Capítulo 3 🌟

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El día ha estado un poco ajetreado pero las clases continúan así que debemos prestar atención, después del receso toca geografía una de mis clases favoritas por que hablamos de mapas, culturas entre otras cosas que me parecen interesantes. Todos estamos concentrados en la explicación del origen del continente americano cuando entra un chico alto, blanco, cabello negro y que por supuesto no se ve nada mal. Aunque no le prestro mucha atención a su físico por que ha interrumpido la clase y cuando alguien hace eso pierdo la muy poca paciencia que tengo.

Permiso, disculpe maestro ¿puedo pasar? — y me dan ganas de decirle ya estás dentro estúpido.

Por favor pida lo que desea y luego retírese de inmediato joven — si a mi me irrita que interrumpan la clase imagínense al profesor Harrison, eso lo pone de muy mal humor.

— ¿Alguno de ustedes tiene un libro de álgebra que pueda prestarme? Se lo devuelvo en el cambio de hora —enserio su interrupción fue por un estúpido libro, acaso no sabe donde está la biblioteca yo solo lo miro y entorno los ojos.
Busco en mi mochila mi libro para prestárselo y que desaparezca de mi vista, él mira a Mike parece que se conocen le hago señas con el libro para que lo tome, ya cuando lo tiene en sus manos me mira por unos cuantos segundos y yo levanto una ceja ahora que me ve este pedazo de idiota es lo que pienso, pero obvio no se lo diría con él maestro aquí, él parece reaccionar y dándome una sonrisa coqueta sale del aula.

Huuuuuuuhh — se escucha por todo el salón de clases y yo vuelvo a entornar los ojos como pueden encontrarse algo así romántico simplemente no lo entiendo, pero mis compañeros de clase son así.

Shamir me toca el hombro y la observo mientras me mira con una sonrisa ladina y las cejas alzadas.

¿Qué? — le pregunto con fastidio, se lo que se está imaginando.

Nada, nada — dice sonriendo.

Espero que no estés pensando lo que creo que piensas — digo mirándole con los ojos entrecerrados. Ella solo se limita a reír.
El profesor Harrison continúa con su explicación y entre preguntas y aclaraciones se termina su hora, suena el timbre y en segundos vuelve él a entregarme el libro. Yo me encuentro hablando con Shamir.

Gracias — dice casi imperceptible.

La próxima vez antes de interrumpir una clase recuerda que existe una biblioteca, no somos parte de servicio social para hacerte este tipo de favores — y hasta yo me sorprendo de lo seco y frío que salió mi timbre de voz, él se da la vuelta aún mirando y se dispone a entrar en la conversación de Mike, Elora y otras chicas del salón, yo no le presto ni la más mínima atención y me concentro en hablar con Shamir.

Desde que llegó no te ha quitado los ojos de encima amiga — pongo los ojos en blanco al escuchar su comentario.

No vayas a empezar por favor.

Solo digo lo que veo, por cierto ¿por qué te comportaste tan amable prestándole tu libro? Admito que no eres egoísta pero tampoco andas de madre Teresa con alguien que no conoces — sonrío ante sus palabras porque ella tiene razón, no soy muy dada a ser buena gente y menos con alguien que no conozco.

Obviamente no fue por ser amable con él, sabes que odio que interrumpan la clase por tonterías y para que no siga fastidiando por un libro le presté el mío.

A veces eres cruel — dice sonriendo.

Lo sé.

Pero algo que no entiendo es por que vino a buscar el libro aquí si para eso está la biblioteca — dice pensativa.

Lo que no pudo serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora