¡ALTO!
Antes de leer tienen que tener en cuenta que este capítulo va a ser narrado por Tsukki y Hinata simultáneamente, para que no nos hagamos bolas el texto de Tsukishima irá en letras normales y el texto de Hinata estará en cursivas simples espero no confundirlos.
Ahora sí, vamos a iniciar.
...
Tsukishima está desayunado en la cocina, pero a diferencia de o otras veces no lo hace solo.
Hoy tenemos como invitado a Kunimi, ayer se quedó después de una larga e intensa sesión de estudio. A pesar de que insistió en irse no creí conveniente dejarlo volver a la universidad tan tarde.
Seguro pensarán ¿Por qué el gran sabeloto de Tsukishima Kei tiene que estudiar? En una situación normal no tendría necesidad de ello, no se puede negar que el tipo es muy listo, sin embargo el profesor le tomó manía desde que Tsukishima se puso sarcástico en una de sus clases, bueno nadie lo manda a tener el ego y la boca grande. Ahora debe realizar sus pruebas de una manera más que perfecta si quiere tener una nota rozando a lo decente, por ello le está dedicando un montón de horas con Kunimi, quien está aprovechando al máximo la situación.
Pico un poco más de vegetales para poder hacer unos almuerzos para que los dos, no es para mi ninguna molestia hacernos, ya que es de lo poco que puedo hacer en el estado en el el que estoy, cocinar. Además de que me es mi manera de apoyarlo, siempre ha sido una lata tener que hacer fila en la cafetería de la universidad, una pérdida de tiempo y dinero. Sin contar que para mi es un hábito hacer esto, en la preparatoria me encargaba de preparar el mío y cuando tenía tiempo, el de mi hermana Natsu; cuando entré en la universidad lo hacía para Tobio y para mi, él tenía una clase de debilidad por mi comida aunque se empeñaba en negarlo.
—Tsukishima, el café ya está listo—le digo cuando escucho el sonido de la cafetera.
Unos momentos después lo escucho entrar a la cocina.
Al momento de verter el líquido oscuro me percato de un pequeño detalle, hay dos tazas pero una de ellas provoca que mis entrañas se remuevan.
—¿Dónde la tomaste?—le pregunto con un hostilidad, no dudo y le quito la taza antes de que la use.
Me mira con su típica mira inquisidora, busca una explicación por mis acciones sin embargo no me importa nada la bronca que pueda echarme, sólo quiero irme a mi cuarto y encerrarme.
Es sólo una taza, no entiendo por qué está reaccionado así.
—Cuando limpié tu habitación estaba ahí, asumí que estaba sucia ¿qué te pasa?—respondo.
Lo veo acercar el objeto a su pecho y estrecharlo con una posesividad que me da una señal muy clara de lo que está pasando.
—Es su taza, la taza de Kageyama—murmura agachando su cabeza—. No vuelvas a tomarla—la sentencia hace que me ponga de malas.
—Es sólo una taza—mis pensamientos hablan, de una manera fría e indiferente como es mi costumbre.
¿Cómo puede decir eso? tan frío, como si se tratara de cualquier objeto, como si no fuese consciente de la importancia que ella tiene para mi. Es la taza de Tobio, mi Tobio, el papá de mi bebé, mi gran amor.
Tarde entiendo lo que dije y opto por la salida más cobarde pero también la más sencilla. Huir.
—¿Quieres que te deje solo?—lo cuestiono.
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Sol, luna, noche y estrella
RomanceUna serie de eventos desafortunados llevará a Tsukishima a hacerse cargo Hinata, y bueno... de alguien más.