39.

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-¿Está todo en orden Bill?- dije un poco nerviosa.

-Si pequeña ¿porque?- dijo dirigiéndome una pequeña mirada para después regresar su vista al camino.

-Te notó un poco molesto- este soltó un suspiro para después embosar una pequeña sonrisa.

-Eres muy observadora pequeña, Jack y Gema me abrumaron con sus preguntas de que porque carajos queríamos comer fuera y después Gema insistió en que tenía que ir con nosotros a lo cual me negué- sabía perfectamente porque razón mi amiga quería estar lo más cerca de nosotros posible.

-Creo que sospecha algo- este soltó un pequeño gruñido y asintió.

El resto del camino nos la pasamos hablando de otras cosas ya que no queria que Bill se enfocara en el tema y se pusiera tenso, después de unos diez minutos más o menos llegamos a un pequeño restaurante, Bill se bajo prácticamente corriendo para después abrirme la puerta y ayudarme a salir como todo un caballero, en cuanto sali nos dirigimos a la entrada, en cuanto estuvimos dentro pude notar que era un lugar sencillo pero lindo, nos sentamos en una mesa junto a la ventana y empezamos a ver los menús que ya estaban sobre la mesa, después de unos minutos vino una mesera que en cuanto vio a Bill puso una sonrisa de oreja a oreja.

-Hola buenas tardes y bienvenidos sean ¿que desean ordenar?- dijo sin borrar esa sonrisa de su cara a lo cual yo la mire con el de ceño fruncido.

-¿Que vas a desear tu mi pequeña?- dijo Bill mirandome con una pequeña sonrisa.

-Bueno mi hombre yo quiero una hamburguesa con queso y un refresco de uva- dije mientras miraba a la mesera la cual había borrado esa estupida sonrisa de su rostro.

-¿Y usted caballero?- dijo la mesera más que sería.

-Yo quiero una ensalada de pollo y de tomar una agua embotellada al tiempo- dijo Bill con una sonrisa burlona.

-¿Algo más que deseen?-nosotros negamos -Muy bien, enseguida les traigo su orden- y sin más se fue.

-¿Sabes que eso me gusta? -dijo Bill mientras me miraba de una manera que no supe descifrar.

-¿Que cosa?- dije un poco confundida.

-Que digas que yo soy tu hombre, me hace saber que ya tienes en claro que me perteneces- no se porque pero senti un cosquilleo en mi abdomen.

-Oye Bill ¿puedo saber de que quieres que hablemos?- dije un poco nerviosa ya que no sabía cómo responder a su anterior comentario.

-Bueno pequeña creo que hay que llegar a un acuerdo y establecer ciertas reglas para esto que estamos haciendo ¿no crees?- ya lo sabía, pense.

-Me parece perfecto mi hombre- en mi rostro se dibujo una pequeña sonrisa a lo cual Bill tomó ligeramente mi mano la cual estaba recargada sobre la mesa.

-Bueno estableceremos diez reglas, cinco y cinco y podremos aceptar o negarnos, ¿te parece?- yo solo asentí -Muy bien, ¿que regla quieres establecer primero?- honestamente ya sabía muy bien lo que yo quería.

-Bueno, número uno, no le diremos a nadie lo que está pasando- este me dedicó una pequeña sonrisa.

-Acepto, bien yo pondré la segunda regla, no nos demostraremos cariño en público, sólo será cuando estemos a solas- no se porque sentí un nudo en el estómago.

-Acepto, número tres, por ningún motivo podremos celarnos- este fruncio el ceño y negó.

-Me niego, ¿acaso quieres que me quede tranquilo mientras algún idiota te coquetea o tu miras a alguien más?- yo solté un suspiro.

Mi Odioso Jefe (Bill Skarsgard Y Tu) Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora