CAPÍTULO 21 "EL DESPERTAR DEL ARMAGGEDON"

10 5 2
                                    

Después de ver torbellinos de ilusiones y eternidad. Donde el silencio era el único acompañante. No sabía cómo era el Armageddon. Suponía que si era un lugar situado en el infierno. Encontraría lava hirviendo destrozando las almas de los condenados. Por fin caí pero mi sorpresa fue ver que no caí en el fuego eterno. Sino en un bastó páramo. Me sopló un viento glacial que me estremeció los huesos. No había rastros de ningún tipo. Ni demonios,ni condenados. Caminé sobre los cristales congelados. Sentí el pasar de sombras pero no veía nada. Scorpions ya no soy. Soy Cristofer,  el guerrero de las sombras y la oscuridad. Pronto descubriría un mundo tan extraño que tal vez no está escrito en ninguna parte. Hasta que después de una caminata eterna me encontré un castillo de piedra enorme incrustado en el hielo eterno. Una voz me dijo."pasa te estábamos esperando"

Era una voz muy seca y ronca, quien me condujo por una puerta tan grande como una montaña. Esta pesadamente empezó a moverse, solo se veia  oscuridad, de pronto unas antorchas se prendieron mostrandome un pasadizo que me encamino hacia los altares de un inmenso trono adornado por calaveras grandes y pequeñas. Solo puede suponer que era el castillo de Lucifer. Cosa que no fue así,  vi arrastrar un silla amuebladas de color rojos por un pequeño hombre espalda recta, el cual no tenía ojos. Supuse que querían que me sentara lo hice por cortesía, unos pasos muy fuertes se escuchaban en un lado del altar, mi sorpresa un ser realmente corpulento, parecía una roca o montaña viviente, su rostro era escondido por una máscara de calavera, sus puños adornados con un guante que llevaban unas increíbles garras capaz de sacar un cerebro de tajo. Se sentó con tal imponencia que trague saliva.

- ¿Tu eres Cristofer? ¿Descendiente del agua y el fuego? has llegado al lugar por el que tanto peleaste, pero aún falta mucho que aprender, todavía no puedes liberar al ejército.   Me llamo lin kang. Seré tu maestro. 

- Perdón. ¿Mi maestro? ¿Qué significa? con toda la intriga que en ese momento llega a mi existencia.

- ¿sabes muy bien que en el mundo de los humanos hay algo que se llama la academia de cazadores de demonios, pues acá existe algo similar.

- ¿Qué?clase de estupidez estoy escuchando. Puedo destruirte como lo hice con Zero, solo es cuestión de que nos enfrentemos.

- Mosquito arrogante, no me compares con esa criatura inferior, ¿acaso no sabes que en el Armaggedon se sigue luchando por sobrevivir? ¿Cómo podrías organizar un asedio al mundo sino conoces nada de ellos? ven, ponte de pie, muéstrame esa confianza. 

Creo que si fui muy arrogante y promoto me haría comer mis palabras. Lo cierto es que él se puso de pie, yo tambien lo hice me indicaba con el dedo de atacarlo, cosa que obedecí al instante, lance un puño a una muy buena velocidad y con una fuerza similar a la que derroto a Zero, mi sorpresa fue ver que él con una sola mano la bloqueo, me sostuvo la mano en la suya, apretó tan fuerte que tuve un pequeño grito de dolor. 

- Contempla Cristofer, nosotros desde que fuimos encarcelados en este lugar hemos tenido que ser más fuertes que el mismo Lucifer pero son esos sellos y conjuros que no nos dejan salir, solamente alguien que fuera capaz de derrotar a Zero podía tener el acceso a éste mundo y abrirnos la puerta. Tu eres nuestra única salida, y debes ser lo suficientemente  fuerte para sumir lo que se vendrá después. No sabes que pasaría con el mundo sin salimos, no es tan simple que destruyamos la humanidad, existen otras prioridades que pronto descubrirás. Sin mas ni mas, bienvenido al Armaggedon.

 Después de arrojarme con una gran facilidad, detrás de él se abrió una especie de portal, en el cual entre a un mundo que dejo mis ojos no podían creerlo.

Descendientes del AmargedonWhere stories live. Discover now