Recuperando a 5SOS

Capítulo 5

Allison

—¿Qué hacías sola por la calle?—preguntó Michael.

Todavía no puedo creer que esté tomando un café con el mismísimo Michael Gordon Clifford. Si no fuera porque estoy sentada de seguro las piernas me fallarían y estuviera en el suelo convulsionando acerca de lo increíble que es esto. Si les digo a las chicas que encontré a uno de los 5SOS de seguro ni me creerían.

—La verdad—comencé a jugar con la cuchara de mi café—te estaba buscando a ti—sonreí tímidamente. Él abrió sus ojos ante la sorpresa y dejó a un lado su bebida.

—¿A mí?—se señaló confundido—¿Porque me buscabas a mi?—abrí mi boca para hablar pero me interrumpió al instante—no me saldrás que estas embarazada de mí—yo lo miré sorprendida—o que eres una hija perdida o mi sobrina o hasta mi nieta, o mi hija/sobrina/nieta.

—¿Qué?—pregunté con el ceño fruncido—no, nada de eso—negué—y ¿hija/sobrina/nieta? ¿Acaso eso es posible?—él rió. ¿Y si lo como a besos? ¿Sería violación a un oso apapachable?—quería hablar contigo sobre la ruptura.

Su sonrisa al instante desapareció. La alegría que lo llenaba se transformó en tristeza. Relamió sus labios antes de hablar.

—No hay nada de que hablar—dijo en un tono frío y ronco—¿y sabes que? Ya deberías de volver a tu casa, es demasiado tarde para que una chica de tu edad esté sola por las calles.

—Primero que todo tengo 15—dije algo ofendida—puedo salir y llegar a la hora que quiera y segundo ¿tan grave fue lo que pasó para que te pusieras así de tan solo mencionarlo?—pregunté sorprendida.

—Escucha, no es porque quiero ser grosero, pero no tengo porque estar contándole a nadie y mucho menos a una niña que acabé de conocer como los chicos y yo terminamos.

—Gracias al cielo que no querías sonar grosero—dije sarcástica.—Solo pregunto porque creo que es justo que las fans que los han apoyado por tantos años sepan qué demonios fue lo que ocurrió.

Michael me miró por un segundo. Al parecer estaba teniendo una batalla interna si en decirme o no. Si no lo hace no lo juzgo, soy solo una niña entrometida que busca unir nuevamente a una banda que salvó su vida.

—¿Porque?—preguntó luego de unos segundos. Giré mi cabeza algo confundida—¿Porque quieres saber? ¿Qué ganarías con eso? No hay mucho que decir, tenemos nuestras razones.

—¿Porque?—repetí—Pues porque indirectamente ustedes salvaron mi patética vida al igual que las de muchas personas más.—mis ojos comenzaron a picar de tan solo recordad mi espantoso pasado—créelo o no, ustedes chicos hicieron una gran diferencia, ayudaron a muchas sentirse queridas, amadas. Sus canciones tienen mucho sentido, tienen una razón para ser cantadas, para ser escritas, escuchadas. Puede sonar patético pero es la realidad. Aunque no tengan la oportunidad de apreciarlo, hicieron un cambio, hicieron un cambio en mi, hicieron un cambio en mis amigas, hicieron un cambio que no pueden imaginar y es por eso que te pido aquí como fan, como una niña desamparada, como una chica que necesita afecto, que le digas porque su única razón de existir, de sonreír haya desaparecido de la noche a la mañana.

Al terminar de decir todo eso las lagrimas comenzaron a salir por sí solas. Ya no me importaba que la gente me viera llorar, ya estaba acostumbrada a que sintieran lastima por mi, no es como si fuera una novedad. Con mi cabeza gacha y mis lagrimas nublando mi vista no tenía la más mínima idea de que Michael estuviera haciendo. Escuché como la silla donde estaba sentado mi acompañante hacía un chirrido como cuando te levantas y a los pocos segundos unos brazos rodearon mi cuerpo.

—Esta bien—susurró—te diré lo que pasó.