Tu amor es mi vida (Cancelada)

Capitulo diez y siete: El funeral.

   Pasó el tiempo y llegó el día del funeral de los padres de Mike. La tristeza se podía sentir en el ambiente, solo faltaban dos horas y Mike y Natalia estaban preparando todo para el funeral. Resultaba que Mike tenía una familia: tíos, tías, primos, un abuelo y un hermano mayor que le superaba la edad por cinco años. Se había alegrado de por fin descubrir que tenía un árbol familiar; para la mayoría de los huérfanos ese era un sueño, la idea de tener una familia era increíble, imposible y bastante alegre al saber que tenia con quien compartir después de tantos años sin nadie mas que el y su mejor amigo John. Estaba alegre por tener una familia pero al mismo tiempo triste por haber perdido la parte más importante para el, de esa familia.

   —¡No, no, no! A la derecha —ordenaba Natalia a los decoradores del funeral en la habitación donde colorarían los ataúdes antes de llevarlos al cementerio.

   La habitación estaba simplemente hermosa: ramos y coronas de flores con mensajes de amigos y familiares de los padres de Mike, fotografías enmarcadas, velas aromáticas, rosas azules en floreros blancos, y muchas otras cosas mas. Un ambiente simplemente hermoso para una despedida tan triste.

   —Mike, ¿listo? —preguntó Natalia por la parte de afuera de la puerta que conectaba a la habitación donde Mike se estaba cambiando de ropa.

   —Pasa, si quieres —dijo Mike del lado de adentro de la habitación quitando el cerrojo de la puerta.

   Natalia entró a la habitación y al solo ver a Mike se sonrojó. Estaba en ropa interior colocándose los pantalones y abotonándolos.

   —Ay, yo... —dijo nerviosa y sin saber que hacer.

   —Tranquila, me haz visto en paños mucho menores que estos, Natalia.

   —S-Si ya se. Es solo... No lo se... Es divertido —dijo soltando una pequeña carcajada.

   —Si, si, claro, como digas.

   —Ay, cosas mías.

   —Si. ¿Ya esta todo listo? —preguntó Mike colocándose la camisa.

   —Si, todo listo, los ataúdes, la sala, el cementerio ya preparó todo para el entierro.

   —De acuerdo.

   Mike y Natalia salieron de la habitación hasta la habitación donde ya habían colocado los ataúdes con los cadáveres de los padres de Mike y Natalia. Mike estaba triste y con lagrimas sentimentales saliendo de sus ojos rápida y continuamente. Miraba hacia los ataúdes de madera de roble a través de los vidrios se podían ver los cadáveres muertos. El asesino desfiguró e hizo muchas suturas de las cuales los sujetos de la funeraria se encargaron de arreglar y luego embalsamar para que estuvieran presentables para el funeral.

   Natalia miraba fijamente a Mike: su cara, sus cambios de humor, sus reacciones. Estaba preocupada por Mike, pero no sabia que hacer, ya que jamás había pasado por una situación así de trágica, sin embargo quería ayudarlo y le dio un abrazo cariñoso recostando la cabeza de Mike en su hombro y sintiendo como las lagrimas caían en su vestido.

   —Todo estará bien, Mike. La vida continúa, todo se resolverá, estaremos bien mientras estemos juntos tú y yo —Natalia empezaba a derramar lagrimas con tristeza.

   —Na-Natalia tranquila —Mike se limpiaba las lágrimas con la manga derecha de su camisa blanca—. Estoy bien, solo no llores, por favor.

   —Está bien, no llorare.

   —Estaremos bien —Mike miró el ataúd donde estaba su padre y observó que habían caído lagrimas en el vidrio.

   —Mike... —dijo Natalia bajando la mirada y observando el mismo vidrio con lágrimas. En un movimiento de su mano llenó su dedo con las lágrimas, las mezcló y dibujo con ellas una carita feliz en el vidrio—. Todo estará bien.