Pequeños...

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En cuanto Waylon entro a la jefatura, Lisa se arrojó con intención de golpearle.

Chris se colocó frente a él, y varios policías tuvieron que detener a la histérica madre.

-TU LOS TIENES...TU...MALDITO...ARRUINASTE MI VIDA-

Uno de los detectives se llevó a Waylon para interrogarlo.

Con ayuda de Miles y Chris, y de todas las fotos que Eddie le había tomado, lograron demostrar que no había salido del Hotel en todos esos meses.

-lamentamos las molestias, pero la señora Lisa no dejaba de acusarle-

-jamás les haría nada a esos niños...fueron mis hijos por años-

-tiene alguna idea de quien podría querer llevárselos-

-Lisa me engaño con varios hombres, sé que tiene una libreta con sus teléfonos...quizás alguno podría...habérselos llevado-

-mandare a un oficial a investigar-

-por favor avísenme si aparecen, o si puedo ayudar en alguna otra cosa-

-por ahora vaya a casa señor Park, será mejor que trate de calmarse. -

-nosotros le llevaremos de inmediato. -

-tenga mi tarjeta señor Park, y si tiene cualquier información llámeme-

-gracias, así lo hare...-

Miles le guio hasta el auto de Chris.

Mientras salía de ese lugar escucho a Lisa gritar y maldecir.

Su ex suegro le intercepto en el estacionamiento.

Se disculpó con él, en nombre de su hija.

Luego lloro sobre su hombro por la preocupación que le causaba la desaparición de sus nietos.

-todo estará bien, los oficiales ya están buscando-

-gracias por todo Waylon...-

-no me agradezca nada señor, amos esos niños y solo deseo que aparezcan...-

-eres un buen hombre...bueno debo volver a dentro, mi esposa me necesita-

-este es mi nuevo número, si necesita algo estoy siempre disponible-

Su ex suegro tomo el papel con su número.

Luego se despidió y entro al edificio.

Waylon, Chris y Miles volvieron hasta Mount Massive.

Eddie le esperaba con una taza de té y un hombro para llorar.

Hablaron y el lloro hasta quedarse dormido.

Seguramente Eddie había puesto algo en él te para ayudarle.

Y poco le importaba.

Solo deseaba que sus niños aparecieran pronto.

*

*

*

Hacia tanto que no había niños en Mount Massive.

Y estos dos pequeños eran adorables.

Hacían florecer en ella un instinto materno que hacía años creía perdido.

Oírles llamarle mamá era encantador, y pasar tiempo en la guardería era su nuevo pasatiempo.

-mamá, cuando vendrá papá a vernos-

-tranquilo Alex, tu padre debe sufrir un poco más...así apreciara más nuestra vida juntos-

Ambos niños sonrieron, mientras comían más de esos dulces rojos que ella le preparaba.

El cambio era cada vez más notable, y pronto esos pequeños pasarían a formar parte de Mount Massive.

Hotel Mount MassiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora