Hotel Mount Massive

porque sentía que esto no era correcto...

Jeremy miraba a Madame arrullando al pequeño Billy.

Su esposa siempre se veía tranquila mientras estaba con su pequeño.

Aun con todo lo que habían pasado, aun cuando les había quitado todo.

Ellos eran una familia.

Puede que Eddie no quiera recordarlo y se aleje de ellos, pero los tres siempre estarían unidos.

-bonito reloj-alago mientras veía la muñeca de su esposa.

-Waylon no los regalo...verdad que es hermoso-

-ese rubio tiene muy buen gusto-

-es una lástima que mandara grabarlo, pero es solo algo temporal...verdad-

-ya le solicitaste que visitara a Billy, solo es cuestión de tiempo para saber si él es el indicado-

-quería traerlo esta noche, después de todo es su cumpleaños-

-deja que el chico celebre con sus amigos, mañana podremos hacer una cena familiar, algo más elegante y formal-

-Eddie le pedirá matrimonio hoy-

-lo sé, vi el anillo en su habitación-

-es perfecto, ya quiero verlo en los hermosos dedos de Darling-

-se verá hermoso-

-él es muy hermoso...mi Darling es perfecto-

-aun no...-

Ambos sonrieron, y madame beso la frente de su hijo.

*

*

*

*

Tenía los resultados entre sus manos.

Cáncer.

Ya se lo sospechaba.

Pero tener ese papel entre sus manos, hacia todo más real.

Se sentía tan miserable, y ni todo el alcohol del mundo ayudaría con su pena.

Morirá.

Eso ya lo sabía.

Tarde o temprano, moriría.

Se volvería una parte más de Mount Massive.

Era parte del trato que tenía con Madame.

Pero, ahora no estaba del todo convencido.

Sabía que pasaría siglos y siglos unido a este maldito hotel.

Eddie le había pedido proteger a Waylon de Madame, y eso pensaba hacer.

Debía decirle la verdad.

Pero como hacerlo, si estaba atrapado en el hotel.

Fácil.

Pauline, su hija.

El único contacto que aun tenia fuera de estas paredes.

Ella había logrado acercarse a Lisa.

No podían decirle que había pasado con sus hijos, si lo hacía sabrían que él había hablado.

Pero podía darle una pista importante pero difícil de descifrar.

Walrider, si bien él tampoco lo entendía al inicio, sabía que Waylon estaba por entenderlo.

-Dennis, la fiesta va a comenzar-

-no me apresures, la belleza toma su tiempo-

-anda, no tardes mucho, Eddie hará la gran pregunta pronto-

-yo tengo el anillo, así que no puede hacer nada sin mí-dijo con cierta burla.

Antes de tomar el anillo, y guardar sus papeles bajo llave.

Era hora de acompañar a sus dos amigos.

Y esperar que Waylon fuera fuerte y se supiera defender ante lo que vendría.

*

*

*

Había sido una fiesta increíble.

Eddie se había esmerado demasiado en todos los detalles.

El pastel, la decoración, los regalos.

Todo tenía el toque de Eddie.

Las rosas, el vino, los invitados.

Era un sueño.

Paso horas bailando, riendo, conviviendo con todos.

Eddie era el mejor novio de todo el mundo, sentía que se complementaban.

Y fue sumamente sorpresivo, cuando Eddie lo llevo al centro del salón, se hinco frente a él y le tomo sus manos.

*

*

*

Eddie estaba sumamente nervioso.

Sabía que era un paso grande, y saber que sus compañeros estaban tan entusiasmados con la idea...

No quería condenar a Waylon, pero era lo suficientemente egoísta para quererlo atado a él.

Aunque fuera de esta forma.

-Waylon, te amo más que a mi propia alma... ¿te casarías conmigo? -

-si-dijo con una radiante sonrisa.

Mientras se arrojaba a sus brazos en un fuerte abrazo.

De inmediato todos comenzaron a festejar.

Estaban felices.

Él era feliz.

Entonces...porque sentía que esto no era correcto.