CAPITULO 26 "CHARLA CON SOFIA Y ANAIS"

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Regresamos a la mesa, estaba feliz por lo que pasó. Me hice de nuevo a la lado de Sofía que nuevamente me abraza.

-¿Quieres decirme? ¿Por qué?

- Padre. Al menos me has servido motivo para fortalecerme. Hasta de mal ejemplo sirves para no cometer los errores. Desde ese día entrene como loca y ahora soy la mejor de mi generación e incluso amiga directa de Anaís.

- Me siento orgulloso. Vez que tenia razón.  Eres una poderosa guerrera eso me gusta.

-padre ¿Cómo es el tal Armageddon?

-Horrible hijita. Vi que todos me prestaron atención incluso un joven que jamás había visto, acabado de llegar y saludaba a Anaís. Tenia un carácter muy antipático y veo que a Evans no le agrada mucho su presencia. El hombre no me huele a humano. Muy parecido a los vampiros que mate aquella vez.

- El Armageddon es un lugar destinado a los grandes guerreros que dejaron llenarsen de maldad. Allí tienen un lugar especial donde son puestos a luchar hasta el final. Siempre deben estar peleando.  Estoy aquí porque el dichoso ejercito aún no esta listo y yo tampoco. Tengo un entrenador que me concedió el deseo de llegar acá.

-¿Tienes entrenador? Pregunta intrigada Elif.

- Así es amiga y es bastante grande, temperamental pero justo.

-¿ Entonces vendrás cada tanto tiempo?. Me pregunta entusiasmada Sofía.

-Por supuesto pero ¿Ya no me quieres matar?

-No. Ese honor solo lo tendrá Anaís.

- A propósito dónde está ella. Me queda poco tiempo y debo hablar con ella.

-Se fue con Derek aún lado. Me dice Tessandra. Mariana, Sofi ahora vengo. A mi hija le doy un abrazo y Mariana un beso aún sigo sin la máscara.

Por cada paso que daba escuchaba que dos personas discutian. Una de las voces era Anaís y la otra de ese tal Derek que me generó molestia a primer vista.  No sé que estaban discutiendo pero vi como este ser intentaba dominar con sus palabras a Anaís.

Que clase de ofensa era esa. Nadie puede doblar a Anaís. De hecho si ella lo hace conmigo no habrá otro que lo haga con ella. Esto me molestó bastante.  Vi como le propinaba una buena bofetada. Anaís siempre sabía defenderse, de todos modos hablé.

-Hey gusano. ¿Qué intentas hacer con Anais?

El hombre utiliza una velocidad interesante y se puso enfrente de mi desafiante.

-¿Quién eres tú? ¿Que te importa lo que haga con ella?

- Soy Cristofer y me importa porque es mi principal rival. No te metas en este asunto. Chupa sangre

-¿Sabes que soy? Pero ¿tú qué eres?

- Soy un guerrero demonio que jamás se arrodillado ante nadie ni siquiera al Cónclave. Que cobardes salieron los vampiros, pueden que mantenga su cuerpo atractivo como siempre lo he visto que vuelve locas a las chicas. Miro Anaís con forma de burla, - pero le temen aún montón de prepotentes que lo único que les importa es no perder su lugar.

Ahora sí el poder de la palabra estaba en mis manos. Este ser estaba realmente enojado.

- Escuche que fuiste el que derrotó a Zero. Ni yo me lo hubiese imaginado. Un ser tan poderoso como el caer ante tus manos. Aunque déjame decirte el era un viejo con ganas de retirarse no sería raro que se dejará vencer a propósito.

Ahora lo estaba haciendo conmigo. Zero luchó con toda su fuerza. Los golpes que me dio jamás volveré a sentirlo con otro. La tensión se colocó en el ambiente y Anaís grita. -basta los dos. Tú Cristofer no me subestimes y tú Derek no seas impertinente.

- Anaís necesito hablar contigo antes de irme.

- ¿De que quieres hablar?. Mira a Derek fulminante. - vete no tienes velas en este entierro.

- ¿Tú me lo vas a impedir?. Dice con burla.

-No. Yo lo haré. Entonces puse un campo de sombras que me dejaba a sola con Anaís. Ese truco lo aprendí del mismo Zero, aunque Derek nos viera no podía escuchar o entrar. Frustrante para este pendante.

-Bueno que quieres. Dice imperativamente Anaís.

- Ese día vi sangre de demonio dentro de ti. ¿Por qué? No eres una guerrera demonia. ¿Que significa? Podríamos ser tu y yo cercanos como hermanos o algo así.

Creo que lo del hermano no le gusto.

- Yo no soy hermana de un gusano como tú. Mi sangre fue combinada con la de un demonio para salvarme.  Esa es la respuesta creo que esta conversación llegó a su fin.

- No Anaís. No ha llegado. Debo decirte que el Armageddon guarda el alma de la venganza.  Todos fueron lanzados al foso sin razón, quiero decirte que hay gato encerrado en todo esto. Aunque seamos rivales deberemos pelear juntos algún día. Solo reconsidera tu labor. ¿Quieres proteger a la humanidad? Adelante pero no toda. Voy a averiguar si puedo llevarte a este lugar para que escuches los testimonios de estos entes. Jamás te arrodilles ante nadie. Tú rebeldía no es un defecto como lo dicen tus líderes. Es más bien un don que la oscuridad  te ofreció.  En el Armageddon hay más sentimientos que en el Cónclave. ¿Qué dices?

- Lo meditaré y te confirmo.

- Es suficiente. Quitó el campo y Derek se me lanza dándome serias amenazas. Yo solo lo miro y le digo: -Mira tengo dos colmillos de dos vampiros que mate cuando apenas inicie. No hagas que seas el tercero.

Me había dado cuenta que por alguna razón solo Anaís podría derrotarme no sé porque. No sé qué misterios guarda que ni siquiera ella sabe. Tal vez llevarla al Armageddon algo pasaría.

-Hija, Mariana me voy pero regresaré las amo. Un día en el Armageddon son tres meses,  así que dentro de un tiempo nos veremos. Solo quiero regresar para averiguar algo y ya después me quedaré con las dos.  Volteo a mirar a los demás: -Anaís, Tessandra, Elif y Evans muchas gracias me gustó compartir este momento con ustedes. Volveremos a pelear téngalo por seguro.  Derek no me importa conocerte pero no subestimes a Anaís. Puede destruirte. Sin más partiré. Le di una abrazo a Sofi un beso más a Mariana. Me puse la máscara y desaparece en las penumbras de la noche.

Descendientes del AmargedonWhere stories live. Discover now