— Chicas él es mi hermano Arthur — Shamir y yo prácticamente lo barremos con la mirada diablos si que está bueno.
— Un gusto chicas — y ganas no me faltan para decirle el placer es todo nuestro bombón pero eso no sería adecuado así que aceptando su mano como saludo respondo.
— Roxanne, el placer es todo mío — sonreímos.
— Un gusto conocerte, Shamir.
— Vamos Mara, ¿tus amigas viven lejos? podemos dejarlas en sus casas por mí no hay problema.
— Sí, claro si tu no tienes inconveniente con eso vamos a llevarlas — pero a todo esto no nos han preguntado a nosotras nada.
— No queremos causar molestias podemos esperar él autobús — dije un poco apenada. Shamir me mira con cara de estás loca como rechazas a este ángel.
— No se preocupen no es molestia, tómenlo como agradecimiento por todo lo que han hecho por mí hoy ¿ok?- no nos quedó de otra más que aceptar.
— Está bien.
Shamir y yo subimos a los asientos traseros mientras Mara se sienta como copiloto y obviamente Arthur como piloto si su vehículo por fuera llama la atención por dentro es aún más bonito los asientos son de cuero y tienen un color café que combina perfectamente con el negro del mismo. Para mi sorpresa mi casa queda a tres esquinas de la de ellos así que la primera que llevarán será a Shamir en menos de diez minutos ya nos encontramos fuera de su casa se despide de todos y antes de bajar del auto me susurra cerca del oído.
— Dios bendiga a la mujer que trajo al mundo a semejante hombre — niego riendo por su comentario ella siempre tan honesta.
— Adiós loca — le digo y ella agita su mano en forma de despedida.
Durante el camino me percato de que Arthur de vez en cuando me da una mirada por él retrovisor en una de esas subí mi vista y él la apartó como un ladrón cuando lo descubren en pleno acto.
— Y bien ¿como se comportó mi hermana en su primer día? Espero que no haya sido grosera tiene una personalidad un poco especial — si supieras que soy peor que ella, pienso.
— Muy bien, es bastante simpática — el mira a Mara sorprendido.
— Quién lo diría hermanita no eres un ogro después de todo — ella se limita a fulminarlo con la mirada — ah por cierto Roxanne ¡bonito color de ojos ojos! — dice sonriendo mientras sale a la luz un hoyuelo en su mejilla.
— Gracias, los tuyos también lo son — eso de ser cortés no era lo mío pero no podía ser grosera con él después de todo.
— No como crees los míos son un azul normal que encuentras donde quiera, pero los tuyos son muy exóticos esa mezcla entre verde y amarillo es muy difícil de encontrar — yo solo sonrío un poco incómoda no me gusta ser tema de conversación.
— Arthur... — dice Mara en tono de advertencia ya que notó mi incomodidad — la vas a espantar.
— Parece que hemos llegado, bueno si copié la dirección correcta — en efecto estábamos en la acera de mi casa.
— Sí esta es mi casa, gracias por traerme. Hasta mañana Mara — ambos me dedican una sonrisa.
— No tienes por que agradecer — fueron las palabras del sexy hermano de Mara ¡ay por Dios! ya estoy pensando como Shamir.
— Hasta mañana Roxanne, cuídate — y se fueron perdiéndose entre las calles a toda marcha.
Santa madre de Dios que ha sido todo esto.
ESTÁS LEYENDO
Lo que no pudo ser
RomanceTe llevé directo al infierno ángel y ahora no tengo ni puta idea de como salvarte. Roxanne era como mi pedazo de cielo y yo solo fui un idiota que dejó ir lo más preciado que pude haber tenido alguna vez. En el fondo sé que ella merece algo mejor...