No puedo negar que todo tomó un giro en trescientos sesenta grados, todo estaba siendo tal y como quería que fuera mi vida.
Christopher era un amor de persona conmigo, ya no tenía sentido recordar lo malo si ahora estaba en mi mejor momento junto a él.
Mi mordida iba perfecta, en todo este tiempo jamás presentó alguna molestia, solo los dolores típicos que dan, dolor de cabeza básicamente, normal. Me gustaba lucir mi marca, era algo lindo entre nuestra comunidad.
- ¿Te sientes bien? - preguntó en cuanto me acerqué.
- Sí ¿por qué?
- Solo preguntaba.
- ¿Que haces? - me senté a su lado abrazándolo.
- Trabajo, terminando unos detalles.
Giré su cabeza para darle un cariñoso beso, se había convertido en mi debilidad.
- Está lista la comida, vamos - tomé su mano.
Me abrazó por detrás para caminar junto a mi - ¿seguro que estás bien?
- Sí - reí.
La amable Beta nos sirvió el almuerzo, a diferencia de antes, ahora comíamos todos los días juntos, era poco el tiempo que nos mantenemos separados en realidad.
- ¿Por qué me miras así? - pregunté algo avergonzado.
- Siempre te miro.
- Me sonrojo Christopher - puse mis manos en las mejillas.
Pidió que traigan el postre, pedí que hagan mi favorito, a Christopher también le gustaba.
Comí un poco pero sentí un sabor extraño en él. Probé de nuevo sintiendo el mismo sabor.
- ¿Pasa algo?
- Christopher ¿tu postre está rico?
- Sí, como siempre.
- ¿Puedo probarlo? El mío no tiene un buen sabor.
- Claro - me acercó su plato.
Tomé otro servicio para probarlo, me encontré con que tenía el mismo sabor que el mío.
- No me gusta - dije apartando el plato.
- Es tu favorito y está igual que siempre.
- No, mira come - le pedí.
Volvió a tomar su servicio, apenas vi que se llevó el postre a la boca sentí que todo lo que había comido estaba subiendo.
Me paré de inmediato en dirección al baño, comencé a vomitar sin razón alguna, sentí mucho asco.
Apenas me enjuague la boca sentí que esto no era normal, era raro que yo vomite y mucho menos con algo que a mí me gustaba comer.
Deslicé mi cuerpo por la pared hasta quedar sentado en el suelo, lágrimas recorrían mis mejillas hasta caer por completo.
- Erick.
- Nunca vomito con mi postre favorito - lo miré con los ojos llenos de lágrimas.
- Ya, tranquilo - se agachó abrazándome - estoy contigo, no te dejaré solo.
- Nos estábamos cuidando ¿que pasó?
- Cosas que pasan, quizás nos descuidamos.
- No puede ser - negué de inmediato.
- Me di cuenta, no quise decirte - acarició mi espalda - tu aroma cambió, está más dulce de lo normal y las náuseas creo que resolvieron mis dudas.
- Estoy asustado, tengo miedo - respondí.
- Tienes que calmarte, es algo normal y algún día iba a pasar.
- Christopher.
- Nos llegó un cachorrito - soltó una pequeña risa - ya no seremos dos.
- No estás ayudando mucho - sequé mis lágrimas.
- Ahora tendré que cuidarte aún más, bueno, a los dos o tres, quién sabe.
- ¡Ay no! - volví a llorar.
- A descansar - dijo para tomarme en brazos.
Me llevó a la cama para que esté más tranquilo, estaba muy tenso con esto y no debía estar alterado, ya comenzaba a preocuparse por su cachorro.
..........................
Se me hace tan difícil imaginar a Erick embarazado 😂 pero hay que seguir el tema Omegaverse como se debe, ahora son tías/tío (para el CNCOwner Boy) ❤
Cumplí con sus cinco capítulos diarios ❤
ESTÁS LEYENDO
El Indicado - Omegaverse Chriserick
Fiksi PenggemarQuizás no estábamos destinados, pero el destino y el instinto no fallan. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-