XI;

5.7K 467 41
                                    

┏━━━━━━━━━━━━━━━━━━━┓
Capítulo XI
   ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━┛

No podía estar tranquila, no sin saber si Fred había logrado huir de esos lobos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No podía estar tranquila, no sin saber si Fred había logrado huir de esos lobos.

La casa comenzó a asfixiarme, necesitaba salir. Así que, tomé las llaves y, sin chaqueta, salí. Pero al abrir la puerta...

-Debemos dejar de encontrarnos así.

- ¡Jacob! - inconscientemente lo abracé.

Sentía muchas ganas de llorar, pero me contuve. No quería que se preocupara, no más de lo que ya lo estaba. También me ahorraría una explicación del por qué estaba llorando.

- ¿Ibas a algún lado? - habló sorprendido por mi reacción.

-Lo siento. - lo solté y bajé la mirada avergonzada, sentía arder mis mejillas.

-No puedo creer que Rachel te haya dejado sola. - vio hacia adentro de la casa. Todo estaba en un profundo silencio.

-Me sorprende más de mi padre. - rió algo molesto por el hecho.

-Es mi culpa. - me moví hacia un costado para que pasara. –Salí a correr hoy hasta la playa y...- me interrumpió.

- ¿Qué? - sentía como me miraba fijo. - ¿Cómo que saliste a correr?,¿Saliste sola? - sus manos comenzaron a temblar.

-Eh, sí. - dude ante la respuesta. –Lo hago desde hace un mes. - me aleje de él un poco. - ¿Estás bien?

Su reacción me asusto un poco. Pero tanto como para huir de él, que por cierto tardó un poco en contestarme.

-Sí.- suspiró pesadamente, cerrando sus ojos y apretando sus puños. –Estoy bien. – me dio una sonrisa a medias y me miró de reojo.

-De acuerdo. - fue todo lo que pude decirle en ese momento.

Nos envolvió el silencio de la casa por unos minutos.

-Narel, yo...-sonó el teléfono de nuevo. Y volví a asustarme.

-Contesta - susurre. Me giré y salí de la casa, sin esperar a que hablara.

Pude oír los pasos de Jacob adentro; también el momento en el que levanto el aparato y contestó. Pero mi consciencia estaba en otra cosa, o, mejor dicho, en otra persona.

Fred.

Todo en mi cabeza giraba en torno a él.

Debí quedarme a su lado, pensé mientras apretaba mis puños para contener mis lágrimas.

La imagen de lo sucedido rondaba en mi cabeza, imaginando todas las posibles variables de lo que paso después de mi huida.

Recordar a los lobos, hacía que todas las posibles variables se redujeran a una sola. A la única en la que me negaba a pensar. A la única que temía que fuera cierto.

【MONSTRUO】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora