Se me hacía difícil acostumbrarme a esto, cada día que pasaba me preguntaba cómo seríamos con ese pequeño que venía a nosotros.
Christopher desde que sospechó que sería papá no se ha despegado de mi, está todo el día pendiente de que no haga el más mínimo esfuerzo.
- Hola - asomó su cabeza en la puerta a lo que reí.
- Hola ¿cómo te fue?
- Bien - se acostó a mi lado - ¿cómo te sientes?
- Me preguntaste lo mismo en la mañana y antes de irte.
- ¿Y? Quiero saber.
- Estoy bien, bueno...estamos bien.
- Eso es bueno - levantó un poco mi polera.
- ¿Que haces?
- Dicen que es bueno hablarles.
- Pero aún es pequeño, ni siquiera ha crecido - respondí algo avergonzado.
- Pero está aquí adentro y siente - dijo apoyando un lado de su cara en mi abdomen.
- Christopher...ya.
- Hola pequeño - saludó imitando un golpe de puerta con la mano - de seguro estás durmiendo ¿verdad? Te estamos esperando acá, serás una hermosura.
Solo sonreía con las cosas que le decía, si pensaba que ya había conocido el lado tierno de él, estaba equivocado, sin duda este era su lado más tierno.
- ¿Estás feliz? - pregunté al ver su cara.
- Sí, mucho.
- Se nota.
- ¿Tú? - volvió a ponerse a mi lado.
- Es raro, he tenido muchas náuseas pero sí, es algo nuevo pero lindo - respondí.
- Tenemos que pensar en un nombre, eso es importante.
- Pero aún falta mucho Christopher, relájate - me abracé a él.
- ¿Quieres hacer algo?
- Mmm...sí, quiero comer fresas ¿hay?
- No, pero puedo ir a comprar.
- Perfecto, ojalá con crema, trae chocolate también y un pedazo de pastel - dije en lo que me ponía de pie.
- ¿Algo más? - preguntó con cierto sarcasmo.
- No, es todo - le dediqué una sonrisa para bajar.
Sentí algo de frío, iba a encender la chimenea pero aquella adorable Beta no me dejó y terminó por hacerlo ella.
Caminé hasta la cocina, abrí la nevera encontrándome con un flan, no pude resistirme y tuve que comer.
Me fui a sentar al sofá para que me llegue el calor, encendí la televisión en busca de alguna película, no quería aburrirme.
- Llegué - escuché mientras la puerta se cerraba.
- Ya comí.
- ¿Es broma? Erick, querías comer lo que me pediste.
- Comí flan.
- A ti no te gusta el flan - respondió con el ceño fruncido.
- Es cierto - analicé su respuesta.
- Osea que no vas a comer.
- No ya estoy llenito - sonreí.
- No puede ser - dijo avanzando a la cocina - fui de puro gusto.
Veía y escuchaba como reclamaba desde allá, solo me reía con cada cosa que decía, no era mi culpa.
- ¿Puedes dejar de hablar solo y venir?
- No sabes lo que me costó encontrar esas fresas - se sentó cruzando los brazos - fui lo más rápido posible.
- No es mi culpa, tu cachorro tenía hambre y no se pudo aguantar, reclamos a él - apunté mi abdomen.
- Ya verás cuando salgas de ahí - amenazó - no te voy a consentir.
- ¡Christopher!
- Estoy molesto.
Me senté en sus piernas para acurrucarme en él, quería sentir su calor - estás calentito.
- Deberías abrigarte un poco más, estás helado.
- Caliéntame.
- Erick.
- Es broma - besé su mejilla para volver a refugiarme en él.
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Un capítulo de regalo 😊❤
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El Indicado - Omegaverse Chriserick
FanfictionQuizás no estábamos destinados, pero el destino y el instinto no fallan. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-