11 de Agosto

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La vida me sonríe con los ojos llenos de lágrimas y me obliga a recordarle que no estaría viva sin mí, para que no dude cuando tenga ganas de abrazarme y no me abrace sin razón. Escondo las razones de las garras de los ilusos, con decisión y sin propósito, porque las cosas sólo funcionan para los que las hacen funcionar. Lo errores se juntan en torno a mi felicidad, con mucho cuidado de no causarle daño a alguien, para que sientan que los amo cuando les agradezco, y que les agradezco cuando los olvido. Escucho preguntas, que se responden con ayuda, buscar obras de arte entre los cristales rotos de una vida perdida; la vida luce como dos almas enamoradas, atadas juntas en medio de la crueldad del mundo, que esperan lo que desean y piden lo que no se les puede dar. El verano ha durado mucho, el invierno durará más. Mis abrazos se tiñen de verde y la vida de otros vale tan sólo un poco más, el cielo no parece un cielo y no lo obligo, y la oscuridad es rechazada por cualquiera que sepa cómo dormir. La vida me despierta, incluso antes de obligarme a despertar.

*** *** *** ***

La primera clase que ignoramos ese día fue la de Glorita. Lena estaba sentada a mi lado, a mi otro lado estaba Andrew, y Lu estaba con Aria en la fila de adelante girada para poder vernos.

—Oigan —dijo Lena—. Van a sacar nueva temporada de Haikyuu.

—Y de Free! —dije.

—No lo conozco.

—Es bueno, deberías verlo. Es el anime más gay que he visto, pero me gusta... En parte porque es el anime más gay que he visto. Aparte, claro, de Kuroko no Basket.

—Ese sí lo había escuchado. Es uno de basketball.

—No, Lena —dijo Aria—. Se llama Kuroko no Basket pero juegan golf.

—Te odio.

—Hablando de gays —dijo Lu, mirándome a mí—, ¿Nico se enamora de Leo?

—¿Qué? —exclamé— No. No, él se enamora... de otra persona, y luego de otra...

—Ah, ya. Pero por favor dime que no es de Will.

—Si fuera de Will sería la pareja perfecta.

—Claro que no. Con Leo es la pareja perfecta.

—¿Pues sabes qué? Sí se enamora de Will.

—¡Retráctate!

—Ellos se aman. Van a casarse y van a tener muchos semidioses con el cabello negro y los ojos azules, o rubios con los ojos cafés. Y Leo ama a Calypso.

Lu dio un golpe a su mesa y se puso de pie.

—Permiso para matarla —dijo.

—Denegado —dijo Lena—. A su puesto, cadete.

—Igual tengo una lanza, puedo matarla sin permiso.

—¿Por qué tienes una gansa? —preguntó Aria.

—Olvídalo —Lu volvió a sentarse y empezó a tomar apuntes.

Preferí prestarle atención a cualquier cosa que no fuera la clase, por lo que fijé mi vista en Sasha y Brittney, que estaban cantando una canción en voz no lo suficientemente baja.

—Ellas dicen: Why you gotta be so rude? —le dije a Lena— Tu y yo decimos: Sweet child O'mine! Entonces llega Andrew diciendo: La cucharita se me perdió.

Lena estalló en carcajadas, que sonaban incluso más graciosas cuando intentaba reprimirlas, y Andrew, que había estado muy ocupado con su nuevo juego de fútbol como para ponernos atención, se giró en su dirección.

Cuatro ParedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora