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   POV T/n

KAI:-¿Estás consciente de que yo no soy Lisa o una mujer? -preguntó con cierto fastidio en su mirada.

Llevaba hablando con Kai aproximadamente una hora. No, hablando no, quejándome sí. Él se dedicaba a rodar los ojos y decir una que otra frase que se aprendió de memoria o solo hacía como que pensaba la situación de la cual le hablaba.

T/n:-Tengo que ir a ver a Chloe en una hora más, si no aparece Lisa no tendré con quien hablar todo esto. ¡¿Me podrías escuchar?! -Dio un pequeño salto en su lugar por mi repentino grito, aunque no me arrepiento, porque eso hizo que se acomodara en el sofá y me mirara.

KAI:-Okey, cuéntame y te daré mi opinión, ya he visto varias películas. -comentó como si nada.

T/n:-solo te haré una pregunta ¿Qué harías si tienes la oportunidad de salvar a alguien que realmente amas, pero él solo te estaba utilizando? -pregunté.

Jimin quizás no me usó y no tiene planes de hacerlo, pero ellos siguen siendo malos y dudo que por mí o por otra persona cambie eso. La vez que el propio Mochi me dejó inconsciente tuve claro el que solo querían aprovecharse de mí, de la vida que tenía como policía.

KAI:-¿Sabes con exactitud que te está usando? No es por nada, pero tú no eres una persona que se deja engañar tan fácil, creo que lo mejor es asegurarte de eso. -tocó mi hombro, como si me diera parte de su apoyo y yo sonreí tímidamente por su tacto.

Kai no era el mejor consejero, listo, amigable, serio, etc. Pero cuando se le proponía la idea de proteger a su familia, lo hacía.

Tomé el bolso que estaba en la mesa de centro y salí casi corriendo de la casa en camino a la de Jimin. Una fuerza inexplicable recorrió mi cuerpo, algo que me dio seguridad de ir aunque sea para hacer una locura.

Los recuerdos que él me dejó nunca se me olvidarán, mucho menos las caricias y los pocos besos que fueron mágicos en su momento. En definitiva, Park Jimin se ganó mis sentimientos por sus acciones, las cuales eran solo una mentira para mantenerse a salvo. La vez que los saqué de la cárcel, cuando desordenaron mi oficina, cuando Jungkook me tomó en su hombro con rumbo a matarme quizás o solo cuando Mochi me robó un beso para poder escapar. Sé que en el fondo todos eran tan buenos como lo aparentaron, porque nunca vi un grupo de criminales que fuera unido, amigables y se podían divertir de vez en cuando.

Nunca hubiera abierto los ojos si seguía ignorando el trabajo y acercándome a Jimin.

Llegué a mi destino y con pasos firmes caminé a la puerta, esperando a que todos menos él abriera la puerta. Mis nervios fueron aumentando y ya no tenía la misma fuerza de antes, ahora me sentía pequeña, cualquier podía pisotearme en estos momentos.

Suspiré y cuando la manilla se estaba dando vuelta cerré los ojos para soltar todo lo que había pensado en el auto, pero una figura completamente diferente a la que me esperaba estaba al frente de mío.

TH:-T/n, que bueno que viniste, entra. -se ubicó a un lado de la puerta para que yo pudiera pasar.

A TaeHyung no le podía decir las millones de cosas que me estaba a guardando, ya tenía suficiente con el problema de Jungkook y no iba a traerles muchos más directamente a su casa.

T/n:-¿Estás solo? -pregunté al no sentir pasos o algún ruido en la casa, solo nuestras respiraciones y un profundo suspiro de parte de Tae.

TH:-Sí, hee, ¿agua o bebida?

T/n:-Agua, gracias. -Sonrió y caminó a la cocina con mi mirada encima.

Mientras veía su espalda recordé el extenso pasillo que llevaba a una puerta que no tenía algún tipo de seguridad, pero que Jimin no me había dejado pasar un día.

•ME ENAMORÉ DE UN CRIMINAL• JIMIN Y TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora