Capítulo 8

2.7K 240 39
                                    

Pasaron algunos días, las cosas seguían iguales, no me dejaba hacer nada que no fuera con su consentimiento, si no hubiera sido porque le prometí que no volvería a irme, en estos momentos estaría vigilado.

Yo no suelo ser agresivo, todo lo contrario, soy muy tranquilo y cariñoso, quizás por eso las personas se aprovechaban de mí.

- ¿Christopher no ha llegado? - le pregunté a la Beta que había contratado.

- No, aún no ¿necesita algo?

- Este...necesito comer helado - me dirigí a la nevera sin poder avanzar.

- Siéntese jóven, al señor no le gusta que haga esas cosas, yo le serviré su helado.

Exactamente, no podía hacer nada por sí solo.
Lo esperé para cenar, pero no llegó, de seguro tenía mucho trabajo.

Subí a la habitación para ponerme el pijama, creo que mi día había acabado.

La puerta se abrió algo fuerte, levanté mi vista observando a un Christopher sudado y con la respiración agitada.

Se acercó tomándome con fuerza, comenzó a quitarse la ropa con gran rapidez, su celo había llegado.

- Christopher.

- Tienes que ayudarme, no sé qué mierda pasó - dijo rompiendo mi polera - aún faltaba.

Estaba incontrolable, sus manos acariciaban bruscamente mi cuerpo, sentí sus labios en los míos pero no de una manera tierna.

Su primera embestida fue algo fuerte, se metió de lleno en mi provocando algo de ardor, no sabía si decirle que fuera más suave, en estos momentos los instintos predominaban en él.

- V-ve un poco... más... lento - pedí.

- Te voy a partir ¿me escuchas? - dijo agitado - quiero que grites.

Temía que este momento llegue, pero me correspondía ayudarlo, era mi deber.

Su mano estaba en mi cuello mientras seguía metiendo y sacando su pronunciada erección, mis jadeos se comenzaron a escuchar, creo que eso lo excitaba más.

- Me estás ahogando - puse mi mano en la de él tratando de quitarla.

- Cállate - jaló mi cabello provocando un grito.

Intenté relajarme, si me ponía tenso me dolería aún más.

Sentí sus labios posarse en mi cuello, algo me decía que tenía que ser de él a pesar de todo.

- Márcame - pedí - h-hazlo, muerdeme.

- Pídelo - dijo sin dejar de embestir.

- Quiero ser tuyo mi Alfa, márcame, por favor.

Quizás estaba siendo un tonto, quizás no estaba pensando claro en estos momentos, pero era lo que quería.

Comencé a sentir la hinchazón dentro de mi, el nudo se había desatado y él no quiso convertirme en su Omega.

- ¿Por qué me lastimas y me desprecias?

- Yo no marco a nadie.

- Deja que me vaya entonces.

- No, porque el hecho de que no lleves mi mordida, no quita que seas mío.

- Es injusto.

- Lo es - depositó un beso en mis labios - es lo que te tocó.

Salió apenas la inflamación bajó, estaba más relajado y se le notaba a simple vista.

- Deberías aprovechar de dormir, no tardaré mucho en sentir esa sensación de nuevo, debes estar descansado - se recostó a mi lado envolviendo mi cuerpo en sus brazos - hazlo.

Sería una noche y posiblemente un día bastante agotador, no sabía que esperar cuando el celo llegue a mi, ya estaba cansado y eso que esto apenas comenzaba.

El Indicado - Omegaverse ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora