Capítulo 4

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Pasaron algunos días y cada vez me sentía peor, estaba de mal humor, me olvidaba todas las tareas y no veía a mis amigos aparte de en la escuela.

Aún lo esperaba, pero dentro de todo ese dolor también existía un poco de furia por muchas cosas: la mujer, el hecho de que Freddie no me haya venido a buscar o siquiera llamar, el hecho de que confié tanto en una persona para que literalmente me rompa el corazón, por haber confiado tanto en tan poco tiempo, etc.

El quinto día escucho un grito lejano.

–¡John!

Miro de reojo y era Freddie. Decido no volver a caer de nuevo y me giro rápidamente y aprieto el paso.

–¡John por favor espérame!

Me tiento a darme la vuelta y abrir los brazos y mi corazón otra vez pero me obligo a no hacerlo y sigo mi camino. Estaba ya casi seguro de que lo había perdido cuando siento una mano, su mano, agarrando mi brazo fuertemente, hago una pequeña mueca de incomodidad y trato de zafarme pero rápidamente me doy cuenta de que es inútil.

–Suelta, Freddie. –Le digo lo más sereno posible.

–No hasta que me escuches, ¿lo harás?

–Como sea, solo que sea rápido no quiero verte. –Me forcé a escupir éstas palabras con odio, me miró herido. "Yo tuve esa mirada cerca de una semana entera mientras el se estaba besuqueando con una mujer." me recordé, "aunque ustedes nunca fueron nada oficial" me volví a recordar, ésto me dolió más.

Freddie me arrastro hasta un callejón y me soltó.

–Hey, lo de Mary hace unos días...

–¿Mary?, ¿de qué hablas? –intenté hacerme el desentendido, lo cuál por supuesto no funcionó.

–John por favor, sabes de lo que estoy hablando. –Me miró serio, le devolví una mirada sin expresión– Éramos pareja, lo admito el día anterior había acabado todo, antes de que nos besáramos John.

–Ah, ¿entonces la besabas porque son muy buenos amigos? –Lo miré con rencor.

–En realidad, sí. –Dijo avergonzado.

–No me verás la cara de imbécil Freddie, no otra vez.

–¡Solo déjame terminar de explicarte!

Me quedé callado, su tono de voz expresaba frustración.

–John, cuando terminé con Mary fue porque me di cuenta de que ya no la amaba. –Solté una risa irónica pero me ignoró y siguió hablando– Un par de semanas después de notar lo que en realidad era te conocí. Ese día que me visitaste y estaba... con Mary, yo... me di cuenta de que la persona que me gustaba eras tú y no quería, mis padres me habían criado para que me gustaran mujeres como ella. La llamé y conversamos y lo qué pasó, John, ambos lo consideramos como una despedida.

"Me di cuenta de que la persona que me gustaba eras tú"

–Freddie, yo...

–No digas nada, ven a casa, lo conversaremos ahí

Accedí.

***********

Ya estábamos en el departamento, Freddie me tomó de la mano y me sentó en el sillón. Empecé a hablar.

–Freddie, ¿qué soy para ti?

–Eres la persona que me gusta.

Tomé sus mejillas y planté mis labios sobre los suyos, encajaban perfectamente, como si fueran dos piezas de un rompecabezas. Mordisqueé un poco su labio inferior, Freddie soltó un jadeo y yo metí mi lengua dentro de su boca. Exploré lentamente toda su cavidad bucal y sentí una sensación de seguridad recorrer mis venas. Por ello puse mis manos en sus caderas y lo acosté en el sillón, dirigí mis manos a su trasero y lo apreté. Freddie lanzó un gemido que se ahogó en nuestro beso. Sus brazos rodearon mi cuello y me empujó más hacia él.

Me separé de el y rápidamente me deshice de mi camiseta, tirándola a alguna parte del departamento y también quité la de Freddie. Volví a besarlo y sentí como el desabrochaba mi pantalón así que hice lo mismo con él

Quedamos solo en bóxers, masajeé a mini Freddie por arriba de la tela y mis besos bajaron a su cuello, así que ahora podía claramente escuchar sus gemidos, que me volvían loco, quería aún más.

Quité lentamente el bóxer de Freddie, dejando a su alma y cuerpo vulnerables frente a mí, nos miramos fijamente, "¿Quieres ésto, me quieres a mí?" le pregunté mediante mi mirada y pareció comprender el mensaje porque acarició mi mejilla y asintió.

Quité la única prenda que me quedaba, y le puse tres dedos frente a su rostro, el los lamió de una manera tan sensual que dolía y cuando ya fue suficiente los alejé de su cara e introduje uno en su entrada. Freddie gimió de dolor y placer, simulé penetraciones unos minutos hasta que los gemidos de Freddie fueron solo de gran placer, en ese momento introduje otro dedo y después el último.

Estuve un rato disfrutando los gemidos de Freddie y luego lo empecé a masturbar con la mano que me quedaba libre. Los sonidos y el placer incrementaron.

–J-John, haz... ¡Ah! Hazme tuyo, mgh, ah.–Su rostro estaba sonrojado y me miraba suplicante.

Levanté sus caderas y metí lentamente mi miembro en su entrada, su boca, que estaba cerrada, se iba abriendo mientras gemía entrecortadamente a medida que mi pene se introducía más y más. Me quedé quieto con la boca entreabierta por el placer para dejar que Freddie se acostumbrara.

–Carajo, estás tan estrecho. –Mi voz estaba muy ronca y mis pensamientos estaban cegados por el placer.

Empecé a embestirlo lentamente, me mordí el labio inferior mientras observaba las expresiones que Freddie hacía, "mierda, que sexy que es."

¡John! ¡Ah! ¡Más rápido!–Incrementé la velocidad, obedeciéndolo.– Mmh, si, así John, ¡Ahh!

Volví a masturbarlo y luego de un par de embestidas ambos eyaculamos gritando el nombre del contrario, volviéndonos uno en alma y corazón.

Caí rendido encima de su cuerpo, y con mi frente sobre su hombro, me dormí con una sonrisa en mis labios.






¡Feliz navidad! <3

Rayitos de Sol (Deacury)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora