Estaba preocupado porque si no llegaba a la hora me iban a despedir, necesitaba ese trabajo y no encontraba la forma de librarme de él.
- Vamos - me puso de pie mientras apretaba mis brazos.
- Por favor - pedí.
- En dos minutos te quiero afuera, no me obligues a sacarte a la fuerza.
No sabía si tenía que buscar algo, lo único que se me ocurrió hacer fue buscar mis supresores y meterlos dentro de una chaqueta, este chico no tenía intensión de dejarme tranquilo.
Salí casi corriendo, lo que menos quería era otro tipo de maltrato.
- Listo.
- ¿Solo llevas una chaqueta?
- Me dijiste dos minutos, no alcancé a tomar nada más.
- Súbete - abrió la puerta del auto. Por un momento lo dude pero terminé por hacerlo.
Mi cabeza iba pegada al cristal del auto mientras miraba las calles, por momentos lo miraba de reojo sin que se diera cuenta, eran lindo pero a la vez un salvaje.
Nos bajamos al mismo tiempo, no me moví hasta que me lo ordenó, estaba en un estado de sumisión que jamás había tenido.
- Desde ahora vivirás aquí - dijo apenas cerró la puerta - antes de que preguntes, dormirás conmigo, ya conoces la habitación, sube.
Caminé en dirección a las escaleras, me observó en todo momento, quizás que cosas pasan por su mente. Me iba a sentar en la cama, pero preferí observar la habitación, eran tan grande pero independientemente de eso la sentía muy cómoda, la sentí como mía.
Tenía dos ventanas, una con vista a la calle y otra con vista al jardín, que vida se daba Christopher, tenía todo, menos sentimientos.
La puerta dejó ver a Christopher, traté de estar lo más tranquilo posible - siéntate - ordenó a lo que obedecí - mañana vendrá una persona que se hará cargo de todo en la casa.
- ¿Y yo que haré?
- Tú no harás nada en la casa, yo no te traje para eso.
- ¿Podré ir por mis cosas? Necesito mi ropa.
- Iremos por cosas nuevas, no sé como puedes llamar ropa a esas cosas que usas - hizo una mueca de asco - supongo que no necesitaré traer a una persona que te cuide, ya que al niño le gusta escaparse.
- No, claro que no, no lo volveré a hacer.
- Claro que no - se puso a mi altura afirmando mis piernas - si lo haces, vas a saber lo que es hacer enojar a un Alfa.
- Si eres tan codiciado ¿por qué a mi? yo no soy nadie.
- Porque... - intentó responder, pero el sonido de mi celular nos interrumpió - contesta.
- Es Joel - mentí - ¿puedo responder...a solas?
- Bajas para que comamos, debes tener hambre - dijo antes de salir.
Abrí la puerta cerciorándome de que se haya ido, no quería ser escuchado.
- Hola.
- Erick ¿Dónde estás? ¿Dónde está lo que te encargué?
- Tuve un problema, no puedo ir a trabajar hoy, puedo ir mañana si quiere.
- Mañana no me sirve, te doy treinta minutos para llegar al trabajo, tienes responsabilidades.
- Lo sé, pero enserio tengo un problema.
- Lo siento Erick, no puedes faltar a trabajar y lo sabes.
- Solo hoy, sabe que necesito ese trabajo.
- Lamentablemente no puedo esperar, una lástima porque eres bastante responsable, pero trabajo es trabajo...te voy a transferir tus días trabajados, estás despedido.
¿Que más podías pasarme? Esto se estaba convirtiendo en un infierno para mi.
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Aviso, esta novela será más corta que las demás ya que es un tema que no abarca mucho y no se preocupen, que la historia alumno - profesor la tendrán la primera semana de Enero.
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El Indicado - Omegaverse Chriserick
FanfictionQuizás no estábamos destinados, pero el destino y el instinto no fallan. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-