Capitulo veintidós: No me dejes, por favor.

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   Ambos después de levantarse a la mañana siguiente decidieron ver por la venta el vecindario. Estaba nevando, un celestial manto blanco cubría todo el vecindario y los hermosos copos caían como lluvia, solo que mas lento.

   —Está nevando —dijo Mike mirando a Natalia la cual estaba al lado de él, mirando por la ventana y luego desviando la mirada hacia Mike.

   —Así es, ¿salimos a jugar? —preguntó Natalia con una sonrisa.

   —¿No deberíamos comer antes?

   —Cierto, pero luego salimos a jugar.

   —Pareces una niñita —agregó Mike riendo.

   Natalia le dio un pisotón en el pie.

   —¡Auch! —gritó Mike adolorido.

   —Yo soy una niñita, soy tu niñita.

   —Okey, ¿pero, era necesario el pisotón?

   —Si.

   —¿Por qué?

   —Por... por... por que yo lo digo, y por que soy Natalia Morgan y punto.

   —Como quieras.

   —¿Quieres que te dé otro? —preguntó colocando su pie en posición.

   —No, no, tranquila.

   Natalia empezó a reír y abrazó a Mike tiernamente.

   —Soy tu Niñita —exclamó con una sonrisa feliz y unas lagrimas en los ojos.

   —Y yo tu Osito.

   Tomaron una hora comiendo el desayuno que prepararon juntos los dos, bueno prácticamente el que Natalia preparó y Mike le ayudo cortando, buscando y limpiando cosas. Mike y Natalia se bañaron juntos y tuvieron una "sesión" que fue prácticamente inevitable al estar sus dos cuerpos tan cerca, sin nada puesto y desnudos. Salieron al patio, abrigados y se revolcaron en la nieve riendo y divirtiéndose.

   —Esto seria aun mas divertido —empezó a hablar Natalia—, si tuviéramos una hija con quien jugar.

   La cara de Mike era indescriptible a simple vista, sin embargo se le notaban fácilmente las ganas que tenía por que eso pasara y después de un calculador silencio exclamó:

   —Eso creo...

   —¿Qué tienes? —preguntó Natalia mirándolo.

   —Yo... de verdad quisiera que tú y yo tuviéramos una hija.

   Natalia esbozó una sonrisa de ternura.

   —Seria lindo...

   —Si, ¿crees que algún día lleguemos a tener una? —preguntó Mike mirándola a la cara.

   —Si... pero, ¿Cómo se llamaría? —le respondió Natalia con otra pregunta.

   —Dímelo tú.

   —¿Te parece Rebeca Sofía?

   —Rebeca Sofía Robertson Morgan. Suena lindo.

   —Gracias.

   —Y así, si se queja de su nombre puedo decirle que su madre lo eligió.

   —¡Ay, si eres malo!

   Mike se empezó a reír.

   —Solo era una broma, claro que me gusta.

   —Gracias... —dijo Natalia mirando a Mike y juzgando si seria verdad o mentira—. Creo... ¡ya me confundiste!

Tu amor es mi vida (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora