Capítulo 8

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Me removí incómodo en mí cama, y me senté en ella de un rápido movimiento. Mi mamá ya se había ido, pero cuando fui hasta la cocina encontré el desayuno preparado y una nota de suya diciendo que me quería, sonreí.

Comí rápidamente, me aseé y fui al colegio.

Otra vez, no me volvieron a molestar, me pareció raro, pero por obvias razones no me quejé.

Estaba retomando mis buenas notas y eso ayudaría a mi futuro, lo que me tenía contento, nada podía estar mejor.

Pero como siempre dicen, cuando llegas a la cima la única dirección que queda es abajo.

Fui a visitar a Freddie cuando salí del colegio, mientras caminaba desprendía un aura de felicidad: acariciaba a los perros, saludaba a la gente, me reía.

Cuando llegue a su departamento entré y lo primero que vi fue el completo desorden de la sala y cocina de Freddie. Recordé que había olvidado cancelar ayer nuestro encuentro diario y me abofeteé mentalmente.

Todos mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuché unos leves sollozos que provenían de la habitación de mí amor.

"No creo que esté así por lo de ayer."

Corrí hasta la habitación y me encuentro a su menudo cuerpo de espaldas, acostado con sus piernas en su pecho. Todo él tiembla y yo sufro por su dolor.

Me siento en su cama, pongo una mano en su espalda y lo acaricio levemente, para llamar su atención, deja de temblar pero no habla.

–¿Freddie? ¿Qué ocurre?

–Nada, solo vete, quiero estar solo.

Me sorprendo pero enseguida me niego.

–No me voy a ir Freddie hasta que me digas lo que ocurre, desde que vomitaste estás muy extraño, creo que te llevaré al hosp–

–¡No! John no me llevarás a ningún lado.

Mi mano pasa a estar en su hombro donde apreto un poco más el agarre, esto me estaba haciendo sentir impotente y enojado, ¿acaso Freddie no confía en mí?

–No confías en mí, es eso, ¿no? –me dan ganas de llorar por la frustración y mi tono de voz pasa a ser uno más herido–¿Qué es lo que está pasando? Si ya no me quieres solo dimelo y ya.

Parece darse cuenta de su comportamiento porque se sienta sobre el colchón y me mira.

–Yo te amo John, pero si te cuento lo que pasa, tú no lo harás más.

–¡Si lo haré! Pero tienes que confiar en mí –lo miré suplicante–, por favor.

–Estoy embarazado, y el bebé es tuyo, John. –Sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas pero no estoy consciente de nada.

"¿Voy a ser padre?"

Rayitos de Sol (Deacury)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora