CAPÍTULO 15 "MI HIJA Y YO"

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Estábamos frente a frente, yo acostado y ella sentada a mi lado, ninguno decía nada, no quería articular palabras  hasta que ella lo hiciera primero, pero no lo hacía, me aseguraba que no fuera otra magia de aquella bruja pero no, no lo era. Finalmente me arriesgué. 

- Sofi, yoooo... 

- Casi que no, siempre eres el primero en atacar pero ahora no eres capaz de hablar primero,  ¿Cierto?  acaso le temes a tu propia hija. 

- ¿Qué puedo decir?  ¿Lo siento?, se lo digo con sarcasmos

- Por supuesto que no, seguramente ese humano que enamoro a mi madre hace mucho tiempo murió,  solo quiero preguntarte. ¿Aun sigues pensando en destruir el mundo conmigo y con tu amor abordo?. 

- Aprendiste a tirar veneno pero por tu lengua ¿verdad? ante esa pregunta... allí me quedé, no pude decir nada. - ¿Entonces somos papá e hija?

- ¿Lo dudas? quiero confirmar algo, hace ¿cuántos años ha pasado desde esa vez con mi madre?

- Déjame recordar, hace 17 años y casi 10 meses.  Sofía miraba más atenta a mis respuestas. 

- Justamente la edad que tengo, no hace mucho entré a la academia. Entonces todo apunta que si eres mi padre, o la esencia de lo que fuiste. No se si tenga algún legado tuyo con lo que eres ahora. 

- No lo creo, el día que llegaste al mundo aún no era lo que soy en este momento, dices que los escorpiones te siguen, es porque el sello que tienes los atraes y te ven  como si fuera yo, es probable que en el momento de alguna herida haya introducido algo de su poder en ti, tal vez si tengas algo  mío  de este este presente, pero no lo se. 

Sofía se queda en silencio, meditando todo lo que hablábamos,  se acomodó más en el tablón en el que estaba y se sentó dejando que sus pies se balanceara, la mire por un instante, un rayo de sol dejaba ver su rostro angelical. 

- Por eso quiero que me estudien, quiero saber si tus pequeños amigos me dejaron también parte de tu poder y que me digan. ¿Qué debo hacer?  seria interesante compartir más que la sangre contigo, sino  tu poder.

Algo no me olía bien, ya no me miraba a mí sino al piso, sus palabras eran muy sutiles como el viento, nunca soltaba mi mano, ¿será que al ser así aceptaría irse conmigo y juntos destruir la humanidad? sería una ilusión que nacía en mi mente. De esta manera no tendría el problema de ponerme encontra de ella. Ahora que sabía que era mi amada hija. Serie de los primeros villanos que cumpliría su misión al lado de su ser querido.  

-¿Qué harás si es así? o ¿Si no es así? 

Allí me soltó la mano se paró y clavó su mirada con total frialdad contra mi, algo me decía que su respuesta sería dura.

- Si no lo soy, seguiré como cazadora de demonios, seguire esforzandome para ser fuerte y vencerte. Mi único objetivo es tu destrucción, no permitiré que le hagas nada a la humanidad.  Y lo soy, si comparto tu poder. Lo utilizare en tu contra, mi padre, Cristofer ya no existe, solo queda una gota de lo que fue, tu no lo representas y me vengare, vengare la muerte de mi padre. Eso te lo prometo.  

Al menos no le hice nada a su madre, no me imagino donde eso hubiese pasado. Algo me decía que si  compartía mi poder y por eso era capaz de generar esa frialdad tan potente. 

- Entonces libérame, demos un plazo y vendré a enfrentarme contra ti. Me parece correcto vengar la muerte de tu padre. Ven desatame de muestra el valor que hay dentro de ti.  Quítame estos amarres que no me dejan moverme por culpa del sello, sólo tú puedes liberarme. Quedó en silencio, seguramente pensando lo que dije.  

Descendientes del AmargedonWhere stories live. Discover now