"Vendida" - |Christopher Vélez y tu| (Terminada)

capítulo 17

Camino por las calles pateando una lata de gaseosa, realmente no sabía a donde iría pero sólo quiero relajarme porque estoy cansada, cansada de la vida, de todo, no habrá ni un día que pueda estar tranquila sin preocuparme de nada. Siento como alguien comienza a perseguirme.

—¡T/N! ¡T/N! —gritan detrás mío.

Volteó a ver y es Erick.

—Erick, Eres tú —sonrío. 

—Si soy yo, ¿pero que haces aquí sola? Y a estas horas —mira su reloj.

—Me echaron de casa —Dije rápido.

—¿Te echaron? ¿por qué? 

—Es una larga historia Erick, difícil de contar —suspire.

—Esta bien luego me contarás, pero ahora vamos —me toma de los hombros.

—¿A dónde?

—A mi casa, solo esta a unas cuadras de aquí, vamos.

—Erick, tu familia se molestará —hago muecas.

—Vivo sólo, no te preocupes —sonríe.

Sin más asentí, no iba a rechazar algo que me salvaría la vida, hacia demasiado frío, Erick siempre esta cuando lo necesito.

—Pasa, siéntete como en tu casa —tira sus llaves en la mesa.

—Gracias —miro alrededor — wow tu casa es linda.

—Gracias, la decore con ayuda de mamá, ella siempre me ayuda en todo.

—¿Y como se siente? —lo miro.

—¿Qué cosa?

—Estar con tu mamá, sentir el amor y aprecio de ella.

—T/N, no hablemos de eso, no me gusta verte mal.

—Sólo es una pregunta, nada más.

—Pero esa pregunta te ofende, no hablemos de eso, te haré un café, acompáñame a la cocina y te sientas a contarme que fue lo que paso. 

-Gracias —lo sigo.

—¿Y dime como va que te echaron de tu casa? ¿Tu papá vio que hiciste algo malo? —comenzó a preparar el café. 

—Erick, debo contarte la verdad, solo escúchame —pongo mis manos sobre mi cara, refregándomela.

Conté a Erick cada cosa, hasta lo de mi papá ya que el se había mudado y no sabía nada de el, y ni el de mi.

—No puedo creerlo, no es cierto.

—Es verdad Erick, el ya no es el típico mejor padre del mundo, ha cambiado demasiado.

—¿Por qué cambio? ¿por lo de tu mamá? 

—Si—asiento.

—¿Y entonces Christopher fue el que te hecho de la casa?.

—Si

—Pues te quedarás aquí y no me digas que no, porque me pongo triste —hizo un puchero.

—Esta bien, es la primera vez que alguien me convence con solo hacer un puchero—comencé a reír.

—Nada ni nadie te hará más daño, aquí estarás segura—toma mis manos.

—Gracias Erick, muchas gracias en verdad.

—Y mi mamá estará encantada de conocerte.

—Oh sí ya la quiero ver.

—Vendrá mañana, ahora no te preocupes que te enseñaré cual será tu habitación.

Y así fue, me enseñó y me dio un poco de ropa que era de el pero me sentía cómoda, Erick es una gran persona, y es momento de dejar atrás los malos momentos como Christopher. Quiero tener una buena vida, si puedo.