Capítulo 6

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-¿Heartson?- Le llamó Noah al ver que estaba tirado en la mesa sin prestar atención.

-Lo siento... llevamos horas... o días, ya ni lo sé, con lo mismo, no me cabe más información. ¿Es realmente relevante saber quien fue el Dios original o por qué Lucifer terminó siendo desterrado?

-Es la historia de nuestros orígenes. Claro que es importante.- Replicó su profesor.

-No es justo, ni siquiera soy capaz de conciliar el sueño.

-Conciliar el sueño... oh, ¿eso que hacen los humanos cuando están muy cansados?- Axel se llevó las manos a la cabeza.

-Se llama "dormir" y por tu reacción, no me molestaré en preguntar cuánto tiempo llevas sin practicar ese sagrado ritual.

-¡¿Sagrado?!- Noah se asustó por demasía.

-Es una forma de hablar, Noah. No te preocupes, no has cometido ningún pecado. No te van a desterrar como a Luzbel.- Noah suspiró aliviado pero sonrió a continuación.

-Veo que de algo sí te has enterado.

-Qué remedio.- El profesor rió emocionado por los progresos del hombre.

-Oye, ¿por qué quieres ver a Erina?- Se atrevió a preguntar de repente. Axel sonrió amplio.

-Porque todavía no me has enseñado a controlar la lujuria.- Le guiñó el ojo. Noah se sonrojó y negó.

-No voy a llevarte con ella si vas con ese pensamiento.- El hombre se cruzó de brazos. Empezaba a entender a su ángel y sabía cómo convencerle.

-Dijiste que lo harías si aprendía a no mentir. ¿Acaso eras tú quien mentía?- Noah negó frenéticamente.

-No mentía, pero no puedo llevarte si piensas de esa forma, Erina es muy guapa. ¡Ya sé! ¡Déjame enseñarte un poco sobre ese pecado primero!

-Está bien, olvídalo. Para la próxima vez recordaré que mintiendo se obtienen mejores recompensas.- Noah parecía estar a punto de echarse a llorar pero no podía dejar que volviese a las andadas si ya había aprendido a no decir mentiras.

Ese hombre sabía cómo desesperarle. Lo peor es que Axel disfrutaba viendo cómo su ángel se tiraba de los pelos tratando de buscar alguna solución.

-¡Vale! Te llevaré a verla. Pero te recuerdo que la violación es un pecado mortal. Ni siquiera yo podría perdonar tal acto.- Trató de sonar duro pero su voz tembló.

-Claro, claro.- Le había hablado sobre esos pecados. Uno de ellos era el robo, se preguntó si Noah conocía ese detalle sobre él. Los pecados mortales... daban miedo.

Finalmente terminaron volando hasta la casa de Erina. Ella les saludó con una enorme sonrisa.

-Ya me ha dicho Noah que veníais. Así que este es el nuevo aprendiz. Diago me contó el error que hubo.- Axel sonrió embelesado.- Lucifer es horrible, dejó a un pecador aquí sólo para poder divertirse.- Ni siquiera le molestó que dijese esas cosas sobre él. Esa mujer era un poco más alta pero ni siquiera le importó ese detalle. Estaba seguro de que sus medidas eran perfectas y tenía un hermoso cabello color caoba que caía en cascada hasta la cintura. Sus facciones eran perfectas. Ella sola iluminaba todo el cielo.

-En realidad está aprendiendo. Creo que no es tan malo. Estoy seguro de que algún día conseguirá sus propias alas.- Eso le hizo reaccionar. No dijo nada al respecto pero le había parecido escuchar algo sobre conseguir "sus propias alas". ¡Entonces sí podría volar!

-Axel Heartson.- Le ofreció la mano al mismo tiempo que una sonrisa. Erina sonrió y se la tomó.

-Ese es un gesto muy humano, ¿lo sabías?- Le dijo. Ciertamente, parecía que seguía siendo humano. No encajaba en un lugar como el cielo pero no quería ni pensar en el infierno.

Bienvenido al cielo (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora