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-¡VAMOS VAMOS MUEVE ESAS PIERNAS KOOK!- gritaba Taehyung desde el otro lado de la pista de correr con un cronómetro entre sus dedos. Su actitud competitiva me tenía mal, se veía tan bien con esa banda en su frente que dejaba ver más esos ojos tan llamativos y atractivos. Eran de esos que cuando le mirabas directamente te podía demostrar todo lo que sentía por ti sin piedad alguna. De hay viene la especialidad de Taehyung, dónde te dice que lo sea sin importarle tu situación. Pues es un hombre bien hecho y sincero ante todo.

Corrí usando toda la fuerza que tenía reservada en mis piernas, ya que la que tenía de sobra se había gastado. Había dado cuatro vueltas a esta maldita carrera conmigo mismo y ahora estoy terminando la quinta. Siento como mi pobre cuerpo tan delicado se rompe cada vez más y más. Como si fuera una muñeca de porselana, lo cual en mi condición eso es prácticamente lo que aparento. 

Sentí una felicidad extrema al ver como mi vista algo borrosa y agitada podía ver a Taehyung más y más cerca. Estaba llegando a mi línea de meta para poder tomar mi gran y merecido descanso. Suspiré una sonrisa tonta al notar que Tae sonreía de forma orgullosa, tal vez esta vez pude conseguir un mejor tiempo.

-¡Y-ya casi lleg...!-  Mi mirada se desvió y notó algo en las bancas, donde la vi. La vi mirandome con una sonrisa tan extensa y muy extraña. Como si quisiera darme algún mensaje extraño...cómo si fuera alguien más que yo.

-Daegu- susurré entre dientes mientras trataba de detener el rápido trote del que terminé. Justo cuando hice fuerza con mis piernas contra el suelo, estás se enredaron y temblaron haciendome caer al duro suelo.

Me golpeé la cabeza fuertemente y me quejé del dolor al sentir un ardor quemar mis rodillas.

-¡Mierda Jungkook!- Tae soltó el cronómetro y luego corrió hacia a mi para darme su mano y ayudarme a levantarme. -¿Te encuentras bien? Creo que puse mucha presión en ti- continuó hablando alzandome del suelo con sus fuertes brazos.

-N-no te preocupes entrenador, pero quiero recordarle que correr justo cuando mis senos está creciendo es agotador- traté de ponerle una razonable excusa para que no me preguntara porque la repentina caída justo después de un gran trote.

-Lo siento...soy una persona muy insistente- se alejó de mi y yo comencé a limpiar mi camiseta y ropa de manera brusca. Alzando la mirada la busqué, pero entre todas las bancas...Daegu ya no estaba sentada.

¿Donde habrá ido después de verme de esa manera?

-¿Que harás mañana Jeon?- Parpadeé varias veces para poder ponerle mi mirada encima de esos ojos que me ponian mal.

-E-eh yo...- de momento me sentí avergonzado, mañana debía ir a las reuniones del señor Wang. No había ido a una desde hacen meses. -Mañana no haré nada- mentí sonriendole nervioso mientras que con mi mano derecha comencé a rascar mi nuca. Tal vez no falto a una reunión más a el señor Wang no le moleste.

-¿Que tal si mañana salimos por ahí? Mereces una recompensa después de todo- mis mejillas se tornaron de un color carmesi delicioso, o al menos asi fue como la mente de Tae lo identificó.

-¿S-salir?- mis labios estaban temblando ¿eso contaría como una cita? ¿¡Una cita con Tae!?

-Claro, le diré a Jimin y Yoongi aver si podemos hacer algo especial. Tuviste un buen tiempo corriendo- al escuchar los nombres de los demás mi sonrisita tonta se fue borrando lentamente. Creo que no contaría como una cita después de todo.

¡Hey Chico Hetero! «Vkook 18+»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora