CAPÍTULO 28 "UN MOMENTO DE PAZ"

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salimos  de portal,  solo que esta vez llegamos a un lugar desconocido, un bosque enorme. Tal vez utilizar esas llaves era complicado y significaba que llegarias a cualquier parte del planeta, el lugar lo comprobaba todo. Aire fresco, todo era verde,  se sentía una gran tranquilidad. Todo lo opuesto a lugar del que veníamos.  Mire a Carlos quien estaba inmóvil extasiado por la tranquilidad este sitio. - ¿Podemos estar aquí un rato? no sentía esta brisa desde hace tanto tiempo.  Antes de ver a Sofía y enfrentarme a lo que se viene quiero tener paz por un momento. 

- Claro que sí, creo que hay un río cerca, meditemos allí. Los dos nos acercamos, tocamos las frías pero reconfortable agua. Nos sentamos y escuchamos nuestro entorno, no había gritos, ni dolor, ni nada de esto. Me percate que mi compañero estaba una paz gigante. Después de unos 30 o 40 minutos él habló. 

-¿Cristofer qué hacemos ahora?  con intriga pregunta Carlos.

- Primero sacaremos a  Sofía de ese lugar inmundo,   la convenceré de que se una nosotros, luego hablaré con Anais como su sangre es de demonio puede ser parte de esto. Creo que su rebeldía es la clave para ponerla en contra  de quienes la juzgan. 

- Anais... si la recuerdo, muy  linda la chica pero no tanto como Sofía con todo respeto. Era una chica ruda esta Anais, pero con un pasado muy triste. Seria muy buena guerrera demonia.

Me había dado cuenta que todos los guerreros demonios tenía oscuridad en su alma, un pasado cruel que los hacían convertir en los monstruos que son, Anais aunque no pintaba para este perfil tambien lo tenia, recordar la injusta muerte y el maltrato a su madre debe ser duro para ella. Tal vez en el fondo quiere vengarse de sus líderes por esto, pero no lo hace por alguna razón.  Su verdadera fuerza está oculta, si tiene la esencia de un demonio pero también la de un ángel, quiere decir que tiene escondido un gran poder que podría servir para el cambio del mundo

- Vamos Carlos. Nos paramos y muy incomodo me pide un favor.

- Señor, llámame Kahn, me gusta más que ese nombre que me dieron los que me abandonaron.  

- Esta bien, vamonos. 

El joven me comentaba que al estar en el Armaggedon y después de pelear tanto tomó esa figura imponente pero que en el fondo a un era frágil, no  debil, fragil pues sus heridas internas aun estaban abiertas. Caminamos en medio de ese bosque, algunas a veces pasaban por nuestro lado, pequeños roedores corrían al paso nuestro. Íbamos con tranquilidad no queríamos acelerar todo despues de un rato casi 6 horas llegamos a la dichosa academia, me daba repulsión de estar allí pero lo hacia por Sofia y también por Anais. Era de día, una gran algarabía se escuchaba, unos carruajes, carros lujos se veían en el paradero. Algo majestuoso estaba pasando, de pronto Kahn me dijo: -Mira, allá van los de la corte imperial vampirica. Hay va sus líderes yyy el príncipe de este grupo.  - Así que este es el príncipe de los vampiros, son tan obstinados que no sean dado  cuenta de nuestra presencia y no estamos haciendo esfuerzos para ocultarnos. - Eso se debe a que supuestamente estamos extintos y algunos ya no tienen la habilidad de sentirnos de ninguna forma.  Una explicación muy elocuente de mi compañero.

- Oye pero que resentido eres Cristofer, ¿No soportas la elegancia y el protocolo? Eso es lo único que nos falta a nosotros y es reunirnos al menos para festejar nuestras victorias pero no, solo nos reunimos para matarnos entre nosotros. 

- Lo que no entiendo es que su gran orgullo no les ordena no obedecer al Conclave, me pare absurdo. 

Mi vida es una sorpresa entre sorpresa hasta ese momento sentía una paz muy confortable, lastima que durara tan poco.  No acaba de asimilar que al de mi lado era el joven que mate y que critique tan duramente y ahora era un poderoso guerrero demonio, cuando de pronto vi que de un increible mercedes benz negro con vidrios polarizados se baja una mujer esbelta y hermosa, según Kahn era una vampira de alta sociedad por la cantidad de adornos que tenía y el símbolo en su auto de dicha corte. Mi sorpresa al ver su rostro fue saber que era la persona que menos esperaba y de nuevo la confusión llegó porque mi historia se seguía enredado cada vez más. 

Descendientes del AmargedonWhere stories live. Discover now