A veces el sol sale de otra manera. Como si no emergiera del caos de colores, sino lo produjera él mismo. Hay veces que vivimos de otra forma, como intentando imitar al sol, porque no podemos hacer otra cosa. Y sonreímos como siempre, pero por otras razones. Y cambiamos con el único propósito de cambiar; para que nuestra vida parezca más una vida que cualquier otra cosa. Lo intentamos, o al menos, así lo sentimos. Y eso es la vida: un intento fallido. Triste e inútil, y sin ningún significado. Porque al final se acaban las metáforas, y las ganas de encontrarlas, y se derrite en el silencio todo lo que se ahoga en el vacío. Pero no significa lo que significa, porque no es nada. Y todo es mucho más sencillo de esa forma. Nada es nada, y eso es la vida; entonces todo lo demás puede olvidarse sin que pase ninguna otra cosa. Sentimos casi que nuestra vida es real, pero la realidad no la podemos definir. Las canciones se acaban, y los libros los roban. Y eso está bien, porque es lo que hay. No importa lo que importa, y lo demás no tiene sentido. Y vivimos en lugar de morir porque es más fácil. Todo lo otro sobra, así como sobro yo; y el resto, es la vida.
*** *** *** ***
La melancolía se podía sentir en el aire. Era nuestra última clase con Jairo, y todos lo sabíamos. Sabíamos además, que no íbamos a tener nada parecido a una clase por más que quisiéramos (y nadie quería) y que éramos demasiado pobres como para comprar un pastel, pero no lo suficiente como para no hacer una enorme cartelera de mensajes de amor. Así que con todos esos conocimientos aglomerados, esperamos a que iniciara la clase para sorprender a Jairo con nuestra dedicación y buenas intenciones.
—¿Qué hacen? —dijo él—. Tenemos que terminar el taller para dejar cerradas las notas.
Medio nos reímos, medio lo abucheamos (como solemos hacer) y lo obligamos a sentirse feliz por nuestra bien preparada despedida.
—Son todas unas perdedoras.
—Pero nos amas.
—Sí, ajá.
—Bueno. ¿Qué importa? Lee los mensajes.
Jairo rió un poco y tomó la cartelera en sus manos.
—«One Direction es lo mejor —leyó con el ceño fruncido—, aunque los odies. Con amor: Ashley». Yo no los odio... solo... los detesto. Bueno, como sea. Mmm... «Nirvana es la ley, igual que Harry Potter» Pues ya sabemos hacia qué parte del infierno se está yendo la juventud...
—¡Hey! —exclamó Christina.
—«Brilla la luna, brilla el sol. Brilla la calva del profesor». Ja, já. Que graciosa Emma.
La aludida se encogió de hombros en medio de su carcajada, mientras los demás le aplaudían.
—«Estoy enamorada de ti». Ay, Lena. Tú siempre tan tierna, aunque ya lo sabía.
—¡Ahí no dice eso!
—Oh, pero claro que lo dice. «Bla, bla, bla eres lo mejor... te amamos... te enviaré muchos dulces... y bla, bla, bla». Gracias chicas... y Andrew. Significa mucho para mí.
—Te vamos a extrañar.
—Y yo a ustedes... a algunos más que a otros... pero igual. No puedo negar que hemos pasado muy buenos momentos juntos. ¿Recuerdan en sexto?
—¿Cuando todos se asustaron de lo gruesa que es tu voz?
—Sí. Aquellos tiempos... todas eran unas enanas. Y eran súper groseras ¿Se acuerdan de Luisa?
Hubo un asentimiento colectivo mientras muchos reían.
—¡Era un dolor de cabeza! Y Gabriela... ¿Se acuerdan de ella?
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Cuatro Paredes
Ficción GeneralTodos quieren una vida perfecta: un par de amigos verdaderos, sonrisas infinitas, aventuras sin propósitos, y alguien a quien amar... y cuando tienes todo eso, ¿te molestas en pedir que sea real? La siguiente es una obra de ficción basada en la vida...