Pasadas tres semanas y media desde que se hicieron novios estaban a tan solo cuatro días de su aniversario de un mes y la emoción que sentían ambos los estremecía, los nervios que sentían por la decisión de darle el regalo perfecto a su pareja los enloquecían y al mismo tiempo los emocionaba.
Era la mañana del 14 de julio y ambos habían salido de vacaciones y se veían de vez en cuando, ya que no lograban estar separados el uno del otro, sin embargo Mike y Natalia no se podían ver muy menudo, ya que nadie de la familia de Natalia sabía que ellos eran novios. Sus padres la visitaban de vez en cuando igual que sus tíos. Vivía sola con su abuela la cual era según ella "La más amable de su familia", mientras que el resto de su familia era, por decirlo así: horrible y espantosa. Desde que era niña solo había recibido regaños, golpes y maltratos. Su abuela no era exactamente "La santa de la familia", pero era la mejor.
Natalia solo dejaba que Mike fuera visto por su abuela ya que ella era la única que la dejaba estar con un chico y sin embargo no sabia que eran novios así que la única vez en que podían besarse o hacer cualquier muestra de afecto tenían que hacerlo ha escondidas de ella.
Salió el sol por la mañana y Natalia se acababa de despertar levantándose de su cama abrió los ojos adormecida pero sabiendo que tenia que despertarse y lo que vio la dejó perpleja levantándose rápidamente de su cama.
—¡Mike! ¡No puede ser! ¿Qué haces aquí?, ¿cómo pasaste?, ¿quién te dejo entrar? —gritó de emoción mientras lo abrasaba fuertemente.
—Llegue en la mañana, tu abuela me dejó entrar le dije que quería sorprenderte y que quería darte una sorpresa para poder ver tu cara y reírnos un rato. No le dije que éramos novios, solo que quería hacer algo lindo por ti y ella lo tomó muy bien.
—Hay, por dios, eres el mejor novio del mundo —le susurró al oído para que no lo escuchara su abuela.
—Gracias. Yo no creo que sea así pero gracias. Y esta no es tu sorpresa, hay algo más.
—Madre mía. ¿Qué es? —dijo emocionada.
—Quédate aquí.
Mike salió de la habitación por treinta segundos y volvió con una bandeja de comida para su desayuno: unos huevos revueltos, algo de tocino frito, un jugo de naranja recién exprimido, y un sándwich de queso y jamón con salsa.
—Oh por dios. ¡Gracias! —gritó emocionada y llorando de la alegría—. Mike eres... Eres... Te amo Mike. Te amo —susurró esta vez—. Jamás en mi vida me habían dado algo tan hermoso.
—No es nada solo un pequeño gesto amoroso.
—Mike te paraste en la mañana, entraste en mi casa mientras dormía, me sorprendiste cuando desperté y me hiciste el desayuno para dármelo en la cama. No es solo un simple gesto romántico. Es hermoso, único, especial, no podría pedir algo mejor.
—Y esto no es nada. Ya estamos a solo cuatro días de nuestro aniversario de un mes. Algo me dice que te va ha gustar más que ahora.
—¿Enserio? ¿Cuál es el regalo?
—No te lo voy a decir arruinaría la sorpresa.
—¡Hay! ¡Que malo! —dijo haciendo cara de puchero suplicante.
<<que hermosa y adorable se ve. No puedo negarme a esa carita tan hermosa, pero debo ser fuerte no quiero arruinar la sorpresa>> pensaba Mike aguantando fuertemente las ganas de besarla a riesgo de que la abuela entrara por la puerta y los viera.
—No lo hare, no la arruinare.
—Por favor —suplicó Natalia con el mismo puchero infantil y suplicante que se veía adorable.
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Tu amor es mi vida (Cancelada)
RomanceLa historia de Natalia Morgan una chica que fue salvada de un intento de violación a los 16 y conoció a su salvador un chico llamado Mike. Huérfano, que gracias a su trabajo como policía no puede evitar meterse en situaciones de posible muerte y tra...