Capítulo 4

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Tenía mi cuerpo atrapado en uno de sus brazos, mi cabeza estaba apoyada en la pared esperando lo que venía.

Sentí como se fue introduciendo en mi, como con el brazo que tenía rodeado mi delgado cuerpo me pegaba más para sentir de lleno su erección.

Quería apretar algo, no tenía nada cerca para que me facilitara esa necesidad que tenía en estos momentos.

Estaba siendo algo torpe conmigo, sus embestidas eran fuertes y ya sentía que en cualquier momento a quedaría tirado en el suelo.

- Puedes ir...u-un poco más lento - pedí con los ojos completamente cerrados.

- No.

- Es que me duele, me estás lastimando.

- ¡Mgh! Imagina cuando mi celo llega - dió una embestida profunda - podría partir lo poco y nada que tienes.

Quería que esto acabe ya, si de por sí era violento no me imaginaba que cosas podría llegar a hacer en el período de celo.

Me guío al sofá para seguir penetrando en mi, sus manos en mis muslos dejaban marcas por la intensidad con la que apretaba.

- C-C-Christopher...para - puse ambas manos en sus hombros para empujarlo, esto ya no estaba siendo agradable.

- ¿Por qué? - preguntó a lo que me quedé callado, prácticamente la voz no me salía.

Acercó su cara a mi cuello, puse ambas manos en su espalda para apoyarme en él.

Luego de un rato sentí que algo se expandía dentro de mi, estábamos anudados, Christopher había llegado al máximo placer.

Esperamos los minutos necesarios para que la inflamación baje y pueda salir de mi.

Me tomó por sorpresa que me haya tomado en brazos para llevarme a su habitación, estaba algo cansado y medio dormido, lo último que recuerdo es ver qué caminó alrededor de la cama para acostarse conmigo.

Desperté por el ruido del agua proveniente del baño, miré por debajo de las sábanas encontrándome desnudo, mi ropa se había quedado abajo, necesitaba ir por ella pero me daba vergüenza ir y que Christopher pudiera bajar y verme.

- Veo que despertaste - escuché su voz la cual me sacó de mis pensamientos.

- Sí.

- Voy a salir un momento - se sentó en la cama mirándome fijamente - quiero que te quedes aquí, no salgas de la casa Erick.

¿Pretendía tenerme aquí? Yo no podía quedarme, quería irme a casa, yo no era de él y aún podía huir.

- Christopher.

- Es una orden.

- Está bien.

Salió de la habitación dejándome solo, tomé la sábana para cubrirme el cuerpo, corrí un poco la cortina para ver que realmente se fuera.

Cuando lo hice bajé corriendo por mis cosas, me vestí lo más rápido posible para salir.

Llamé un par de veces a Joel quién no contestaba, le mandaba mensajes pero no le llegaban.

No sabía por donde tenía que ir, agradecía que la tecnología existiera ya que así podría llegar a casa.

- No tengo dinero - me detuve al recordar eso. Tendría que caminar nuevamente, era de día así que en peligro no estaba.

No sabía si mi amigo estaba bien, si estaba mal o si ese tal Zabdiel era igual o peor que Christopher.

El Indicado - Omegaverse ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora