Capitulo veintiuno: Nuestros últimos días.

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   Cinco días pasaron después del fatídico día en que Natalia recibió la noticia y ambos trataban de hacer que sus últimos días fueran inolvidables y uno podía decir con solo verlos que eran la pareja mas hermosa que se había visto. Irradiaban amor por donde quiera que pasaran; tomados de la mano, comiendo juntos, jugando, divirtiéndose. Ambos trataban de hacer todo para hacer de esos momentos los mejores de sus vidas... y lo eran. Nada malo le había pasado a ninguno, por lo menos durante esa semana casi inolvidable. Ambos estaban en el departamento de Rick y Carla, saliendo por la puerta y despidiéndose de ambos, cuando de pronto Mike resbaló con un charco de agua que estaba en la escalera.

   —Mike —dijo Natalia algo nerviosa-, ¿Te encuentras bien?

   —Tranquila solo caí sentado, no es nada.

   Natalia soltó una risa que intentaba ser disimula pero no lo fue.

   —¿Y tu de que te ríes, babosa? —preguntó Mike poniendo mala cara.

   —Caíste de culo —respondió Natalia aun riendo.

   —No me parece gracioso.

   —Admite que si lo es.

   Mike guardó silencio intentando no reír, pero después de ver a Natalia muerta de la risa no pudo aguantar y se unió a ella.

   —Okey, okey, tal vez solo un poco gracioso.

   —Te dije —dijo Natalia parando de reírse.

   —¿Te digo que es mas gracioso?

   —¿Qué?

   —¡Esto! —gritó Mike tomando a Natalia de la mano y halándola hacia él haciendo que ella callera sentada en las piernas de Mike, quitándole la cinta que traía en el pelo y despelucándola por completo, restregándole la cabeza con la mano y revolviéndole el pelo por completo.

   —¡No Mike, mi pelo! —gritaba Natalia riéndose y tratando se liberarse.

   —Listo —exclamó Mike terminando con Natalia y admirando el revoltijo de color castaño y rojo que se formó en su cabeza.

   —Malo —le reclamó Natalia haciendo pucheros infantiles y cruzando los brazos.

   —Tontita —dijo Mike rodeándola con su brazo y acercándola a su cuerpo.

   —No. Malo. No te hablo —continuó Natalia con voz infantil y aun con los brazos cruzados.

   Mike tomó la barbilla de Natalia, la volteó hacia él y levantándole la barbilla para acercar su cabeza, ladearla hacia la derecha y darle un beso a Natalia.

   —Te amo —le dijo sin mas.

   —Y yo a ti —le respondió perdiendo la respiración por lo repentino del momento.

   —Ya vámonos a casa, ¿te parece?

   —Claro.

   —Solo nos quedan dos días y ya es tarde —perdió el ritmo de lo que estaba diciendo deteniéndose un momento a pensar.

   —¿Qué tienes? —le preguntó Natalia parándose de la escalera y mirando a Mike detenidamente.

   —Vamos a comer, ¿te parece?

   —¡Claro! Lo que sea por no tener que cocinar.

   —¿Qué? Dijiste que te encantaba cocinar —le preguntó Mike desconcertado.

   —Si me gusta, pero hoy estoy cansadita.

   —Pues yo amo tu comida.

   —Gracias, ya lo has dicho.

Tu amor es mi vida (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora