El día de hoy me había decidido ha acabar con mi insertidumbre, si todo salía según lo planeado mañana tendría el número de otra chica quien sería la siguiente en la lista, que por cierto ya había estado viendo algunas posibles candidatas. Llegué al colegio e instintivamente busqué a Rox con la mirada era algo que se estaba volviendo costumbre en mi tratar de localizarla en todos lados, yo me obligaba a creer que era solo porque estaba siendo objeto de mis pensamientos más perversos aunque en algunas ocasiones lo llegaba a dudar.
Pero hoy por fin se terminaría todo esto y sería nuevamente un chico liberal como realmente lo he sido desde siempre. Así que luego de ver a Roxanne de lejos todo el día me estaba poniendo un poco paranoico pensando que me estaba evitando, salí un rato al pasillo con la excusa de ir al baño y como si los dioses o cualquier otro ser todopoderoso estuviera a mí favor mi novia iba de camino al baño esperé a que entrara y luego un poco más por si había otra chica, pero al ver que nadie salía me arriesgué a entrar.
Cuando ingreso en la estancia la veo secando su cara con una de esas toallas desechables que están en el baño, noto que al sentir una presencia detrás suyo se tensa un poco y no se atreve a alzar la cabeza.
— Siento haberte asustado bonita — susurro en su oído y en instantes se apoderan unos ligeros temblores de su cuerpo, pero sé que me ha reconocido porque ya no está tensa — tenía bastante ganas de verte y creí que está era mi mejor oportunidad, ya que no tendríamos a nadie husmeando — me sincero con ella, aprovecho tomándola de la cintura para darle un giro que la haga quedar de frente a mi.
— Y se supone que el baño es tu mejor opción — ironía en cada una de sus palabras, aún me dejaba asombrado el hecho de que ella hablaba sin inmutarse no sabía si la ponía nerviosa pues ella nunca lo daba a demostrar era realmente buena para ocultar su estado emocional.
— Realmente sí, aquí estamos solos sin que nadie nos moleste y sobre todo puedo hacerte lo que se me antoje sin tener que cohibirme por el hecho de que alguien nos esté viendo — cogiendo un mechón de su cabello que se había salido del moño improvisado que traía hecho jugué un rato con él mientras ella seguía mirándome sin ningún indicio de estar perturbada por mi cercanía.
— Estás demasiado seguro de que puedes hacer conmigo lo que se te antoje ¿no crees? — esta chica no se dejaba manipular fácil, asentí a su pregunta para descolocarla un poco — pues lamento decirte que a mí no se me antoja que me hagas nada así que si eres tan amable permite que salga del baño y nos evitas un problema con el director, porque si alguien llega a vernos aquí tal vez te será familiar la palabra "expulsión" — tenía claro eso de que ella no deseaba ser expulsada por mi culpa, tiene un promedio excelente y yo soy un mal ejemplo prácticamente.
— A caso crees que vine aquí para tener una charla contigo sobre lo que es correcto hacer o no dentro del colegio — dije resuelto, el solo verla me provocaba inmensas ganas de tocarla y besarla. Me fui acercando a ella — no bonita, yo vine aquí por dos cosas y una de ellas es esta — reforcé el agarre que ejercía en su cintura y la besé, un beso distinto a los demás que habíamos compartido este estaba cargado de desenfreno. Rox no puso resistencia al contrario al momento en que metí mi lengua la suya salió al encuentro. Siendo preso de un arrebato pasional la cargo para colocarla encima del lavado quedando yo entre sus piernas, cosa que logré sin tener que romper el contacto. Mis manos toman el rumbo hasta su espalda donde luego de ir ascendiendo hago círculos imaginarios pues tengo comprobado que es una de las caricias que más enloquece a las mujeres, ella por su parte pone sus manos detrás de mi nuca y una de estas va a parar a mi cabellera lo que me hace soltar un gruñido por todo lo que me provoca el hecho de que me esté masajeando el cráneo de esa forma tan sensual. Luego de un buen rato de besarnos Rox rompe el contacto.
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Lo que no pudo ser
RomanceTe llevé directo al infierno ángel y ahora no tengo ni puta idea de como salvarte. Roxanne era como mi pedazo de cielo y yo solo fui un idiota que dejó ir lo más preciado que pude haber tenido alguna vez. En el fondo sé que ella merece algo mejor...