cualquier tipo de comunicación entre nosotros había dejado de existir. El castaño había huido de San Diego junto con Lara Jones y Cameron Dallas, el día que se fueron tuve una pequeña plática con Cameron, me dijo cosas que lograron mantenerme inquieta y sin dormir por dos días enteros.
Gracias al mejor amigo de quien había sido un misterio para mí, sabía que Shawn se encontraba feliz y despreocupado, tanto así que había decidido irse por meses de nuestra ciudad o al menos el tiempo que fuera necesario para que las investigaciones de todos los asesinatos cometidos a nuestras manos fueran cerradas. Él ni siquiera quiso ir con la policía y dar aviso de su aparición, simplemente quiere seguir sin dar señales de vida al mundo, mientras que su rostro sigue apareciendo en televisión: maestro de música sigue sin aparecer.
Por más que lo intentara, no podía dejar de pensar y pensar en lo mismo, Shawn era lo único que rondaba por mi cabeza, y la culpabilidad que me estaba matando por ocultar lo que realmente había estado pasando y no declararme culpable con la policía, sentía que bastaban solo días o incluso menos tiempo para que encontraran cualquier cosa que los condujera a Shawn o a mí, y no sabía cómo evitar eso.
Cada día pedía al universo sin parar que nada saliera a la luz y me ayudara a serle indiferente a mis grandes secretos. No quería que Shawn fuera descubierto y enviado a la cárcel, no me gustaba ni siquiera imaginarlo detrás de unas rejas, jamás quería saber que alguien privaba de su libertad, y tampoco quería que me descubrieran a mí, de ser así ya no estaría para ayudarlo, pero entonces me preguntaba ¿él también me ayudaría a mí?
No podía mentirle a nadie, trataba de mostrarme fuerte y hacerles creer a todos que no era débil, cuando en realidad solo estaba asustada y ahora cualquier movimiento me hacía ponerme a alerta, como si alguien fuera a atacarme. La manera en que todo cayó sobre mí y me había dañado era muy obvia, las personas me miraban con lástima y eran más amables de lo normal, en realidad ellos no sabían nada, no tenían ni la más mínima idea de que sucedía en realidad.
Me di cuenta como Noah Bennet me observaba desde una de las mesas en el centro de la gran sala del comedor, en seguida bajé la mirada dándome cuenta de que me había perdido por mucho tiempo dentro de mis pensamientos infinitos. Tomé con ambas manos el trozo de pizza que Tyler había traído para mí y tan solo lo observé.
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I'll find you » Shawn Mendes©
FanfictionRiley Blake llevaba una vida normal y aburrida como la de cualquier otro adolescente en su ciudad, pero todo tomó un inesperado giro cuando encontró una cámara que escondía secretos, los cuales fueron las pistas que la llevaron a la verdad. Una bús...