Tu amor es mi vida (Cancelada)

Capitulo catorce: La decisión.

   Pasó una semana desde que los padres de Mike le dieron la noticia de que querían llevarlo con ellos y Mike estuvo pasando mucho tiempo con Natalia, regalándole cosas, comiendo con ella y realizando toda clase de actividades. Había llegado al punto en que por separarse de ella por seis horas la soledad volvía hacia él. Besos, abrazos, cada momento que pasaba con Natalia era como un sueño. Sentía una hermosa sensación con solo tocarla: el corazón se aceleraba, se sonrojaba, sentía una deliciosa, cálida y embriagadora sensación al sentir el contacto con la suave, blanca, delicada y tersa piel y cada vez trataba de mejorar mas como novio, trataba de ser el mejor novio del mundo, el novio que Natalia quería y que merecía, el novio que estaría con ella incluso hasta después de la muerte.

   Se podía casi asegurar que si ambos murieran y fueran al cielo y al infierno separándose lograrían una forma de volver a verse.

   —Mike... Mike despierta —oía la cariñosa voz de Natalia y sentía la mano de Natalia meciéndolo de un lado a otro para despertarlo.

   —Yo... —dijo Mike cortando y diciendo solo palabras. Estaba medio dormido y no podía procesar bien las palabras que decía—. Hambre... Natalia... Chocolate... Natalia, Natalia —dijo mientras movía los brazos rápida y frenéticamente tratando de obtener un objeto ficticio que veía en el sueño.

   —Mike ya despierta —le dijo Natalia despertándolo rápidamente.

   —Ya desperté, ¿qué pasó?

   —¿Qué pasó? —Le reclamó Natalia—. Que llegaras tarde al trabajo.

   —No... —se quejó Mike somnoliento—. No quiero ir a trabajar hoy.

   —Tienes que ir a la jefatura hoy.

   —No... He cubierto muchas horas extras, me tomare el día libre hoy para estar contigo ¿te parece?

   —A mi me encantaría, pero primero tienes que llamar a tu jefe.

   —Claro, ¿qué hora es?

   —Las nueve de la mañana.

   —De acuerdo, lo llamare para decirle.

   Entonces Mike tomó el teléfono negro que estaba en la cómoda de la habitación de Mike y llamo al jefe de policía.

   —Jefe —pausa—. Si un gusto también. Oiga le llamo para decirle que hoy no iré a trabajar —pausa—. Si, ya he cubierto muchas horas extras, me quedare en casa hoy —pausa—. Claro adiós. Mike volvió a la cama con Natalia.

   —Parece que me quedare aquí, contigo.

   —Fantástico —exclamó Natalia alegre.

   —¿Qué quieres hacer primero?

   —Creo que tengo una idea de que hacer —dijo Natalia con una mirada traviesa.

   —¿Qué? —preguntó Mike dibujando usa sonrisa en su rostro.

   —Adivina.

   —Creo que ya se que es —dijo Mike.

   Rodeó a Natalia con sus brazos abrazándola y besándola dulce y un poco bruscamente, pero era lindo aun así. Agarró a Natalia y la hizo caer encima de él, besándola con su cuerpo encima y acariciándole el trasero suavemente.

   —¿Enserio quieres hacerlo? Apenas nos acabamos de despertar, pilluelo —preguntó Natalia.

   —Jamás es muy temprano para esto dijo desabotonando suavemente su camisa.

   —Pues, dicen que el sexo por la mañana despierta mas que una taza de café.

   —Eres una fiera salvaje ¿lo sabias?