Tu amor es mi vida (Cancelada)

Capitulo quince: ...

   Mike abrió los ojos suavemente tratando de acostumbrarse a la fuerte luz amarilla que estaba en la habitación. Se miró las manos rápidamente. Estaba atado de manos y pies y tirado en el solido piso de piedra con la cabeza acostada en el metal de la pared; se retorció rápida y frenéticamente hacia los lados tratando de ver si podía desatarse. Miró a su lado mientras se retorcía y se contoneaba para escapar. Ahí estaba Natalia inconsciente, tendida en el piso como un peso muerto; por el movimiento de su estomago sabia que todavía respiraba.

   —Mierda —dijo asustado. Solo una vez habían involucrado a Natalia en asuntos así, ni siquiera había sido secuestrada, solo colocaron una bomba en su edificio, sin embargo el miedo era el mismo.

   —¿Qué pasa, mi pequeño Mike? —dijo una voz seductora en alguna parte de la habitación.

   —¿Quién mierda eres? —preguntó Mike enojado.

   —Déjame presentarme. Mi nombre es: Kate. Un gusto volver a verte por fin.

   —¿Volver a verme? Yo jamás te he visto ni por asomo, ¿Qué quieres conmigo y con Natalia?, ¿por qué la trajiste a ella? Eres de los Reality ¿no es así? Siempre crece una hierba mala más, incluso después de cortar el césped.

   —No soy de los Reality, Mike.

   —Entonces ¿Quién eres?

   —Ya te lo dije, me llamo Kate —dijo acercándose a Mike y acariciándole la barbilla suavemente con la mano.

   —¿Qué mierda te pasa? —preguntó Mike sonrojado y desconcertado.

   —Me gustas Mike. Me gustas, y ahora que te tengo a ti y a esa perra de tu novia, te tengo a mi merced.

   —Si te atreves a tocarme a Mí o a Natalia, tú...

   —... ¡Yo! ¿Qué, Mike? —dijo interrumpiéndolo y colocándole su propio cuchillo en la barbilla y usando la parte plana para levantarle la barbilla y hacer que lo mirara a los ojos. Su cara prácticamente era de felicidad, como si quisiera dejarlo atado para siempre y conservarlo para ella mismo.

   —Eres una psicópata.

   —Las cartas están a mi favor Mike, ya se han barajado y repartido y no te queda más opción que perder en este juego.

   —Siempre se puede sacar un haz bajo la manga.

   —Si, pero eso seria hacer trampa Mike —dijo mostrándole el cuchillo y rozándolo con él—. Y hacer trampa siempre hace que te saquen del juego —clavó el cuchillo en una bolsa de tela atravesando lo que sea que estuviera adentro de ella.

   —¿Qué mierda piensas hacer conmigo?

   —Lo que yo quiera Mike —dijo levantándose del suelo y dándole la espalda para retroceder a una silla que estaba cerca—. Estas a mi merced, podría matarte ahora mismo si quisiera, pero no quiero, además lo que sea que decida hacerte al final lo tendrá que ver la maldita zorra de tu novia.

   —¡No vuelvas a llamar a Natalia así! ¿Me oíste? —gritó Mike furioso y con ganas de apuñalarla, matarla y acabar con esto, salir del lugar junto con Natalia y volver a casa.

   —Oh Mike, siempre con esa obsesión por la muerte.

   —¿Qué? ¿Cómo sabes que yo...?

   —... te he observado Mike, conozco muchas, ¡muchas! cosas sobre ti.

   —Me... ¿me has observado?

   —Así es Mike. La forma en la que actúas, como te comportas, las cosas que te gustan, las que te disgustan, tus hobbies, aficiones. Estoy loca por ti Mike ¿no lo entiendes?