Narra Greta.
Habian pasado unas semanas desde aquellos sucesos importantes, cabía de destacar que hemos logrado reducir al mínimo la desaparición de lobos de la manada con este domo.
Zaid ya tenia un mes de nacido, todo mundo decía que era la copia de Dereck, no podía estar más feliz de que así fuera, era lo único que me mantenía de pie y luchando, me daba la fuerza suficiente.
-Estas queriendo decir ¿qué viste a un Ángel herido en el cementerio? - preguntaba escandalosamente Nathaniel mientras que le daba biberón a Zaid - ¿ves? Hasta el mini te ve con cara de "mamá estas loca" - señalando a mi regordete que me miraba con una sonrisita.
-Cuidado con su cabecita- le decía Anett ayudándolo -ya termino de comer - me acerque a donde estaban, tome a mi bebé y le di unas palmaditas en la espalda.
-Mi niño lindo - lo estaba meciendo con cuidado -lo que escuchaste Nathaniel, para que me crean ella me confió esto -les muestro el collar- es para sellar el portal.
-Esta mas que claro, que era un ángel - decía Leo viendo el contenido del collar - esto es sangre sagrada - con una mueca de asco - perfecta para cerrar la entrada del inframundo.
-¿Que estamos esperando? Vamos ya, que ya se vayan esos demonios se vayan de estas tierras- frustrado Nathaniel, mi padre se veía muy serio, al ver como salió me acerque a él.
-¿Qué ocurre papá? De pronto, te pusiste muy serio - Zaid lo miraba con el ceño fruncido, él nos miro unos segundos y su vista volvió al paisaje abajo del domo.
-No quiero perderte hija, tu madre murió así- susurro con cierto dolor el cual me contagio- ella también buscaba el portal del inframundo -bajo la mirada - lo último que me dijo fue que estuviera al pendiente de ti -acaricio mi mano - así estuve al pendiente de ti tantos años - sonrió de lado - obvio a las sombras, pero siempre estaba ahí mi niña linda.
-No sabes cuanto te agradezco que estés a mi lado -susurro abrazándolo - eres mi única familia cercana que me queda vivo papá, no te quiero perder tampoco - me limpió las lágrimas - te amo papá.
-Yo también te amo hija - besándome la frente con una sonrisa - mi pequeña Greta ya es toda una mujer madura.
En eso me senté en una de las sillas del porche, recordando algo que llego a mi memoria.
-Estas usando tu magia para desbloquear sucesos en tu mente, normalmente los magos recordamos todo lo que a ocurrido en nuestra vida -tratando de calmarme.
-No estoy haciendo esto a propósito - le dije y él me sonrió de lado.
-Lo sé, será mejor que me pases a Zaid- tomo a mi hijo y yo entre a una especie de trance.
INICIO DEL FLASHBACK
Me veía reflejada de 8 años corriendo en la pista de atletismo de la escuela primaria.
-Tienes talento O'Connell -me decía la entrenadora con una sonrisa - solo que te falta un poco de forma al momento de empezar a correr si puedes manejar eso, te voy a referirte al equipo de atletismo de la escuela - ya recordé eso, me había dolido que me dijera eso la entrenadora, veo a la mini triste en eso alguien que observaba desde la bancas se acerco a mí.
~Era Dereck~ shockeada, mi yo de 8 años ni se inmutó al verlo ahí, simplemente tomo algo de agüita deprimida.
-¡Ey! Pequeña- era mi Dereck poniéndose a mi altura, me tomo del mentón - no debes estar mal, lo hiciste muy bien - seguía sin salir de mi impresión, ya recordé eso.
-Pero dijo que me faltaban cosas para ser parte del equipo -con lágrimas en las mejillas - estuve corriendo mucho este verano, para entrar.
-Lo sé, sé que estuviste entrenando mucho- me abrazo Dereck y yo llore en su hombro - pero confío en ti, tu podrás ser la mejor si te lo propones Greta, tienes mucha fuerza de voluntad y le pones corazón a las cosas - me dio un beso en la mejilla, mini Greta se sonrojo.
-Tiene razón-le decía más animada- ¡gracias! Por cierto, ¿cuál es su nombre? - Dereck me sonrió de lado, con esa mirada que me derretía.
-Ya sabrás a su tiempo Greta - me dio un beso en la frente y se va del gimnasio, dejando a la mini Greta algo confundida.
FIN DEL FLASHBACK
Abrí los ojos y lo primero que busque fue a mi Zaid, ese hermoso niño, sonreí al ver a mi gordito en brazos de su abuelo, bien tranquilo.
-¿Estas bien Greta?- me pregunto mi padre y yo asentí con una sonrisa.
-Creo que me hacia falta recordar un poco para motivarme padre- no entendió mis palabras, en eso llega Anett con uno de los miembros de la manada.
-Hola Darren - salude al lobo y Anett asintió como si le diera permiso de hablar.
-Luna, hemos encontrado el lugar donde esta el portal al inframundo -suspiro y abrazo mas a mi hijo - es el lugar más infestado de oscurus, muy apenas logre salir de ahí.
-Siempre ha sido muy arriesgada esa misión - opino Leo mirando el mapa de la ciudad, cuando el lobo señalo el lugar, Nathaniel exclamo.
-¡Oh no! Ese maldito lugar - gruñó - ¿Por qué no puede ser en un Starbucks o algo así? Un punto de reunión más común y sociable - era el primer edificio de la ciudad donde estuvo él secuestrado mucho tiempo.
Suspiro - creo que no hay mas tiempo que perder, opino que vayamos esta noche- mirando a los presentes - recuerden que volví a ser cazadora también- estuve practicando todos los rituales para que los demonios caigan en shock, estas semanas.
-Me apunto como siempre a la aventura, me recuerda a algo que pase con mi hermana Roxan y Hafner - alza la ceja Leo y sonríe.
-Yo voy por mi primo, lo quiero de vuelta -dándome apoyo moral, le sonrió a Anett.
-Pues si no puedo detenerte hija, tendré que acompañarte -me sonrió mi padre.
-Chicas nos estamos olvidando del mini llorón - decía Nathaniel cargando a mi hijo - si quieren me ofrezco a cuidarlo.
-No, Nathaniel -tome a mi hijo y le di biberón - él se quedará aquí con la manada donde estará a salvo -le sonrió a los lobos y sobretodo a las lobos.
-Okey, entonces ¿preparados para morir esta noche?
-¡Nathaniel! - gritamos Anett y yo.
-Solo decía, no se enojen mujeres a veces prefiero a los demonios, con ese genio que se cargan las dos...--------
El final de esta historia se va acercando, gracias por leer esta historia, sus comentarios y todo.
ESTÁS LEYENDO
¿Mi profesor es un hombre lobo? ¡¿Qué?!
Hombres LoboGreta O'Connel una chica con aspiraciones y sueños, acaba de ingresar a la universidad. Ella pensaba que encontraría paz y tranquilidad en la ciudad natal donde creció su madre, pero se da cuenta que nada es lo que parece. Una tradición familiar que...