disconnected! 📳 [taegi]

treinta y dos

Cuando ya ha anochecido, el peliverde ingresa en la casa, con la mirada perdida y un rostro bastante desaliñado.

—¡Sorpresa! —Grita Taeil, el cual deja de poner su rostro ilusionado y de señalar a Hoseok como un maníaco cuando se da cuenta del estado de su pequeño amigo.

—¿Yoongi-yah? —Pregunta el tercero, viendo cómo su amigo de la infancia sonríe aunque sea un poquito cuando le ve, por mucho que verdaderamente se esperara una reacción más significativa.

—Hola Hobi. —Dice, mientras es estrechado entre sus brazos y acaba por revolver su pelo de forma cariñosa. —No es justo, todos crecen menos yo. —Comenta ahora con un leve puchero, y el castaño que los observa no puede evitar acercarse y tocar levemente la mejilla del muchacho que por mucho que trate ocultar su estado, denota ansiedad y tristeza por cada poro de su piel.

—Yoongi, ¿qué te pasa? —Se atreve a preguntar Taeil, mientras Hoseok también le dedica una sincera mirada de preocupación. El peliverde intenta seguir sonriendo, pero simplemente no puede, así que en cuanto agacha la cabeza, las lágrimas ya recorren sus mejillas de forma tibia e incesante.

—H-he visto a Taehyung. —El pelinaranja abre la boca, ciertamente sorprendido por su última confesión. Tiene claro lo mal que ambos lo han pasado debido a lo sucedido pero, ¿la solución más correcta no era hablar y aclarar las cosas? Por lo que sabía sin entender por qué sus palabras sonaban tan desalentadoras cuando para arreglar lo ocurrido debían de verse en persona, pero él desgraciadamente siente que no sabe ni la mitad de la historia y, de hecho, es así. —Y he sido un completo imbécil, porque estoy seguro de que ha descubierto que soy su amigo virtual. —Gruñe, empuñando ligeramente sus manos.

—¿Cómo? —Pregunta sorprendido el mayor, mientras Hoseok se dedica a escuchar pues después le podrán explicar con mas calma la situación.

—Yo... Dejé el móvil sobre la mesa cuando huí de él. —Tapa su rostro con ambas manos, intentando esconderse una vez más en el día. —Y cuando volví, tenía un mensaje suyo Taeil. ¿Qué voy a hacer ahora? —Pregunta, la tristeza asomando notoriamente en su tono de voz. —Lo único que me mantenía unido a él era ese número. —Murmura.

—Yoongi... En algún momento tenías que desvelarle tu identidad. —Intenta tranquilizarle éste.

—Pero no así, no de esta manera. —Peina sus cabellos hacia atrás con insuficiencia. —Y-yo estaba cómodo con ser su amigo virtual y hablar por WhatsApp, él... Él confiaba en mí. —Ríe, pero sin expresar diversión. —Y ahora, le he vuelto a fallar. —Dice finalmente, escuchando cómo su propia voz se quiebra.

—¿Sabéis? Yo... Acabo de llegar, pero creo que he comprendido la situación y... —Escucha cómo el contrario suspira. —Yoongi-ssi, tienes que ser fuerte. —Posa la mano sobre su hombro. —Taehyung... Disfrutaba hablar contigo, ¿cierto? —El chico le mira a los ojos, mientras los suyos están húmedos y brillantes debido a las lágrimas.

—C-creo que sí. —Comenta rascando su nuca.

—¿¡Cómo que crees?! ¡Por supuesto que sí! Si habéis hablado por tanto tiempo, estoy seguro de que los dos lo pasábais igual de genial, no perdíais ninguna oportunidad para conversar, y tus sonrisas a la pantalla te puedo asegurar que no eran nada sutiles, Yoongi. —Hoseok sonríe al escuchar el testimonio de Taeil, pues agradece su intromisión. El peliverde jamás ha visto las cosas con objetividad pues no tiene confianza en sí mismo, y siempre acabaría pensando que lo que ocurre va a ser peor de lo que es por su simple presencia. 

—Entonces... ¿Qué hay de malo? —Pregunta mirándole directamente. —Sé que debiste decirle y no esconderte tras el anonimato, hasta ahí llego... Pero, creo que si le pides perdón y le dejas las cosas claras, ustedes... —El peliverde niega rápidamente con la cabeza.

—Él me contó lo mal que lo ha pasado por lo que hice, y volví a dañarle, Hobi. Soy una mala persona. —Admite, de forma sincera y desalentadora.

—No lo eres. —Contesta el de cabellos naranjas. —Mírame bien. —Y el pequeño alza la cabeza para encontrarse con el rostro de la esperanza observándole directamente. —Eres de las mejores personas que he conocido en mi vida, y Taehyung lo sabe, al fin y al cabo fuiste su primer amor, ¿sabes? —Al contrario se le oscurece la mirada al escuchar aquello. —Pero ahora tienes que seguir adelante, ésto no te puede frenar. 

—Yoongi, Hoseok tiene razón. —Dice, palpándole el hombro con delicadeza. —Tú mismo me admitiste lo enamorado que estás de él, ¿de verdad vas a dejar que tu miedo sea más grande que tus ganas de estar con Taehyung? ¿Es eso acaso una solución? —El peliverde no responde, se dedica a mirarle de forma atenta y continua. —Ya te digo yo que no lo es. —Comenta.

—Tienes que hablar con él y disculparte siendo Yoongi, no su amigo virtual. Puede que esté enfadado, probablemente lo esté, pero Taehyung tiene un corazón de oro y tú más que nadie lo sabes, dudo que éste esté cegado por el rencor, él no es así. —Sonríe, acariciando su mejilla para limpiar la última lágrima que permanecía en ésta, y tanto él como Taeil le abrazan de forma cálida y reconfortante, como si con ese simple toque pudieran amenizar un poco su sufrimiento y dolor.

Definitivamente tenía suerte de tener amigos como ellos.

Pero su semblante se encoje cuando nota la vibración del teléfono en su bolsillo, sus hyungs apartándose para dejarle observarlo y, finalmente lo toma entre sus brazos, escalofríos recorriéndole cuando se da cuenta de quién es.

Taehyungie

Yoongi yo... No puedo creer que me hayas hecho ésto. Después de mucho tiempo, mis ojos volvían a brillar al hablar con el amigo tan especial que acababa de hacer, me sentía pleno conversando con él y confiándole mis cosas más vergonzosas o de las que más me arrepiento, pero al fin y al cabo se trataba de ti. Sinceramente, no sé si lo has hecho para reírte un rato o para gastarme una broma (de muy mal gusto, por cierto), pero no quiero que me vuelvas a hablar, por favor no lo hagas. Ahora ya sabes cómo lo pasé respecto a lo que ocurrió aquel día en la azotea, y cuando comenzaba a brotar nuevamente esperanza en mí, aunque fuera por un chico al que ni siquiera se suponía que conocía, la has vuelto a resquebrajar. Y, ¿sabes? Me siento estúpido porque una parte de mí siempre se encargaba de ponerle tu cara a mi cosita. Olvida mi número y olvida mi existencia, yo... De verdad no creo poder soportar seguir sufriendo por la misma persona tanto tiempo.

El peliverde releyó el mensaje incontables veces, hasta que sus ojos se llenaron de lágrimas, las cuales le impedían ver correctamente y el aparató cayó de sus manos, al igual que él, que dejó caer todo el peso sobre sus rodillas mientras las abrazaba desesperadamente, tratando de reprimir el llanto.

Sus mayores leen lo que Taehyung ha enviado y, tras calmar al chico con caricias y abrazos, cuando éste vuelve a respirar más o menos con normalidad, Hoseok se atreve a comentarle algo.

—Yoongi, respóndele. —Éste niega. —Escucha, si no lo haces, seguirá pensando que tus intenciones eran las de hacerle daño, Taehyung vive en su burbuja porque tú jamás le has dicho la verdad, él es ajeno a tu parte de la historia, respóndele por favor.

Después de dedicar una fugaz mirada a ambos chicos que se encuentran frente a él, toma el teléfono móvil, el cual sigue intacto a pesar del golpe y se digna a escribir algo.

Cosita

Tae, yo lo último que quería era hacerte daño. Siento que hayas tenido que enterarte así de la verdad pero... Simplemente sentía que si te hablaba siendo yo, jamás podrías aceptarme, así que utilicé esta forma, rastrera y ruín, pero no me arrepiento porque gracias a ello pude volver a sentir lo mismo que hace tantos años tus mensajes provocaban en mí. De verdad que lo siento y espero que seas feliz, por lo que no te hablaré si eso es lo que deseas, pero lo último que quiero es que pienses que hice todo esto para herirte, yo jamás buscaría herir a alguien a quien quiero.

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Jejejejejeje

Volví,

Y creo que esta tarde trataré de subir alguno más, pero ya lo iremos viendo, os quieroooo.