Solo faltaban dos semanas para tener a mi cachorro y yo tenía una pancita de cuatro o cinco meses.
Mis jeans ya no cerraban así que solo usaba buzos y polerones.- Ya está lista - dijo sentándose en la escalera - ni pienses que cambiaré el color de la habitación nuevamente.
- No es mi culpa, yo quería celeste y tú la pintaste de azul - respondí.
La habitación de nuestro pequeño estaba lista, ya cuando falten días pondríamos cosas de nosotros para que sienta nuestro aroma, tenía que acostumbrarse a sentir a sus padres.
Christopher fue a darse un baño, el pobre estuvo todo el día pintando la habitación, se molestó un poco cuando le dije que no era el color que quería pero se le pasó de inmediato.
No puedo negar que el proceso del embarazo fue muy hermoso, habían días en los que mi humor cambiaba bastante pero ahí estaba Christopher, estuvo muy presente en cada cambio.
Sentí un dolor horrible, por un momento pensé que había sido una patada de mi pequeño pero los dolores iban en aumento.
- ¡CHRISTOPHER! - grité a todo pulmón.
- Qué - dijo desde la escalera.
- BAJA EL BOLSO, YA VIENE.
- No es cierto - abrió su boca de la impresión - ¿de verdad?
- ¿CREES QUE SOY TONTO PARA JUGAR CON ESO? BAJA ¡YA!
Lo único que ví fue que volvió corriendo por el bolso, sentía sus pasos pero las contracciones eran más dolorosas y no podía enfocarme en nada.
- Vamos, vamos - intentó cargarme pero lo detuve.
- Me duele mucho - comencé a llorar - no puedo hacerlo.
- Si, si puedes - tomó mi cara - respira.
- ¡Christopheeeeer! - apreté su mano provocando que se queje - me cortarán mi pancita.
- Eso que importa, piensa en el bebé.
Traté de respirar, Christopher me tomó con mucho cuidado para subirme al auto, esto estaba siendo un infierno.
- ¡Aaaah! No no no - apreté su brazo ya que iba conduciendo - ¡APÚRATE!
- CÁLMATE.
- NO ME GRITES.
- Erick...me estás poniendo nervioso, cálmate - pidió más tranquilo.
- Me duele mucho.
- Tienes que estar tranquilo, si te ven alterado no me dejarán ingresar contigo - tomó mi mano - solo un esfuerzo Erick.
Me ingresaron de inmediato, estaba muy alterado y eso podía complicar la situación.
Tuve que esperar que arreglen todo, los dolores eran a tal intensidad que no pude evitar llorar, estaba asustado y no estaba Christopher conmigo.
No entendía porqué me hacía esperar tanto, ya no daba más.
Cuando al fin me pasaron al quirófano, equilibraron mi tensión arterial y limpiaron mi pequeño abdomen.
Yo no podía tener un parto normal por mi estrechez y una cesárea era la única opción en estos casos.
Me pusieron una anestesia que me permitiría ver el nacimiento de mi pequeño, ya que si ponían una más fuerte podría dañar al niño.
Apenas vi que Christopher ingresó preparado para el parto, me sentí algo más tranquilo, él tenía que estar conmigo.
- Tengo miedo, tengo miedo - tomé su mano con gran fuerza.
- Respira, nuestro cachorrito ya viene - besó en varias ocasiones mi mano.
Yo la verdad no quería ver cómo los doctores abrían mi abdomen, desvié la mirada a Christopher quién estaba tieso mirando lo que estaba pasando, el pobre ni se movía, no sabía que me ponía más nervioso, si ver cómo sacaban al pequeño o verlo a él.
Durante el proceso de parto no solté la mano de Christopher, intentaba tranquilizarme en cada momento y se lo agradecía.
Apenas sentí su llanto comencé a llorar, lo pusieron en mi pecho de inmediato, Christopher se acercó un poco para ver a nuestro cachorro, mi pequeño había nacido.
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El Indicado - Omegaverse Chriserick
FanfictionQuizás no estábamos destinados, pero el destino y el instinto no fallan. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-