7.

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-Me parece perfecto señor Skarsgard pero sabe una cosa, yo siento que debemos ser equitativos así que yo también voy a poner mis propias reglas ¿le parece?- el me miro serio pero asintió lo cual me sorprendió -Bien, numero uno nunca mas se hablara de lo que paso, numero dos esto no se volverá a repetir, me refiero a los besos y al sexo, numero tres por ningún motivo podrá celarme, numero cuatro por ningún motivo olvide que nos tratamos con formalidad así que nada de llamarme por mi nombre o apodos y numero cinco se respetara nuestras reglas que teníamos establecidas antes así que hoy es mi día libre así que con su permiso me retiro- y sin mas me levante, estaba a punto de irme pero este me tomo de la muñeca haciendo que lo volteara a ver.

-Siéntese señorita Black que no hemos terminado- me zafe de su agarre y me volví a sentar.

-¿De que mas quiere hablar señor Skarsgard?- dije tratando de no gritar aunque ganas no me faltaban.

-No voy a seguir sus reglas, son totalmente absurdas- yo solté una carcajada.

-¿Y cree que las de usted son racionales?, mire señor Skarsgard mis reglas son totalmente justas, seguiremos como antes y nos olvidamos que esto paso- trate de no sonreír al ver la cara de disgusto que puso porque sabia que el era el que estaba perdiendo mas.

-Disculpen que los interrumpa pero ¿van a querer algo mas?- dijo Elissa con una sonrisa apenada.

-La cuenta por favor- dijo Bill tratando de sonar normal.

-Claro que si- y sin mas se retiro.

Estuvimos mas o menos un minuto esperando hasta que Elissa trajo la cuenta, rápidamente Bill la pago y sin mas cada quien se levanto de su asiento y así salimos del restaurante, camine en dirección opuesta a Bill y cuando estaba a punto de llegar a la salida este me tomo del brazo y me hizo caminar junto a el.

-¿A donde demonios cree que iba señorita Black?- dijo mas que molesto.

-Señor Skarsgard suélteme, hoy es mi día libre así que puedo ir a donde yo quiera y sin necesidad de pedirle permiso- dije tratando de soltarme de su agarre.

-Le recuerdo que soy su jefe y usted debe hacer lo que yo le ordeno que para eso le pago- yo solté un enorme quejido ya que estaba comenzando a lastimarme.

-Señor suélteme que me esta lastimando- dije casi en un lloriqueo a lo cual este me soltó, me detuve unos segundos para sobar mi brazo adolorido.

En cuanto Bill noto que ya no caminaba junto a el volteo y vio que era lo que estaba haciendo así que se acerco a mi con cara de preocupación.

-¿Se encuentra bien?- yo solté un suspiro y asentí.

Seguí caminando adelante de Bill aunque no tenia ni idea de adonde íbamos, de repente este tomo mi brazo adolorido haciendo que soltara un enorme grito provocando que varias personas nos voltearan a ver.

-Señor Skarsgard no me tome de ahi por favor porque me duele- lo mire a los ojos y este se veía arrepentido.

-Deme mi celular y váyase a donde se le de su gana- yo solté un suspiro y asentí.

Abrí mi bolsa y saque el celular de Bill y se lo entregue, este solo asintió y sin mas camino a toda prisa alejándose de mi, me quede parada unos segundos pensando en que iba a hacer y lo mas importante ¿como rayos iba a regresar al hotel, de repente se me ocurrió una idea, le llamaría a Gema y le diría que estaba en el centro comercial aunque no sabia como iba a reaccionar después de lo de hace un rato, saque mi celular y marque su numero, nada perdía con intentar ¿oh si?, después de unos segundos contesto.

-Bueno- dijo en un tono bajo haciéndome saber que estaba super aburrida.

-Hola hermosa ¿estas ocupada?- dije tratando de aguantarme la risa ya que era mas que evidente que no.

-¿Que necesitas preciosa?- yo solté un suspiro.

-Estoy en el centro comercial ¿vienes?- la escuche soltar un gruñido.

-Discúlpame cariño pero después de como me trato tu jefe hace un rato no quiero estar cerca de el, nada mas para lo absolutamente necesario claro esta- me lo imaginaba.

-No te preocupes, el señor Skarsgard no va a estar con nosotras- la escuche soltar un gritito.

-¿Y eso porque?- sentí una mirada muy fuerte sobre mi, voltee para todos lados pero no veía a nadie sospechoso.

-El señor Skarsgard se enojo conmigo así que me pidió su celular y me dijo que hiciera lo que me diera la gana- ella soltó un gemido de sorpresa.

-En veinte minutos estoy contigo- y sin mas colgó.

Me acerqué a la fuente que estaba en medio del centro comercial y ahí me senté, honestamente me sentía muy molesta ya que por un segundo crei que las cosas iban a estar bien con Bill pero una vez más me equivoque, sin querer una lágrima resbaló por mi mejilla y fue a caer directo a mi mano derecha, solte un par de sollozos más junto a unas lágrimas, de repente sentí que alguien acariciaba mi mejilla, levante la vista y vi que era una niña de unos cinco años tal vez.

-¿Polque llolas antelito helmoto?- dijo en un tono tan dulce que no pude evitar sonreír.

-Por una persona mala que me hace sufrir- dije en un susurro mientras la pequeña limpiaba mis lágrimas.

-No lloles antelito helmoto, mi papi dice que los antelitos no llolan polque natie vale talto como pala tenel lo más sagado- yo solté una pequeña risita.

-Pero yo no soy un ángel encanto- ella tomo mi cara con ambas manos y me hizo verla a los ojos los cuales eran de un hermoso color verde.

-Clalo que eles un antelito polque los antelitos son helmotos y pelfeltos- yo sonreí ampliamente mientras acariciaba la cara de la pequeña.

-Gracias corazón- dije dedicándole una enorme sonrisa.

Mi Odioso Jefe (Bill Skarsgard Y Tu) Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora