Capítulo 50

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Andy

—Amor...

—¿Mmm?

—Levántate, tienes que ir al trabajo.

—No quiero—dije envolviéndome aún más en las sabanas—Iré mañana.

—Andy, ya te has ausentado bastante debido a la situación de Allison—intentó razonar conmigo Denise.

Me giré a verla y sonreí.

—¿Acaso puedes ser más hermosa?—pregunté mirándola directamente a los ojos. Ella rodó los suyos.

—Iré a preparar el desayuno—dijo mientras depositaba un beso en mis labios y se levantaba de la cama.

No podía creer que me casaría con esa mujer dentro de tan poco tiempo, y tampoco podía creer que Allison estará ahí para presenciarlo. Ella ha sufrido tanto con nuestros padres, mucho más desde que me fui y no tuve el valor de ir por ella y pelear su custodia, pero no iba a servir de nada, mis padres son muy poderosos y tiene muchas influencias, de nada iba a servir que un mocoso como yo se metiera con ellos, sería simplemente patético. Pero ya todo está en el pasado, Allison está aquí, conmigo, y eso es todo lo que importa.

Me levanté de la cama e hice camino hacia el baño, donde hice mis necesidades matutinas y cepillé mis dientes, además, me afeité, ya estaba comenzando a parecerme a papá. Una vez de vuelta al cuarto busqué mi ropa de trabajo y puse la corbata al rededor de mi cuello sin amarrarla, eso lo haría Denise, yo soy un desastre.

—¡El desayuno ya está listo!—escuché a Denise gritar desde la cocina.

—¡Un segundo!—respondí mientras me ponía las medias color gris. Luego me pondré los zapatos.

Salí de la habitación hacia la cocina y Denise estaba poniendo 3 platos en la mesa.

—Huele delicioso cariño—aseguré.

—Gracias—sonrió con orgullo—cada día voy mejorando—se dirigió al refrigerador y sacó un jugo de china—ve por Allison, no quiero que coma desayuno frío—ordenó.

—Vaya, ya comenzamos a recibir órdenes–bromeé y ella me miró divertida—Sargento—puse mi mano en la frente como hacen los militares y me dirigí a la habitación de Allison—Ally, el sargento Denise necesita de tu presencia en la mesa—dije mientras tocaba la puerta. No hubo respuesta.—Allison Snow, no seas tan dormilona y levántate, se enfriará el desayuno—no obtuve respuesta. Fruncí el ceño. Tomé la manija de la puerta y la abrí.

No había nada, completamente nada. Solo una cama vacía con un escritorio vacío, un armario vacío y un tocador vacío.

Esto no podía estar pasando.

—¡Denise!—grité en desesperación. Comencé a pasar mis manos por mi alborotado cabello—¡Denise ven!

—¿Qué pa...?—se cortó ella misma al ver el estado de la habitación. Tapó su boca con sus manos.—Andy, ¿qué es esto? ¿Dónde está Allison? ¿Por qué no hay nada de ella?—preguntó Denise angustiada.

Yo seguía en estado de shock, no podía creer que no había nada de Allison, es como si ella nunca hubiese estado ahí, como si no hubiera pasado tiempo con nosotros en estos meses.

—¡Mira!—exclamó Denise señalando a la cama—¡Andy mira!—jamaqueó mi brazo y miré a la cama, donde habían pedazos de papeles doblados.

Me lancé hacia la cama y tomé uno de ellos, el cual tenía el nombre de Michael.

—Este dice Andy—dijo Denise entregandome uno de los papeles. Lo tomé y lo abrí con desesperación, y comencé a leer y mientras más leía, más tristeza sentía en mi corazón.

Andy, seguramente cuando leas esta carta ya yo estaré muy lejos de aquí, pero descuida, estoy bien y lo estaré también, soy una chica fuerte y he aprendido mucho en este tiempo que pasé contigo y con Denise y con los chicos. Me han enseñado tanto y he crecido tanto que no sé cómo agradecerles. Mamá y papá me llevaron, amenazaron con hacerte daño a ti y a los chicos, no podía permitir que eso pasara, es por eso que estaba actuando tan rara en estos días, porque no sabía cómo decirte, decirles lo que sucedía. Sabía que si te lo decía de frente te enfrentarías con nuestros papás y honestamente es lo menos que quería, así que es mejor así. Por favor Andy, no me busques, no quiero problemas, sabes que es lo mejor para ambos. Quiero que sepas que esto no es un adiós para siempre, en algún momento nos volveremos a encontrar y eso es todo lo que importa. Gracias por estos maravillosos meses, gracias por enseñarme lo que es ser feliz nuevamente y gracias por elegir a una chica tan increíble como Denise para que sea tu esposa, sé que te cuidará, que ambos se cuidarán. Eres el mejor hermano del mundo Andy, y si las cosas fueran diferentes me quedaría contigo para siempre. No prometo nada, pero si en algún momento puedo escribirte algo lo haré. Te quiero hermano mayor.
Con amor, Allison.

Pd: por favor, te encargo las demás cartas, sé que las entregarás, mi cartero favorito.

No podía dejar de leer la carta, simplemente no podía. Mi Allison, mi hermanita, sola con esas bestias ¿cómo podía permitir eso? No podía, simplemente no podía. Debía de haber alguna manera para recuperarla, para tenerla conmigo, debía de hacer algo...

—Ay Andy—dijo Denise con ojos cristalinos. Yo mismo había soltado algunas lágrimas, pero de rabia, de odio, rencor.

—Tengo que encontrarla Denise, tengo que hacerlo—dije decidido mientras me levantaba de la cama.

—Andy, espera...

—No puedo esperar Denise, mientras más tiempo ella pasa con ellos peor será—aseguré mientras me quitaba la corbata de mi cuello y la lanzaba al suelo.

—Se que esto no es fácil Andy, pero lee la carta de tu hermana, te está pidiendo que no la sigas—intentó razonar.

—Tú no sabes lo que es vivir en esa casa Denise, no permitiré que ella vuelva otra vez. Ya ellos me la arrebataron una vez, no dejaré que me la arrebaten de nuevo.—dije con lagrimas en los ojos—Simplemente no puedo—sollocé.

Denise se acercó a mí y me abrazó. Ambos caímos al suelo mientras yo sollozaba y sollozaba, un sollozo detrás del otro. No podía parar y tampoco quería hacerlo, ya había aguantado bastante, pero jamás lloré, nunca quise llorar frente a Allison cuando mis padres me golpeaban o cuando me reprendían. Nunca quise que sintiera miedo, siempre quise ser ese apoyo que necesitaba, y lo fui, lo fui durando años, pero ¿esto? esto simplemente no tiene perdón, no tiene forma de controlarlo y me siento tan impotente al no poder hacer nada, porque internamente se que sigo siendo el mismo chiquillo con miedo a sus padres y sé que lo que Allison dice es cierto, que es mejor no entrometerme, ¿pero sentarme y hacer nada? Creo que no podrá vivir con la culpa.

—Calma Andy, calma—dijo Denise mientras acariciaba mi cabello.—Todo estará bien, ella es una niña fuerte, inteligente, sabe cómo lidiar con todo esto, además, ya leíste la carta, no será para siempre, la volverás a ver.

—¿Y si no?—pregunté mientras tranquilizaba mi llanto.

—Ven aquí—Denise volvió a abrazarme con fuerza y yo cerré los ojos, esperando que todo esto fuera un sueño o una pesadilla, pero cuando desperté en el suelo de la habitación de Allison, me percaté que no era un sueño, realmente Allison se había ido, y todo por culpa de mis padres, todo por culpa de ellos.

Los odiaba, los odiaba porque me quitaron a lo que más amaba en este mundo. Me quitaron a Allison, y eso jamás se los perdonaré, jamás.

Recuperando a 5SOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora