Eran las seis de la mañana, se podía ver que la luna y el sol estaban casi a la misma posición en el cielo, los pájaros cantaban melodiosamente y se podía sentir fácilmente el frio que venia en el viento que rosaba tú cara congelándote, así era siempre en el pueblo de: Habermile. Un pequeño pueblo oculto sin mucha cantidad de turistas ni atracciones fuera de lo común que pudieran interesar a la gente.
Saliendo de su casa estaba una jovencita muy peculiar y hermosa: Natalia Morgan. Una chica de dieciséis años de edad, pelo castaño con partes teñidas de rojo, ojos marrón claro. Caucásica, un poco baja para su edad, manos delicadas. Estaba vestida con un hermoso traje: una falda negra y una camisa blanca manga corta con tacones negros. Cruzando la calle fue hacia un barrio poco poblado y con un horrendo olor a basura. "camina rápido" pensaba una y otra vez con la esperanza de volver a una carretera mas poblada donde no corriera ningún riesgo, pero antes de que pudiera salir pasó al lado de un callejón sin salida de donde dos manos se extendieron sigilosamente y la halaron rudamente hasta el callejón.
—Valla, pero mira que preciosura de mujer que anda pasando por aquí. ¿No te parece hermosa, Mauro?
—Si jefe, es hermosa ciertamente.
—Me pregunto ¿que tan hermosa se vera sin nada puesto? —dijo mientras le apretaba los brazos por detrás de ella.
—Suéltame maldito —gritó mientras forcejeaba para poder liberarse pero fue inútil. El sujeto le quitó bruscamente la camisa que tenia puesta y la liberó de la falda dejándola en ropa interior en el callejón mientras la ponía contra la pared.
—Me pregunto si eres virgen. Bueno como sea eso esta a punto de acabarse ahora —exclamó con una horrible mirada en su rostro.
Mientras la chica seguía forcejeando el único cambio que pasaba era la cantidad de ropa que tenia puesta la chica la cual fue disminuyendo hasta quedarse completamente desnuda en un maloliente callejón con dos extraños "mi inocencia desaparecerá en unos segundos y de la peor forma posible, quisiera morir justo ahora" pensaba Natalia llorando en la pared mientras las lagrimas saladas salían de sus ojos los dos extraños se deleitaban con la vista cuando de repente la sangre empezó a fluir rápidamente de uno de los sujetos dejándola de sujetarla contra la pared; las manos del sujeto callejón rápidamente, la chica miró detenidamente al sujeto. Tenia un cuchillo largo y afilado clavado en la espalda tan largo que logró atravesarlo hasta salir por el estomago. El sujeto soltó un pequeño grito ahogado que ni siquiera llegó a ser medio fuerte. El cuchillo fue removido sacando un poco de sangre de la espalda del sujeto. El sujeto calló al piso muerto con la sangre desde su espalda, corriendo por todo el piso.
—¿Quién es...? —fue lo único que pudo lograr decir.
El sujeto que había apuñalado sacó el cuchillo rápidamente de la espalda del jefe y con un movimiento certero le atravesó el cuello cortándole la yugular al sujeto, desangrándose y cayendo toda la sangre al piso pasando por el filo de su cuchillo llegando hasta la empuñadura y la mano firme del sujeto misterioso donde se podían ver las venas tratando de salir, saltando de su piel por la fuerza usada del sujeto extraño.
Los ojos de Natalia estaban demasiado abiertos y sus pupilas se veían pequeñas por fijarse tanto en el sujeto.
—Descuida, por favor —dijo el chico respirando rápidamente—. No te asustes. No te hare daño lo juro. Solo quería salvarte.
—¡No! —gritó Natalia asustada y llorando—. ¡No me mates por favor! ¡No me mates soy muy joven!
—Descuida, descuida. No te hare nada —el chico colocó el cuchillo en el piso en señal de paz—. ¿Vez? Tranquila.
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Tu amor es mi vida (Cancelada)
RomanceLa historia de Natalia Morgan una chica que fue salvada de un intento de violación a los 16 y conoció a su salvador un chico llamado Mike. Huérfano, que gracias a su trabajo como policía no puede evitar meterse en situaciones de posible muerte y tra...