Descendientes del Amargedon

CAPÍTULO 32 "¿FERNANDA ERES TU?"

La muerte los 15 centinelas y el profesor generaba para mis adentros un triunfo, una pequeña victoria que empezaría enmarcar el caos que se iba a producir. Nos situamos de nuevo en las orillas del río, allí tomamos un par de pescados, los cuales asamos pues queríamos comer algo. Puse solamente el cráneo del profesor en un estaca clava. Allí empezaría mi colección, la noche caia y la fogata que provocamos era lo único que nos daba luz, me había dado cuenta de lo mucho que había cambiado físicamente. No se cuantos años tenia ya, no estaba seguro quien sería mi asesino y el dia que esto ocurriría. Les pensamientos eran un torbellino de emociones, volvi a perder a Sofía cosa que era ya definitiva. Kahn permanecía al margen mio evitandome más molestias. De pronto escuche unos pasos lentos y precisos, hasta ese momento estaba seguro que algún ente fuerte se acercaba o un viajero incauto que no sabe el peligro que corre. No quería prestarle atención fuera el que fuera. Mis ojos estaban cerrados evitando observar la realidad, los pasos continuaron y los sentí muy cerca mío. Esa persona empezó a caminar en círculos sobre mi eje. Intente ignorar esta presencia, no quería hablar con nadie, pero este fue muy insistente hasta que pronunció unas palabras que me dejaron inquieto.

-Querido hermano ¿Cuanto tiempo? No te hagas el que no me escuchas porque se que lo estas haciendo, como siempre tratando de ocultar lo que te pasa.

Esa voz se me hacia muy conocida y cuando pronuncio la palabra "Hermano" me sorprendió aun mas y tambien ese pequeño defecto que tengo de guardarme las cosas para mi no mas. Sin abrir los ojos pregunte:

-¿Fernanda? ¿eres tu?

- ¿Por qué no abres los ojos y lo confirmas?

Hago caso a dicha proposición, en efecto me doy cuenta que es ella. Su estatura era de 1,57 siempre la moleste por ser pequeña, un ondulado y largo cabello que caía sobre su espalda, sus ojos color café,su cuerpo delgado y para mi sorpresas su piel era más pálida que la última vez. No se cuando fue pero se que no poseía ese color.

- Querido hermano nunca pensé que nos veríamos en estas condiciones, cuando llego a mi la noticia de que habías muerto en un incendio me puse realmente triste, soy tu hermana mayor pero a veces me sentía en el papel de una madre más para ti. Sentí morir porque eras la última familia real que me quedaba y que siempre me apoyó. Su voz es tranquila, pero a la vez nostálgica, la verdad siempre la había extrañado, nunca me abandono en mis momentos mas duros.

- ¿Cómo me reconociste? , me levanto, y me quedo mirándola con más detenimiento.

- Podría reconocerte hasta con los ojos vendados, siempre te gustaron estas cosas te miedo, y cosas paranormales, por eso soy la mas indicada para estar contigo en este momento.

- ¿A qué te refieres? siento gran curiosidad. Ella es de dar sorpresas.

- Tengo que llevarte a un lugar. Me mira a los ojos, su autoritarismo sigue presente.

- ¿Para dónde me quieres llevar? ¿Por qué tu piel es tan blanca? ¿Acaso viviste en alguna parte con nieve durante mucho tiempo?

- Ven subamos al auto. Después de mucho ya tengo uno. Suelta una carcajada, esto me genero tambien mucha gracia. Ella y yo armamos el caos cuando éramos pequeños, pero siempre juntos, yo nunca la delataba cuando hacía travesuras y ella tampoco a mi. Incluso nos defendemos cuando nuestros padres nos regañaban. Me preguntaba si este lazo seguía igual.

Nunca desconfie de ella y jamás lo haría, no se qué pretendía pero lo acepte.- ¿Puede ir Kahn con nosotros? ella responde: -Está bien que vaya con nosotros pero que no genere problemas. -Te lo prometo querida hermana. Miró a Kahn y le indico que nos retiramos, Fernanda nos llevó hasta una carretera cercana al río en el que estábamos, un hermoso carro negro estaba alli esperandonos. Ella me indico que yo me subiera adelante y Kahn atrás. Así lo hicimos, el auto se puso en marcha, durante unos minutos el silencio reino en todos. De pronto ella saca de un estuche unos discos que de mi grupo favorito "Slipknot" sentí una gran emoción, no los había vuelto a escuchar, cuando era mas joven, su música me sacaba la tristeza, rabia y la alegría. Nadie sabe mas de mis gustos que ella, cuando lo coloca y la primer canción que suena es "My plague" la primer canción que escucho de ellos. Las guitarras distorsionadas se combinaban con el sonido tosco de la batería y el cantar rasgado de Corey Taylor hacían que mi alma, corazón se estremeciera, mi hermana le subió el volumen no pude contenerme y empecé a moverme en el puesto. Cuando llegaba a esa parte que dice "I know why you blame me (yourself)I know why you plague me" Mi hermana y yo comenzamos a corear juntos como en esos tiempos, aunque nuestra pronunciación en inglés era malisima al menos disfrutamos creyendo que la cantábamos. Kahn se quedaba inmóvil ante nuestra aparente demencia de hermanos. No me fije en el trayecto, estaba realmente feliz, Fernanda también lo estaba, cuando de pronto detuvo el auto. La musica quedo en silencio, ella quieta se quedó, y ya más seria me dice:- Hemos llegado.

- ¿ Donde hemos llegado? , ella con su índice me indica hacia el parabrisa y allí contempló una mansión realmente grande. - Hermano no eres el único que apropiado los poderes de las sombras. Yo también he sido maldita con su poder pero no soy una guerrera demonio sino, una vampira.

- ¿Quéeeeeeeeeeeeee? me quede de una pieza.

- Por eso mi piel se ve tan diferente. Yo también conocí a Sofía de pequeña, Mariana en tu busqueda me encontró y me la mostró. Sentir más tristeza porque siempre te pedí una sobrina y cuando ya la tenia, tu ya no estabas. Siempre fui escéptica en todas estas cosas. Tu lo sabes muy bien. "La leyenda del esqueleto en llamas" llego a mis oídos y fui a ver si había algo de ti en tu casa. Pero no encontre nada, solo os muebles viejos, tus camisetas de rock llenas de polvo, toda tu vida guarda bajo el olvido del tiempo. Te llore y mucho, de pronto quise pensar que todas esas cosas paranormales que tu siempres buscabas fueran reales. Quise hacer lo que fuera para recuperarte, aún eras muy joven, no era tu tiempo y debíamos hacer natilla de maíz con la nueva familia. De pronto salí de tu casa, me encontré con un hombre muy alto pero viejo y algo gordo, "¿Quieres volverlo a ver? se como hacerlo, solo debes de dejar de ser humana?". Sus ojos resplandecían un color rojo, algo que me hizo temer y correr pero este me tomo de la mano, de un solo movimiento puso sus colmillos en mi cuello, mas no se demoró en él. Al separarse me dijo: "Ahora podrás tener la habilidad de tener la capacidad de ver a tu hermano que no esta muerto del todo y lo necesitamos" , desde ese momento he sido una vampira pero basta de charla, te necesitan adentro y se hace tarde.

-¿Quién me puede estar necesitando? me sorprendes que una escéptica como tu estes en esto. Vamos a entrar pero ve comentando más detalles de que paso contigo y quien me necesita?

Unas enormes puertas de metal se abrieron dejando que el auto entrará. Mientras el auto entraba en el gran corredor de esa mansión ella me dijo que era la mejor amiga del conde Lurkot. - Lurkot ¿Quien es ese? ella se ríe: - Resulta que tú eres fanatico de estas cosa y no sabes, bueno tal vez no, porque es un pobre diablo y él lo sabe. Pero es un vampiro con una pequeña legión dispuesto a unirse a ti para derrotar al Cónclave. ¿Te parece?

¿Qué si me parecía? prácticamente mi hermana estaba conmigo y con ella estaría seguro que el infierno sería un lugar cálido con lo que nosotros provocariamos, su mirada cómplice me lo decía, nunca se sintio comoda siguiendo órdenes, salimos del auto, Kahn vigilaba por si existiera sorpresas. Mientras tanto Fernanda y yo entrabamos a la mansión, las puertas de madera se abrió de par en par. Entramos al típico pasillo de película de terror en el que hay candelabros, estatuas raras y en al final un trono en el cual estaba un hombre alto, viejo y gordo quien formalmente me saluda: - Hola Cristofer bienvenido al reino que me ayudar a liderar. Solo sabía que algo grande se acercaba, algo que me daría mayor motivación en mis objetivos.