El peliverde se dirige a la biblioteca, le apetece desconectar un poco y estar tranquilo, y ya que se ha ido Seokjin, tiene claro que cuando llegue a casa su mejor amigo le atosigará a preguntas y es lo último que necesita.
Así que ha optado por ir a la sala dónde se junta la gente para estudiar, al menos ahí tiene asegurado el silencio.
Se sienta en una de las muchas mesas libres, sacando los libros de texto para tratar de leer al menos algo del temario, pues los exámenes se aproximan y últimamente no ha tenido la voluntad necesaria para comenzar a prepararlos, a pesar de que la mitad de sus compañeros de clase ya han acabado algún que otro resumen, cosa que él también debería de haber hecho.
Suspira derrotado, al empezar con la tarea que él mismo se ha impuesto y notar que no puede concentrarse ni siquiera en eso.
Lleva su pelo hacia atrás, echando un vistazo a su teléfono, que permanece guardado en la mochila de su chaqueta. Lo extrae para quedarse mirando a la negra pantalla y luego proseguir echando un vistazo al texto que tiene en frente.
¿Debería hablarle?
La pregunta reluce en su cabeza, quitándole la oportunidad de pensar en cualquier otra cosa.
Piensa la expresión de Seokjin al leer los mensajes que el rubio le ha ido dejando estos días y su estómago comienza a revolverse.
¿Tan mal lo está haciendo?
Traga saliva, desbloqueando el aparato y metiéndose en la conversación de Taehyung, sin apenas observar lo que le mandó anteriormente, pues sabe que se sentirá peor si lo hace y no es tan masoquista como parece.
Muerde su labio lentamente, debatiéndose entre hablarle o no, con su dedo golpeando rítmicamente la tabla de la mesa y haciendo un ruido bastante molesto para sus oídos pero inevitable.
—¡Mierda! —Grita sin querer cuando siente que no puede más, una vez que su cabeza se ha hecho presa de la ansiedad que cada día más habita en él.
Cuando nota que está en la biblioteca y se empieza a arrepentir de su ataque de ira, se levanta para inclinarse a modo de disculpa para las personas que se encuentran a su alrededor, pero una vez lo hace y vuelve a alzar la cabeza, la sangre parece que ha dejado de correr por sus venas y sus ojos, abiertos a más no poder, están mirando directos a los orbes castaños del chico que ha dejado los libros caer al suelo una vez le ha visto de lejos.
Taehyung está allí, viéndole, sin decir nada.
Se encuentra en absoluto silencio, a diferencia de su corazón, que no puede parar de latir desenfrenado, lo cual comienza a afectar a su propia respiración, que ya se empieza a entrecortar debido a la intensidad del momento.
El resto de muchachos y muchachas que se encontraban haciendo alguna que otra tarea en las mesas colindantes, han parado de trabajar y se hallan observando la escena curiosos, pero sin interrumpirla pues a ninguno de ellos le interesa que eso pase.
El rubio se siente desfallecer.
No puede creer que su primer amor esté al frente suya, el tiempo le ha favorecido encarecidamente, está algo más alto aunque nunca haya destacado por eso en su adolescencia, su pelo sigue cayendo de forma despreocupada sobre su frente, tapándole las finas cejas y aportándole un aire único.
Se cree estúpido por haberse quedado sin habla y que parezca que está petrificado así que, se arma de valentía y da un paso para acercarse a él, porque desea cerrar esa enorme distancia que los separa y comprobar que es Yoongi de verdad, que no se trata de un sueño ni nada por el estilo.
Pero en cuanto su pierna parece comenzar a moverse, el contrario sale corriendo hacia la puerta, preso del pánico, lo cual sorprende demasiado a Taehyung.
Trata de alcanzarle, pero se detiene al momento de llegar a la mesa, cuando Yoongi ya se ha alejado lo suficiente y ha salido de la sala de forma rauda y torpe.
Suspira, apoyando la frente en la palma de su mano, como si eso pudiera ayudarle a sentir mejor. Pero no es así.
Pues las emociones se van agolpando tormentosamente en su corazón. Muerde su labio con fuerza por la impotencia.
Le ha tenido en frente, y lo ha perdido de nuevo.
No sabe si reír o llorar, porque sus sentimientos son demasiado confusos en el momento.
Quiere hablar con su amigo, necesita hacerlo, a pesar de que sabe que probablemente le va a ignorar.
Tiene a Jungkook sí, su amigo le ha apoyado en todas y cada una de sus decisiones, pero sabe que Yoongi nunca le ha hecho especial gracia, y cada vez que lo nombra sus ojos se tiñen de un color ocre que no puede dislumbrar en éstos en ninguna otra ocasión, aunque desconozca la razón exacta para que ocurra ese hecho.
Toma el móvil, sus manos aún temblando y sin un control totalmente preciso.
Suspira, antes de entrar al chat del chico, el cual sigue de los primeros pues no se ha dignado a entrar en WhatsApp para hablar con alguien más el resto de los días, de hecho, no ha parado de torturarse internamente esperando un mensaje que bien sabía que no iba a llegar, pero la esperanza es lo último que se pierde o al menos eso dicen.
Sus dedos comienzan a teclear de forma torpe, cometiendo constantes errores, pero corrigiéndolos al instante el propio teléfono.
Hey, cosita, sé que sólo te molesto pero no he podido evitar el querer contarte algo. Lo he visto otra vez, está en mi universidad... Me refiero al chico del que te hablé. Tengo claro que no te interesa lo más mínimo pero, sentía que tú me entenderías, de hecho, creo que también quería tener otra escusa para hablar contigo. Está bien si no respondes, prometo que dejaré de escribirte, pero dame tiempo. Yo soy incapaz de dar de lado a alguien que me ha hecho sacar lo mejor de mí en cuestión de días.
Suspira y, tras estar varios minutos pensando si de verdad vale la pena mandar el mensaje o no, lo envía después de un ataque de valentía que le ha invadido.
Pero su sorpresa es mayor cuando el móvil que está sobre la mesa en la que se encuentra sentado, comienza a vibrar, avisando de una nueva notificación.
Sabe que tiene que ser de Yoongi, pues es la única persona que estaba sentada en la mesa, y al salir corriendo se ha dejado todas las cosas sobre ésta.
Sin embargo, sus ojos se apagan cuando puede ver en la pantalla con claridad el mensaje que él mismo ha enviado.
El aire faltándole de un momento a otro y sus piernas fallándole en el momento que más las necesita, obligándole a que se siente porque está derrotado. Siente las lágrimas caer por sus mejillas ante la pregunta que ronda su cabeza en el instante, de la cual sabe ya la respuesta y su corazón no quiere creer.
¿Yoongi es mi cosita?
·······································
HOLIWI CARA KIWI
ÉSTE CAPÍTULO ES PROBABLEMENTE EL MÁS IMPORTANTE DE LA HISTORIA, HOY NO TENÍA CLASE A ESTA HORA Y PENSÉ EN APROVECHAR PARA ESCRIBIRLO.
ESPERO QUE LO DISFRUTÉIS UN MONTÓN Y OS HAYA GUSTADO (PODRÍAIS COMENTÁRMELO POR AQUÍ, SI NO ES MUCHO PEDIR, SABÉIS QUE ME ANIMARÍAIS MUCHO SI ME DIJÉRAIS QUÉ OS VA PARECIENDO LA HISTORIA, PUES CREO QUE QUEDARAN DIEZ CAPÍTULOS O ASÍ).
EN FIN, ADIOSI.
![](https://img.wattpad.com/cover/157674611-288-k449707.jpg)
ESTÁS LEYENDO
disconnected! 📳 [taegi]
FanfictionYoongi jamás pensó que su vida podría dar aquel giro de 180°. Y todo por amor. Nunca es tarde para pedir perdón. Al igual que tampoco lo es para dar una segunda oportunidad... Aunque, ¿Taehyung estará de acuerdo con eso?